Nuestra confianza — EL NUEVO DIA — 15.8.2002

Nuestra confianza — EL NUEVO DIA — 15.8.2002

Autor: Willi Noack

Publicado: El Nuevo Día, 15.8.2002
(15/08/2002)

Nuestra confianza
Willi Noack*

Latinoamérica sufre una grave crisis. Los países de esta región han adoptado el sistema democrático y el orden económico del libre mercado. Esperaban milagros, pues se los habían prometido, pero estos nunca llegaron, causando dudas tanto en la democracia como en el “modelo”, las cuales se manifiestan en la crisis de confianza y en la lógica pérdida de esperanza. Cada uno y el conjunto de la gente precisa estar convencido que el mañana será mejor para todos; que estamos en buen camino; que nuestros líderes “saben”; que tenemos amigos solidarios entre los países ricos, por tanto, vale sacrificarse.

Con esta motivación tiene sentido aguantar otros siete años de vacas flacas. Tener confianza en el futuro es fundamental. La situación real tiene menor importancia en lo psicológico que la percepción y el convencimiento sobre la tendencia hacia el futuro. Recordemos la luz al final del túnel. Debe existir esta luz y la convicción en la gente de que esta luz es real.

Si se desconfía en el futuro, todos tratan de salvarse en estampida y prevalece el egoísmo. El profesional que desconfía se va (fuga de cerebros); el capitalista desconfiado se va y otros no vienen. El clima entre los que se quedan se vuelve hostil, agresivo, delictivo.

¿Tiene confianza Bolivia? No lo sé. Pero hay buenos argumentos para tenerla: la democracia se robustece cada día; las transiciones pacíficas del mando, la creciente institucionalización, la concienciación de que la exclusión debe ser mitigada y el hecho que la lucha contra la corrupción sea un objetivo central del Plan de Gobierno, todas esas son señales positivas que respaldan la confianza. Hay más factores positivos que justifican tener confianza en Bolivia: el diagnóstico que se realiza, la identificación de las causas de fondo, la “lectura” de la realidad son bastante realistas, y las recetas para curar el origen mismo de las enfermedades probablemente darán buenos resultados.

Noticias que inspiran y prometen, como que Bolivia continúa un programa del Gobierno saliente de mejora de la competitividad; el sistema financiero se robustece; el país cumple con sus compromisos contraídos con la comunidad internacional. Hay buenas razones para justificar el tener confianza. Pero faltan aún pruebas de fuego. ¿Cómo resolver los grandes conflictos sociales pacífica y democráticamente con respeto a la ley? La democracia se basa en el principio de la mayoría. ¿Aceptarán las minorías radicalizadas este quid?

Si no hay respeto por el orden constitucional, ¿se podrá hacer prevalecer este orden sin violencia? Seguidores cocaleros del MAS declaran abiertamente la guerra contra la convivencia pacífica, fatal para la confianza. Aquí los medios masivos deben informar y orientar, sin sensacionalismo y defendiendo lo constitucional, denunciando una acción ilegal. Sin embargo, se da amplia cobertura a quienes incitan a violar la CPE. La libertad garantizada de la libre expresión de la opinión se convierte en libertinaje antidemocrático.

El pueblo boliviano debe saber que violar la CPE y las leyes son actos criminales. Un Honorable que actúa incitando desde su curul a violar el orden democrático está provocando actos criminales y desobedece a su juramento como “padre de la patria”. Jerjes Justiniano lo expuso con palabras claras. Cuando la población entienda que minorías violan leyes, actúan contra los intereses colectivos, causan estallidos y ponen en riesgo la paz social, entonces va a respaldar al gobierno que impone la ley. Habrá confianza plena cuando Bolivia haya pasado esta prueba ácida.

*Willi Noack es PhD. consultor. www.eforobolivia.org

fecha: 2002-08-15 14:46:31
autor: Willi Noack

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