Antes de tocar un tema delicado aprovecho de estos carriles para desearles un buen fin de año 2003 y buenos augurios para el 2004. ¡Que la pasen bien y en paz con sus seres queridos!
El tema de esta nota trata nuevamente de la abstinencia de muchos bolivianos a la Internet. No me preocupa dar la impresión de ser un comentarista monotemático: este tema es tan decisivo para el futuro del país que hallo plenamente justificado insistir e insistir sobre el mismo.
El ‘gancho’ es el titular de EL DEBER, Dinero&Finanzas, del 16.12.2003: “Bolivia retrocede 12 puestos en el ranking mundial de tecnología”. El subtítulo aclara: “En un año bajó del puesto 78 al 90 en una lista de 102 países que elaboró el Foro Económico Mundial.”

Esta información debe asustar a todos. Hay que mirarla e interpretarla con sumo cuidado. Es un veredicto nefasto. Los adverbios más fuertes no bastan para dramatizar suficientemente la seriedad de esta advertencia. Pero, en vez de llevar el tema con prioridad a la agenda nacional, ésta está llena de temas relativamente triviales.

Según fuentes especializadas, a fines del 2002, 180.000 usuarios de Bolivia participaban en la Internet. Ocupábamos el puesto 78, y solamente un año después bajó al puesto 90. Quiere decir que Bolivia está perdiendo aún más aceleradamente la participación en el mundo globalizado, donde la competencia cruel obliga a todos a movilizar sus reservas para presentarse como país competitivo. Bolivia se ha aplazado. Pero esta tendencia va a seguir, y probablemente con más dinámica aún. La velocidad de los cambios en las tecnologías de la comunicación es tan grande que se puede asumir que en la actualidad se producen en sólo un año más avances que en décadas atrás. El mundo modifica con una celeridad inaudita sus técnicas de trabajar para incrementar la productividad y con ella la competitividad.

Cito: Un especialista señala que la crisis económica es la mayor limitante. ¡Macanas! Y es peor todavía el daño que causa este comentario por servir de excusa barata para no incursionar en la carrera por la competitividad. ¿Cuántos bolivianos están en condiciones de modernizar hoy su estilo de trabajo y acceder al conocimiento mundial a través de Internet? ¿Cuántos? ¿10% de los 8.3 millones, o sea 830.000? ¿20% de los 8.3 millones, es decir 1,6 millones? Unos 180.000 usuarios a fines de 2002, algo más que 2%. Lo que demuestra que no es verdad que la “economía” restringe. La verdad es: a los que están en condiciones de aprovechar la Internet no les importa, no se esfuerzan personalmente, no quieren cambiar su estilo de gerentar, no conocen el procedimiento de la toma de decisiones basada en información, y quién sabe qué otra causa de fondo más habrá. También influye un miedo de aprender algo supuestamente extremadamente complicado – ¡lo que no lo es!

El mundo avanza, mientras Bolivia descansa. Cuidado que no sea un Q.E.P.D.

Más sobre este tema en www.eforobolivia.org