Elegir la profesión – ¿cómo? — 7.1.2003

Elegir la profesión – ¿cómo? — 7.1.2003

Autor: Willi Noack

Publicado: aporte a una GUÏA a ser publicada pronto
Elegir la profesión – ¿cómo?
Por Willi Noack

Cuando la editora de esta guía, la Lic. Martha Hollweg, me invitó a colaborar también en su segunda edición de la Guía Boliviana de Estudios Superiores (¡que debería ser lectura obligatoria para todos los bachilleres!), pensé inmediatamente: ya he dicho lo que tenía que decir sobre el tema, ¿qué más falta? Y leí las cinco páginas que escribí hace un año atrás. Me sirvió para enganchar mi actual aporte, complementario al anterior, a esta nueva guía. Tal como entonces, no pretendo elaborar un ensayo académico, de contenido abstracto y escrito de manera tal que nadie lo entienda, ni siquiera el autor mismo J. También deseo ofrecer con este nuevo aporte una ayuda para la toma de una de las más difíciles decisiones en esta fase de la vida. Creo que es comparable con la elección de un(a) compañero(a) para la vida: ¡Resulta fatal equivocarse!

Por lo tanto, el resultado buscado a través de la lectura de este artículo es ofrecer una ayuda concreta para elegir una profesión que te guste, joven bachiller (¡hoy y mañana y por muchos años!), que corresponda a tus dotes y dones, que tenga un futuro próspero (por existir siempre una demanda y sin haber una sobresaturación de la oferta), para recuperar el dinero que tu, tus padres y el Estado boliviano invierten en tu formación profesional. Bolivia necesita profesionales altamente capacitados pues su competitividad depende del factor estratégico que es el Capital Humano: ¡Tu! Además, en el futuro habrá una liberalización del ejercicio de las profesiones, eliminando privilegios nacionales e incrementado la competencia: el “cartón” dejará de ser una garantía para conseguir una “pega”.

¡Ojo! No esperes demasiado. Una guía no hace más que indicar una manera para resolver paso por paso un problema, teniendo en cuenta todos los aspectos importantes, evitando que cometas errores garrafales, para, de esta manera, reducir el riesgo de tomar una decisión equivocada sobre un asunto trascedental; una equivocación corregible solamente con mucha dificultad. Quiero que tengas presente: TU eliges TU profesión (y tu compañero de vida), pues TU corres con todos los riesgos de fracasar por haber fallado. Por otro lado, no subestimes tus “asesores”. Tienes la obligación de tener un alto nivel de información sobre el asunto en cuestión, caso contrario jugarías al bingo con tu vida. Y aún así, por más que analices todos los aspectos, al final necesitas SUERTE. Te deseo suerte.

Tomar una decisión acertada depende, reiterándolo, de la información de la cual dispones. ¡Tienes que procurar, de manera planificada y orientada hacia el objetivo, disponer de la información más completa, actualizada y objetiva posible! ¡Cuánto más sabes, menos riesgo corres en equivocarte! Por una investigación que realicé hace un tiempo atrás, sé que muchos bachilleres NO basan sus decisiones en información, sino en “dizques y conques” o “modas” coyunturales vigentes entre los jóvenes, y grande es la sorpresa cuando se dan cuenta de que la realidad es distinta a sus imaginaciones. Por lo tanto: ¡Información en vez de imaginación, adivinanza, expectativas y proyecciones!

Supongamos que te he podido convencer de que necesitas información. Información – ¿sobre qué? A mi criterio, existen tres campos principales:

PRIMERO, tu vocación profesional.

La pregunta clave es: ¿qué actividad me gusta más hoy y, probablemente, en los años venideros? (Viste, la elección de la profesión tiene no más similitudes con la elección de un marido o una esposa J). Tienes que hacer una sincera (¡cruel!) evaluación de tu persona, con tus (muchas) virtudes y (pocos) defectos. Házla, pero sin mentirte a ti mismo. Me explico mejor: si no puedes aguantar ver sangre, no sirves para ser médico. Si crees que dos más dos son cinco, mejor no escoges una profesión altamente basada en las matemáticas. Si odias estar sentado en un cuarto en vez de trabajar duro en la naturaleza, mejor no optes por la auditoría. Si tienes grandes satisfacciones trabajando con motores, haz de este “hobby” tu profesión. ¡La profesión debe coincidir con tu escala de valores!

Lo ideal sería someterse a un test sicológico especializado y actuar consecuentemente.

Paréntesis. De paso, sea comentado: si bien “la gente” asigna un género a las profesiones, no importa si eres mujer u hombre para una determinada profesión. No es verdad que determinadas profesiones son exclusivamente para varones y otras solamente para mujeres; en los países del bloque soviético no existía tal prejuicio discriminatorio, y mujeres, para dar un ejemplo, se desempeñaban con éxito como – ¡albañiles! Bueno, en Bolivia hay que esperar todavía un tiempo, hasta que el machismo, acompañado por la subordinación femenina, se reduzca. … Señoritas, no lo olviden: las nenas buenas llegan al cielo, las muchachas malas (atrevidas) doquier! ¡Sean luchadoras, sean ambiciosas, sean audaces!

SEGUNDO: Debes disponer de la información más completa posible sobre las profesiones.
Según la vocación individual, existen diferentes alternativas profesionales. Muy importante: puedes trabajar en el campo de tu preferencia tanto a nivel académico como a nivel técnico medio o técnico superior. Existe una discriminación perjudical de parte de muchos Colegios de Profesionales en desmedro de los técnicos. Personalmente, me inclino a recomendarte que consideres seriamente esta opción en rubros de mucha demanda, y formarte a través de la llamada “formación dual”. En muchos países del “primer mundo” existen bancos de datos que contienen esta clase de información. En Suiza, por ejemplo, se orienta hacia 850(!) diferentes profesiones, incluyendo una evaluación y aproximación (adivinanza inteligente) de la demanda de cada una de ellas en los futuros mercados laborales. Sé consciente de que una profesión que no tiene demanda en Bolivia, te obliga a emigrar (lo cual implica una fuga de cerebros para el país). ¡Cuídate de una formación deficiente en cuanto a contenido y calidad, pues no encontrarás trabajo! Debes satisfacer la exigencia de un empleador. Olvídate del camino de la menor dificultad. Tu cultura general importa, como también tus actividades extracurriculares.

No obedezcas a tu “entorno” si estás convencido de que no quieres hacer lo que te obligan a hacer; es TU vida.

Es una omisión imperdonable y perjudicial para la juventud boliviana y, por ende, para Bolivia, que en el país no existan sistemas permanentes de información sobre el mercado laboral del futuro, con un horizonte de unos diez años, tomando en cuenta la duración de un estudio académico. En Europa se investiga científicamente sobre los problemas relacionados, y se difunden masivamente los resultados en INTERNET. En Bolivia deben haber unas cien diferentes profesiones. La primera Guía del año pasado presentó un perfil de 85 diferentes profesiones. ¡Haz un test en este momento! ¿Cuántas profesiones conoces? Escríbelas en un papel y tu percepción de ellas. Ahora, compara tu conocimiento con la información que te proporciona la mencionada guía. Apuesto a que estas MAL INFORMADO y corres riesgos de tomar una mala decisión. Es oportuno enfatizar la utilidad y la necesidad de las Jornadas de Orientación Profesional que organiza regularmente (en el año 2002, por octava vez) la Federación de Profesionales de Santa Cruz. El Lic. Alberto Santelices S. (co-autor de esta guía) y la Lic. Aydée Zardán se han ganado grandes méritos con este cometido. No obstante, ¡falta mucho!

TERCERO: Una vez definida tu vocación en base de tus inclinaciones y aptitudes, y elegidas las alternativas viables de profesión, tienes que informarte sobre el dónde y a qué condiciones puedes formarte. ¿Puedes costear lo que te gusta? Esta fase es menos complicada en comparación con las dos anteriores, pues abundan las ofertas de instituciones que se dedican a formar. La presente guía, el Internet, folletos y visitas a las instituciones facilitan obtener la información necesaria. Por supuesto que “cada panadero alaba su pan”. Corres el serio riesgo de obtener información interesada, pero cuidado, es el interés del instituto ofertante, no forzosamente el tuyo.

De algo te vas a dar cuenta durante tus investigaciones: si manejas el Internet, tienes acceso a mucha información que el abstinente a la red no conoce, es decir, tienes una ventaja comparativa. Y también te darás cuenta de la importancia del idioma inglés, pues muchos sitios con información invalorable están en inglés. El mero hecho de que tu, en este momento, tienes en tus manos esta guía, ya es una prueba de que te importa el tema y que eres consciente de su importancia pues se trata de tu futuro. Ahora, te ruego seguir investigando para saber aún más. Vé a un lugar de trabajo para ver de primer plano en qué consiste la profesión de tu preferencia.

Para cumplir con mi promesa de ofrecer pautas concretas y útiles para tomar una buena decisión, he aquí unas direcciones WWW que el cibernauta puede consultar.

(Aquí el cuadro con las direcciones de los sitios)

Suponiendo que tienes acumulada de manera sistemática una gran cantidad de información sobre los tres asuntos arriba mencionados, es decir, sobre:

- tu vocación profesional,

- conocimiento de todas las profesiones existentes,

- conocimiento de las alternativas para formarse,

queda una tarea: ¿y ahora, QUE profesión de las muchas escojo y dónde estudio?

En la guía 2002 hablé de ciertas “trampas”.

(Nota para Martha Hollweg: Conviene transcribir estas advertencias, pág. 27 de la guía 2002).

Para interpretar toda la información que has podido acumular, con miras a tu persona, recomiendo pedir la opinión de gente entendida en la materia, gente amiga que te va a aconsejar “desinteresadamente”, sin ánimo de venderte algo. Lamentablemente no son siempre los padres los asesores más idóneos: sus recomendaciones, en muchos casos, carecen de una visión de futuro, y ocurre frecuentemente que sus consejos se orienten por el deseo de que su hij@ aporte al prestigio familiar, convirtiéndose en un/una “doctor/doctora”, léase: un/una licenciad@ en derecho, profesión todavía titulada de DOCTOR en el pueblo de Santa Cruz. ¡Cuántos de estos “doctores” se dedican a trabajos muy inferiores a su formación, por haberse formado en una profesión sobresaturada! Por otro lado, egresar como Técnico Superior, formado en un instituto con formación dual (por ejemplo INFOCAL o INCOOCAP), no significa (todavía) tener el prestigio social, pero es probable que tendrás una fuente de trabajo permanente segura, conservando además la opción de seguir estudiando en la universidad si tu ambición es grande. Por desgracia, una formación de primera calidad en Bolivia no representa una butaca segura para conseguir un trabajo conforme a tu capacidad como profesional. ¡Sé realista para así ahorrarte muchas frustraciones futuras!

Bueno, punto final. He escrito este artículo tratando de tener un diálogo contigo. El tutearte no significa falta alguna de mi respeto, más bien te felicito por tu primer gran logro personal profesional al haber salido (o salir pronto) de bachiller. El motivo no es “confianzudo”, sino que deseo, como un amigo, hacerte participar de las experiencias propias como educador y padre de tres hijos profesionales. Te tuteo como un hijo más.

Hay tantas profesiones ….

Las 850 profesiones que se conocen en Suiza, igual que las cien o más en Bolivia, pueden ser agrupadas según su afinidad. He aquí en ensayo:

Profesiones relacionadas a la construcción, vestimenta, informática, trabajo con niños y adolescentes, con animales, del sector eléctrico/electrónico, vehículos, turismo, salud, actividades gráficas, madera, administrativos, sector agropecuario, cuero, enseñanza, industria alimenticia, administración pública, profesiones del sector jurídico, trabajos en el sector de los metálicos, deporte, idiomas y comunicación social, teatro, artesanía, joyería, medio ambiente, ventas, transporte, dibujos, sector petrolero, y tantos otros!

Descubriendo tu vocación profesional

Conviene escribir en una lista las actividades que te agradan mucho (3 a 5 verbos, por ejemplo: hablar en público), como también los adjetivos que corresponden a tu carácter según tu sincera autoevaluación (ejemplos: extrovertid@, alegre, comunicativ@). Otra ayuda puede ser anotar los materiales que te gustan (por ej.: madera) o la clase de gente con la que te gusta trabajar (ej. juventud). También sirve como pauta para conocer tu vocación profesional analizar tus pasatiempos preferidos, y así talvez hacer de tu “hobby” una profesión (ej.: criador de perros). ¿Cuáles fueron las materias que más te gustaron en el colegio? Como norma: si tienes la profesión que te llena de satisfacción, por más que no sea muy lucrativa, por lo menos eres feliz con tu actividad cotidiana. ¡Imagínate tener que trabajar en una profesión que detestas y encima ganando una miseria!

Planificar la elección de la profesión

Las fases arriba descritas consumen bastante tiempo. Buscar información, analizarla, decidir sobre este asunto existencial de tu futuro, debe tenerte (pre)ocupado durante el último año de colegio para que, como flamante bachiller, tengas la película clara. Lo que, bajo ningún argumento, no debes hacer es actuar sin tus averiguaciones, agarrar lo que se presenta en el camino (recuerda: es como elegir la pareja J). Muy común es NO tratar de conocer la propia vocación profesional, NO orientarse en cuanto a todos las eventuales profesiones y NO conocer bien el perfil de una alternativa preseleccionada. Lo que SI sucede frecuentemente, es averiguar la oferta de las universidades e institutos e inscribirse así no más. El riesgo de equivocarse es grande. No te olvides: las universidades e institutos quieren vender sus productos.

Estimado bachiller: Te toca elegir tu profesión. Tienes que reflexionar profundamente, tienes que analizar quién eres, y conocer el mundo laboral. Mucha gente de tu entorno, padres, profesores, parientes y amigos van a repetir las preguntas de si ya sabes que vas a hacer, si ya tienes alguna experiencia laboral y muchas más del mismo estilo. No es una mala idea de tomar las riendas en tus propias manos en vez de esperar de que otros definan para vos. Esta guía quiere “guiarte” en este cometido. Tu autoestima y tu confianza en ti mism@ te ayudan a asumir esta responsabilidad por ti mism@. Si sientes que te hace falta orientación por terceros, busca este apoyo pero sé cuidadoso al elegir tus consejeros. Dudo que tus colegas y cumpas siempre sean idóneos, más bien pide orientación a personeros y exitosos profesionales del rubro que te interesa.

Checklist para determinar la elección

Según encuestas, bachilleres piden:

- Conocer perfiles de las profesiones (contenido)

- Estimación sobre el futuro de una determinada profesión

- Posbilidades de hacer carrera en las diferentes profesiones

- Posibilidades de formarse en la profesión anhelada

- Posibilidad de encontrar una fuente de trabajo durante la formación (¡debes conocer la formación dual!)

- Posibilidades de formación profesional en el exterior (a sabiendas de que, probablemente, no vas a volver a tu “terruño”, tus amig@s, tu familia, tus costumbres, etc.)

- Ayuda en cuanto al diagnóstico de la vocación personal

- Detectar para qué tienen dones y dotes

- Alternativas aptas para uno mismo

- Escuchar una recomendación concreta

Lema recomendado: Mejor obtener demasiada información que demasiado poca.

Para los cibernautas:

Las siguientes direcciones te permiten explorar el tema:

- www.eforobolivia.org

- http://www.esgueva.eco.uva.es

- http://www.uni-kassel.de (en alemán)

- www.cordis.lu (en inglés)

- http://www.bsbluzern.ch (en alemán)

- www.szh.ch (en alemán)

- www.berufsberatung.ch (en alemán)

- www.was-werden.de (en alemán)

- Buscador GOOGLE: Palabras de búsqueda: profesión + elección Resultados aprox.: 52.200
- Buscador GOOGLE: Palabras de búsqueda: orientación+profesión+bolivia Resultados aprox.: 2.110

Consejos para padres de familia

Su hij@ debe elegir su profesión. Ustedes, como padres, pueden ayudarl@, lo que estipula que deben asumir diferentes roles: de acuerdo al momento, ser motivadores, empujadores, consoladores, compañeros, entrenadores y/o confidentes para su hij@. Esta fase de la elección de la profesión coincide con una creciente independencia y autoresponsabilidad de su hij@, acompañada por eventuales conflictos que son producto de este proceso y que dificultan, en muchos casos, un tratamiento objetivo y “blando” del tema.

fecha: 2003-01-07 15:04:05
autor: Willi Noack

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