La subcultura de la amistad y “Amistad” y corrupción — 19.8.2003

La subcultura de la amistad y “Amistad” y corrupción — 19.8.2003

Autor: Willi Noack

Publicado: Enviado a eforobolivia el 19.8.2003
La subcultura de la amistad (primera parte)
Willi Noack

“Formar parte de la sociedad es un fastidio, pero estar excluido de ella es una tragedia.” Oscar Wilde

Este artículo tiene su origen en el panel sobre “El modo de ser boliviano” y las acertadas reflexiones de Roberto Barbery, quien advirtió, durante la presentación del nuevo libro “Contrapelo” de Juan Carlos Urenda, que criticar es riesgoso y exige coraje. Yo voy por ese camino.
La tesis es la siguiente: en Bolivia la “cultura de la amistad” es co-responsable del subdesarrollo. Suena descabelllado pensar que la amistad tenga un lado dañino, pero se trata de una causa de fondo y se trata de cómo funciona la sociedad.

El Diccionario de la Real Academia Española define a la amistad como el “afecto personal, puro y desinteresado, ordinariamente recíproco, que nace y se fortalece con el trato.”
Y en efecto, las relaciones interpersonales bolivianas se caracterizan por un gran afecto y mucho calor humano. Para muchos extranjeros oriundos de sociedades carentes de un afecto tan efusivo, llegar a estas tierras tan cálidas provoca una gran fuerza seductora. No me excluyo.

El amigo es aquel con quien simpatizo, que expresa su fidelidad, alguien que nos resulta jovial, un buen compañero, excelente anfitrión y generoso; educado y respetuoso en el trato, que hace todo por fomentar la armonía y que evita lastimar al amigo (incluyendo huir de la sana crítica constructiva).

Hay ciertas leyes y rituales no escritos que regulan el trato entre amigos. No obedecer estas manifestaciones, es poner en riesgo la amistad. El amigo es el primero en recordar un aniversario, ofrecer regalos y atenciones, brindar elogios y favores, invitaciones y realizar reconocimientos públicos, dar estatus social, etc, etc.

El abrazo fuerte es quizás el símbolo que mejor resume el afecto entre amigos. (Amigos alemanes heterosexuales generalmente no se abrazan…).

Paralelamente, existe otra cultura que también utiliza el nombre de “amistad” pero en realidad se trata de una “comunidad de intereses”.

La diferencia consiste en la misión y no en el trato: la hermosa amistad descrita líneas arriba es “pura y desinteresada”, la otra es interesada. Ambos tienen un trato muy parecido
por lo tanto se tiende a confundir.

Las comunidades de intereses nacen por diversos motivos; mientras la amistad pura, nace por el afecto sincero y cuando la química lo favorece. Comunidades de intereses abarcan fraternidades, promociones de colegios, grupos de colegas de estudios, oriundos de un mismo lugar, clanes familiares, logias, partidos políticos y otras que son fáciles de identificar en el medio y que conforman el tejido social de los privilegiados. Todos se hacen llamar “amigos”.

Sin amigos no puedes lograr nada, ¡fracasas! Consecuentemente debo tener amigos en todos los ambientes imaginables: en los gobiernos, la Policía, el Ejercito, el mundo de los negocios, la Aduana, la Renta Interna, la universidad pública, en salud, en la justicia; en fin, por doquier. Estos “amigos míos” me van a brindar sus favores, me van a defender, me van a promocionar –se sabe que para eso son los amigos. Y todo esto no tiene nada de malo… ¡siempre y cuando no se violen LEYES!

Cuando la amistad es más fuerte que la ley se produce corrupción, el flagelo canceroso de la sociedad boliviana.

Esta “cultura” de la amistad se convierte en una subcultura que se impone por encima de las leyes y que inhibe la eficiencia. El “amiguismo” se impone a la meritocracia porque así todos se cuidan las espaldas: “entre bueyes no hay cornadas”; “entre bomberos no nos pisamos la manguera”.

Eso, como verán, nos pone en serias dificultades, cuando el país debería estar preparándose a base de competitividad para poder insertarse exitosamente en el mundo globalizado, por ejemplo con la conformación del ALCA.

El capital humano es un factor estratégico para el desarrollo. Un dicho yugoslavo reza que el pescado empieza a oler desde la cabeza. Un ejecutivo orientado en lograr objetivos precisa manejar frecuentemente mano dura y exigir cumplimiento. ¿A los amigos???? Un mal funcionario que es amigo de mucha gente se mantiene en el cargo sin obedecer. En estos ambientes no hay la competencia por la mejor idea, sino que prevalece el arreglo entre amigos. El resultado es malas soluciones.

Hasta disentir con la corriente de opinión mayoritaria puede derivar en una marginación (por lo tanto es preferible opinar respetando a los tabúes y repetir clichés y prejuicios colectivos).

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“Amistad” y corrupción (segunda parte)

Willi Noack

En un artículo anterior abordé la excelente cultura de la amistad que existe en Bolivia. Hablaba de la amistad pura y desinteresada que hace que la vida social en este país sea altamente alegre y cuyo encanto fascina tanto a los extranjeros y que a veces despierta envidia. Los bolivianos en el exterior extrañan este modo de relacionarse, estar siempre rodeados de gente efusiva.

Para que no queden dudas: esta cultura envidiable de la sincera amistad es la fuente de felicidad y existe en todos estratos de la sociedad boliviana.

En el artículo hablaba también que este tipo de amistad suele confundirse con la que existe en comunidades de intereses, donde sus miembros también se llaman “amigos”. Cuando estas “amistades” prosperan en partidos políticos y entidades públicas sobre todo, surge un caldo de cultivo para la corrupción, por la excesiva tolerancia hacia los actos (muchas veces ilegales) de sus “amistades”.

La comunidad de intereses con tratos de amistad tiende a desnaturalizar el noble concepto de la amistad sincera y desinteresada y la convierte en un mecanismo calculado y materialista. El resultado es una mezcla dañina de relaciones sociales con el trabajo. Presidentes ególatras, “intelectuales” de pensamientos de ayer, magníficos rectores que no reforman, ladrones en negocios, contrabandistas conocidos e identificados por el cuarto poder, evasores de impuestos; cada uno puede ser mi gran amigo a quien no se lo critica. Tiene lógica: ¿cómo voy a entrar en una controversia con mi pariente, fraterno, cumpa de farras, etc. con quien tengo que convivir pacíficamente entre buenos amigos? Mejor es hacer una abstracción de sus cualidades morales cuestionables, pues a mí personalmente no hacen daño y quedarme con lo que me conviene. Esta actitud de permisividad, de no-me-importantismo, de una tolerancia intolerable moralmente representa el cultivo de un comportamiento colectivo cuyas consecuencias conocemos y que forman parte del subdesarrollo y son su origen.

El daño que causa este pervertido concepto noble de la amistad no es menos perjudicial que la corrupción; o mejor dicho, es una expresión y consecuencia de la corrupción. Miremos unos ejemplos para justificar esta constatación: El reclutamiento de funcionarios. En los países ricos, se trata de contratar al mejor. Cuando mucho, “la muñeca” sirve para conseguir el puesto (pues también existen “old boys’ networks”, agrupaciones de intereses comunes), pero la permanencia en el cargo se gana a fuerza de rendimiento. La competencia entre funcionarios es dura. Un funcionario con mal “performance” pierde su empleo. Se critica abiertamente sin pelos en la lengua; se evalúa objetivamente a base del grado de logro de objetivos establecidos. En cambio, en Bolivia muchas comunidades de intereses sirven de agencias de empleo (“trampolín”) que lanza a los miembros del grupo (los “amigos”) a los escasos puestos de trabajo. Un “amigo” con fuerte respaldo en su grupo poderoso es generalmente impune; mejor si goza de la inmunidad parlamentaria. Ni su mal desempeño, ni las irregularidades cometidas, o la manifiesta incapacidad o las arbitrariedades, aparentemente nada es capaz de amenazar su posición. Es más, ni la incapacidad comprobada lo inhibe incluso de llegar a cargos más altos. La única amenaza en realidad para uno de estos funcionarios, es perder la “amistad” (respaldo) de su grupo. Una de las raras excepciones ha sido el veto a los narcotraficantes después del caso Huanchaca. Callando, el grupo protege y otorga. No se fiscaliza, no se controla, no se critica. Por el contrario, un respeto altoperuano a veces ridículo por la autoridad (mi “amigo”) consolida la farsa. Ser un “opa” comprobado perjudica menos que no tener amigos por doquier.

Perder la amistad es sinónimo de fracaso. Del árbol caído hacen leña. Pero, si pese a la solidaridad, en un caso craso alguien está obligado a retirarse, lo hace sin perder el botín, sin el temor a sanciones penales y además, con buenas posibilidades de resucitar. Los pocos caídos en el abismo no han tenido en su momento crucial, amistades de tipo “padrino”, pues si te atacan necesitas amigos que te protejan, en vista de que la justicia también es subordinada a las influencias de la amistad.

Facit: La cultura de la amistad es hermosa y envidiable en el plan social, pero dañina en su versión de subcultura de comunidades de intereses camuflada con atributos de “amistad” en cuanto a la construcción de una sociedad democrática y de derecho, con justicia social viviendo en paz, gobernable y sostenible. El resultado de la subcultura de la amistad es el aprovechamiento individual y grupal, excluyendo los no-amigos y actuando contra el interés colectivo.
Además, se puede observar que grupos de amigos interesados arremeten contra otros grupos de amigos rivales, causando daños adicionales.

¿Existe un remedio? Ambas formas de amistad representan una cultura y una subcultura profundamente arraigadas. La subcultura será defendida por los privilegiados con uñas y dientes, sin darse cuenta que los excluidos, los que no gozan de la red de amistades poderosas, y son la mayoría, van a exigir cambios fundamentales (probablemente instalar su propio sistema: un cambio de turno), y lograrlo algún día. Si la sociedad no tiene la capacidad de evolucionar, será sujeto de procesos revolucionarios. Quizás estemos en plena transición, pero los “amigos” no se dan cuenta.

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fecha: 2003-08-19 17:27:08
autor: Willi Noack

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