Virutas 6, artículos publicados entre 1986 y 1992 — Willi Noack

Autor: Willi Noack

Publicado: enviado a eforobolivia en mayo de 2003

Virutas 6, artículos publicados entre 1986 y 1992
Willi Noack

1. Menem y Noriega nos ganan
(desde Francia) SECCION 100, 06.06.1989

2. “Miami Vice” en Santa Ana del Yacuma
SECCION 100, 27.08.1989

3. Nada solucionado: la almendra
La Gaceta del Norte, No. 14, 1era semana de septiembre de 1992

4. Negociaciones enervantes
SECCION 100, 18.07.1989

5. No sólo renegar
SECCION 100, 24.04.1990

1. Menem y Noriega nos ganan
(desde Francia)
SECCION 100, 06.06.1989

En los días del mes de mayor he revisado diaria y cuidadosamente muchos periódicos para ver si había noticias o comentarios sobre Bolivia, que vivía en el 7 de mayor una fecha importantísima para comprobar que el avance del país en la materia “democracia” es verdadero y duradero; pues el resultado electoral hace viable el gobernar, en razón de que los tres candidatos principales recibieron alrededor del 80% de los votos. Este resultado es una buena condición para formar un gobierno sólido.

Los pocos comentarios y, sobre todo, las fotos que acompañan al texto, eran una caricatura de la realidad boliviana, pues no aparecía una sola palabra hablando de un país que está luchando por su desarrollo, en la búsqueda de un futuro mejor. Más bien, se fomentaba en los artículos una imagen “cliché”, estereotipada, donde sólo se tocaban aspectos del subdesarrollo, olvidándose de mencionar todos los esfuerzos en búsqueda del progreso.

Los periódicos publican lo que las agencias de noticias consideran ser representativo, pero, lastimosamente, sus corresponsales no captan siempre la realidad.

“Le Figaro”, en dos carillas, trató sobre la Argentina de CARLOS, queda sobreentendido, de CARLOS GARDEL y no tanto de Carlos Menem, cuando, supuestamente, proporcionaba información sobre las elecciones presidenciales. Todavía más, este periódico tiene como lema un “aparcú” de Beaumarchais que dice: “sans la liberté de blames, el n’est pas d’eloge flatteuer”, que se traduce: “sin tener la libertad de criticar, sólo existen los cumplidos”. En mi criterio, existe sin embargo la responsabilidad de informar de manera bien equilibrada, lo que, en vano, hemos buscado.

Noriega, en cambio, sirvió como tema titular, en vista del paro cívico que se estaba llevando a cabo; simplemente para ver qué pasaba. ¿Caerán algunos muertos? ¿Ganará Bush o Noriega?, preguntas muy diferentes a otra que preocupaba a la gente: ¿Quién se llevará la copa de la UEFA, Diego Maradona del Napolés o los alemanes de Stuttgart? (Por el desempeño en los dos partidos, diría que el Napolés fue un equipo mediocre, muy lejos del desempeño de un auténtico campeón).

2. “Miami Vice” en Santa Ana del Yacuma

SECCION 100, 27.08.1989

Por fin saldremos, como país, en las noticias, internacionales. Estamos seguros de que los corresponsales de las agencias noticiosas están ya presentes, y que no van a tardar en llegar los canales de televisión extranjeros.

Lastimosamente es así, un trabajo serio para desarrollar el país, con sacrificios de todos (bueno, algunos más, otros menos.), no llena las carillas de los periódicos, internacionales. Un choque entre las fuerzas del orden y el narcotráfico, en cambio, es la sensación que busca el mundo, tan saturado de sensacionalismo, que necesita emplear la morbosidad, lo exótico, para captar el interés.

El choque no es asunto interno únicamente y debe ser evaluado en un contexto mucho más amplio, es la imagen de Bolivia la que está en juego.

Los avances en materia de democracia y en reordenamiento de la economía nacional, para mencionar sólo dos hitos, no son espectaculares para la prensa; un trabajo de hormiga, al paso tentó de tortuga, no llega al conocimiento del mundo, que sigue con sus “clichés” y prejuicios sobre nuestra patria.

Así se eterniza la imagen de un país al que le gusta la anarquía, el caos, las revoluciones, la corrupción, etc. y cuyo medio de transporte común es todavía el bejuco.

En las vísperas de la llegada de representantes de países donadores, para coadyuvar al país con apoyo a un “Plan de Acción Forestal en los Trópicos”, este deplorable hecho de Santa Ana tiene de pronto otras dimensiones. A lo peor se pierde la confianza en el país. Esperemos que los expertos internacionales sepan diferenciar.

Un empresario extranjero, preparando un viaje a Bolivia para concretar negocios, y los Honorables Diputados en lo Parlamentos de países donantes podría interpretar los hechos; como una lucha de los bolivianos defendiendo una industria altamente rentable, con consecuencias siniestras para el país.

El país no puede tolerar noticias al estilo “Miami Vice”. Precisa logros positivos. En este sentido, la formación democrática del nuevo gobierno es urgentísima.

Sobre este acontecimiento habrá pocas líneas, Pero imagínese que cobertura no darán si se repiten noticias que alimentan el cliché” y el prejuicio.

3. Nada solucionado: la almendra

La Gaceta del Norte, No. 14, 1era semana de septiembre de 1992

Por el impacto socio-económico que tiene la crisis de la almendra sobre la región, la Gaceta del Norte ha tratado en anteriores ediciones ampliamente en tema.

El sector se ha declarado en estado de emergencia, el Comité Cívico Regional se ha pronunciado en forma muy decidida, y fueron a la ciudad de Santa Cruz y La Paz comisiones buscando ayuda para dar solución al problema, que no es meramente un problema de un sector empresarial, sino de una población que vive mayoritariamente de este producto.

¿Cuál es la situación hoy en día?

1. Analistas de la situación opinan que una gran responsabilidad recae sobre el empresariado por una serie de graves omisiones, sobre todo en el campo de la comercialización del producto en los mercados internacionales.

A nuestra manera de ver el problema, poco o nada sirve la asignación de culpa, pues no se trata de una crisis de un sector empresarial, sino del destino de la población.

Debe ser sobreentendido que errores, fallas, omisiones o cometidos precisan correcciones. Es sobreentendido que problemas de una empresa no deben ser resueltos por el Estado, y debe ser aceptado que el desempeño como empresario significa el chance de ganar, igualmente de perder.

No es el momento de dar clases en macro-economía.

2. Como nadie sabe a ciencia cierta cuál es el monto que llega mensualmente desde el Japón a Riberalta, enviado por los 1.000 o cuántos riberalteños que trabajan allá, estimado en aproximadamente US$ 100.000,-. y del cual en este momento vive la población en gran medida, no podemos evaluar toda la magnitud de la crisis. Cabe preguntarse si el desarrollo integral y económico de la región es una ilusión y que podemos aceptar que los más dinámicos y emprendedores se van, por no encontrar alternativas.

3. Cuesta creer hasta qué grado la gente se conforma en su impotencia de cambiar su economía con la crisis, pero toda conformidad tiene su tope; la abundancia de la naturaleza y el clima facilitan una subsistencia a un muy bajo nivel. Cabe preguntarse si es humano vivir así.

4. Como consecuencia, resulta que es casi imposible cobrar deudas, y puede llegar el momento que, por falta de capital operativo, las actividades se paralicen-

No hablamos más de la amenaza de la delincuencia, de la depredación por falta de alternativa, de la soberanía nacional en peligro, de la tragedia “pequeña” individual, de un enfermo, de los niños, todos estos argumentos se conocen por demás.

El gobierno debe buscar una forma rápida de ayuda, condicionando su ayuda con la implementación de reformas necesarias, poco queridas, como una concertación de la comercialización a través de una “trading”. Debemos insistir que el sector empresarial tome cuanto antes las medidas necesarias para superar sus deficiencias.

Pedimos a todos los involucrados mostrar la madurez para facilitar los procesos de adaptación.

El estado de emergencia hace imprescindible la aplicación de medidas de emergencia, antes que sea tarde.

Las empresas solicitan créditos, el pueblo indefenso merece que se atienda esta solicitud.

4. Negociaciones enervantes
SECCION 100, 18.07.1989

Anoche estuve muy feliz cuando vi en un acontecimiento social, a un muy buen amigo, un político. Por fin, pensé, termina esta insoportable guerra de nervios, pues de primera mano voy a recibir noticias confiables y confidenciales, sobre quién será presidente.

Mi amigo F. de T. del ABCMNRI-partido (tengo que respetar su anonimato pues, de no ser así, jamás me pasará en el futuro los pequeños secretos que conoce todo el pueblo), me explicó lo que es cierto, lógico, racional, etc. Me explicó todas las alternativas posibles, los pros y los contras, en fin, ha sido una clase privada en materia de CPE (Constitución Política del Estado) por un lado y, por otro lado, deliberaciones sobre características imprescindibles del nuevo Presidente, en vista de que nuestra democracia presidencial prevé amplias facultades al mandatario. El tema central, por lo tanto, era la persona de los postulantes a la presidencia – y no los programas políticos de los partidos correspondientes. Estoy acostumbrado (he participado en forma activa en la formación del “gobierno” de una aldea alemana, hace mucho tiempo), a ver como se acercan aquellas agrupaciones que tienen la mayor afinidad programática, por lo tanto, el mayor chance de acordar sobre una política a llevarse a cabo en los próximos años, ya que no discrepan en el contenido. A las discusiones sobre las personas, se les da menor importancia, y si en ellas existen problemas no superabas, se elige una persona (no siempre personajes) que pueda hacer de catalizador, unir programas. Con esta misma lógica, es por discrepancia en lo pragmático como a veces se rompe una coalición entre los grupos partidarios políticos que comían el gobierno – y no tanto por discrepancias sobre personas.

Mi amigo, anoche me aseguró que en lo “grueso” los tres partidos coinciden en el rubro futuro del país (estabilidad en vez de inflación, dentro del orden económico del libre mercado) pero, no obstante esta coyuntura política favorable, no se logra definir sobre el ”quién con quien para elegir a quién”, aunque todo saldrá bien.

Bueno, bueno, bueno.

Insisto (perdón, apreciado amigo político, que cuestiono ahora, después de haber pensado nuevamente sobre nuestra conversación) en qué no me gusta este comportamiento humano de no tomar los asuntos con demasiada urgencia para que, de la noche del 7 de mayor al siguiente día, o en el menor tiempo posible, tener un gobierno. Este actuar, que consiste en darse el lujo para charlar, (“mañanar” sería un verbo preciso que no existe en mi diccionario), no es nada aconsejable cuando se trata de un asunto de esta magnitud, pues lo que está en juego es nuestro porvenir: nuestra economía demasiado frágil para aguantar una pérdida masiva de confianza, la cual depende de conocer los parámetros del futuro quehacer de los participantes en esta economía.

La verdad es que es que no me gusta esperar otras tres semanas hasta conocer la futura política del país.

En casi todos los asuntos de la vida cotidiana no me molesta que las decisiones tomen mucho, a veces muchísimo, tiempo para madurar, pues da lo mismo si sale o no; pero este asunto del nuevo Gobierno, por su incidencia en la confianza en el futuro, no debería quedarse sin solución durante tres largos meses.

No sé, si por ser “gringo” (alemán de Berlín) es que me falta la paciencia o tolerancia para procedimientos tardos y pesados, o si estoy en lo correcto con mi preocupación, pues poco me tranquiliza tu afirmación, amigo político: “No te preocupes, todo saldrá bien, habrá presidente, vas a ver”. Caramba, me cuesta.

5. No sólo renegar

SECCION 100, 24.04.1990

Si se basase en la realidad de los hospitales y consultorios médicos, se podría pensar que existen solamente enfermos en este mundo, o si se tomase como norma general, la rutina cotidiana en Criminalística, se podría pensar que sólo existen criminales. Los temas que llenan las carillas de los periódicos (y de SECCION 100 en particular …) tocan también eventos y hechos fuera de la norma, pues muchas veces es necesario acusar, denunciar, lamentar, postular cambios, para que se mejoren las cosas.

Parece que sólo lo absurdo, lo malo, lo feo, en esta mezcla del “sex and crime” es capaz de llamar la atención del público. Lo bueno, lo “normal”, al parecer, no puede conquistar la atención pública: Cuán más espectacular resulta un reportaje sobre un matanza con mucho derrame de sangre, una catástrofe con miles de muertos, un lío política, o el lavado público de “ropa sucia”.

¿Qué le parece, sin – ¡en honor a la verdad! – aclaramos que en muchos rubros y, mayoritariamente, las cosas andan bien.

Andan bien, bien por mal, pero andan.

Hay muchos pequeños pasos hacia un futuro mejor, hay muchas señales prometedoras, admitiendo francamente que falta mucho para llegar a la meta, pero que se ha iniciado un proceso bastante favorable. ¡Comparen Uds. la situación de hoy con la de hace algunos años atrás! Gozamos hoy de derechos fundamentales, y el país vive bastante tranquilo.

Hay pobreza, hay desigualdad en muchos sentidos, falta crecimiento económico, hay pelea para una distribución más equitativa del PIB, pero todo eso, evaluando, ponderándolo bien, puede llevar a la conclusión de que hay un progreso.

¡Comparemos nuestra realidad cotidiana con las noticias morbosas que nos llegan desde afuera, de otros países, donde existen condiciones caóticas, con guerras civiles, lucha feroz por la libertad y la independencia, caos económico, genocidio, etc.! Deberíamos sentirnos – relativamente, no en términos absolutos – contentos de los logros y seguir con la lucha evolutiva para un futuro mejor para todos, léase: mayor justicia social, lo que abarca educación, salud, participación en las riquezas y en el Producto Interno Bruto, PIB. Tenemos que seguir solucionando los conflictos de intereses entre grupos en esta sociedad pluralista, con sabiduría, tolerancia y buenos propósitos, y la predisposición de ceder el paso para evitar que haya perdedores en el conflicto y que, por lo menos a largo plazo, solamente existan ganadores.

Lo dicho, queda bien claro eso, no se puede interpretar como un alegato para mantener el “status quo” social, pues hay todavía un camino largo para llegar a la meta que es una sociedad verdaderamente demócrata, pluralista y que sepa superar los conflictos sociales a través de la participación en beneficios; que es la pareja genuina de la absorción parcial de la miseria: “burden sharing” (en español: distribuir el bulto de carga).

¿Apostamos que ninguna palabra sobre Bolivia se encuentra actualmente en los medios de comunicación del mundo entero, comentado los pequeños y “grandes” logros de sus 7 millones de ciudadanos?, por más que haya motivos de sentirse orgulloso por los logros, reconocidos en charlas privadas por mucha gente que sabe comparar y valorar el progreso relativo y su tendencia prometedor (algunos de nuestros políticos ya se desempeñan como asesores políticos en el exterior…)

¡Qué los defectos y fallas no distorsionen nuestra evaluación global: si todavía se lleva mal o deficientemente a cabo un concepto, eso no quiere decir que el concepto sea malo.

fecha: 2003-06-01 00:36:15
autor: Willi Noack

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