El origen de la crisis — Willi Noack — 25.2.2003

Autor: Willi Noack

Publicado: www.hoybolivia.com , 25.2.2003
El origen de la crisis
Willi Noack

Es difícil, casi imposible, opinar en contra de la corriente dominante en cuanto a la interpretación de las causas de fondo de la crisis y esperar además que las ideas no conformistas calen hondo.

Tengo la impresión de que la mencionada corriente otra vez, diría: como siempre, asigna la culpa principal a factores externos; la culpa la tienen todos menos nosotros mismos. No estoy de acuerdo con esta apreciación. Tal como en las años 70, era la dependencia (Prebisch, Cardoso), ahora es el “modelo”, el culpable aparentemente exclusivo de la crisis no sólo en Bolivia, sino también en países vecinos. Los testigos de tal interpretación hoy en día se llaman Stieglitz, los obispos, Eduardo Galeano y otros que felizmente afirman que la culpa la tienen otros, de preferencia el modelo, el FMI, el BM y otros.

Son pocos los analistas que identifican en su “lectura” de los acontecimientos como origen de la crisis una generalizada cultura de la informalidad. En otras palabras, reconocen que la mentalidad generalizada, convertida en subcultura cotidiana, es el origen para que este modelo (¿y cuál otro modelo?) no funcione en los mencionados países mientras que en otros países, con otra mentalidad dominante, sí funciona.

Esta mentalidad y el comportamiento resultante tienen muchas matices; para mencionar solo algunas: la informalidad en todos los ámbitos de la vida ciudadana, un egocentrismo exagerado de la clase privilegiada y un materialismo que antepone el tener al ser. La pugna es hacerse rico, sea como sea. Y así nace la corrupción. Otra característica es la democracia que tiene calidad de fachada, pues las decisiones trascedentales se negocian no en el parlamento, sino “dialogando” en poderes paralelos sin representación legal. Otra faceta es que en el sector empresarial se observa la mentalidad mercantilista contraria a la mentalidad ineludible para insertarse en los mercados internacionales fuertemente combatidos. Por supuesto, existen excepciones, pero conviene recordar que la palabra “empresario” proviene del verbo “emprender”. ¡Ni hablar de Schumpeter!

Debido a esta mentalidad y el comportamiento de grandes segmentos de la sociedad se produce una vergonzosa polarización social entre los privilegiados y los excluidos. Entre los privilegiados, que consiguen sus privilegios gracias a un Estado débil y en mal funcionamiento, existe muy poca predisposición para cambiar la ineficiencia del Estado y acatar demandas sociales que apuntan acertadamente a reformar aquellas estructuras que permiten a los privilegiados de obtener sus ventajas personales o grupales. Por supuesto que se trata por ejemplo de eliminar la inmunidad parlamentaria cuando ésta sirve para la impunidad; se trata de aplicar las leyes imparcialmente, cobrar impuestos a todos, castigar a los contrabandistas mayoristas y acciones similares.

Como en Bolivia no existen las condiciones imprescindibles para el buen funcionamiento del modelo de libre mercado, el mismo se ha pervertido en un capitalismo salvaje que llaman “neoliberalismo”, con una vergonzosa concentración de las ventajas en manos de pocos y en desmedro de muchos.

Si no se garantizan las mencionadas condiciones para el buen funcionamiento (mentalidad, comportamiento), el Estado nunca va a poder responder positivamente a su obligación de defender los derechos sociales de los marginados. El objetivo debe ser complementar la economía de mercado con los elementos del socialismo para obtener una economía SOCIAL de mercado. Si la casta privilegiada boliviana desea mantener su alto nivel de vida, debe entender y actuar consecuentemente, es decir, deben abandonar su egocentrismo secante. El problema en este cometido será tener una visión de mediano y largo alcance para ver que soplan vientos muy fuertes que pueden tumbar todo el sistema de tipo feudal.

Un primer menetekel ha sido la elección presidencial 2002.

Sin los cambios a nivel de los pudientes en la sociedad, Bolivia no tendrá viabilidad. Temo que los privilegiados en el poder no van a implementar medidas correctivas por no querer perder sus privilegios, sufriendo de una miopía que hace que se concentren, diría: como siempre, en parches coyunturales con características de aspirina, en vez de reformar con valentía política las estructuras obsoletas. Queda sobreentendido que a largo plazo les conviene renunciar a ciertos privilegios para seguir gozando todavía de una gran parte de ellos. En otras palabras, les conviene la evolución de la sociedad para evitar la revolución.

Bolivia necesita hechos que demuestren estos cambios existenciales para recuperar la fe y la confianza, en vista de que a los excluidos se les agota la paciencia y exigen los cambios ya.

eforobolivia.org

fecha: 2003-02-25 15:03:32
autor: Willi Noack

Editor: Willi Noack | Administración Técnica: Jose Carlos Choque Y. | Creatica Ltda.