El escándalo de la UAGRM – Willi Noack – 9.1.2004

El tema en auge se llama mediterraneidad. Tanto ocupa este asunto la atención que pueden pasar verdaderas barbaridades y escándalos sin mayores protestas de la sociedad entera. Me refiero al escándalo de la U pública y en particular a la UAGRM. Lo que EL DEBER presentó en su edición del 7.1.2004 bajo el título “‘Dinosaurios’ le cuestan Bs 37 millones anuales a la ‘U’” (http://www.el-deber.net/20040107/santacruz_6.html) debe desencadenar una acción decididade toda la sociedad. La justificación es obvia. Del capital humano depende en muy gran medida el desarrollo de Bolivia. El capital humano es ni más ni menos el factor decisivo estratégico pues determina la competitividad de esta sociedad. El sistema educativo, en este caso hablando de la formación superior, debe ser garante de una formación imprescindible para poder participar en la lucha por sobrevivencia, en vista de enfrentarse en las arenas llamadas ALCA, TLC, MERCOSUR, CAN etc. con los mejores competidores del mundo globalizado.

Lo que leemos año tras año con cierta rabia y con triste resignación es el mismo fracaso: la U pública no cumple esta función de preparar nuestro capital humano adecuadamente. Las constataciones del reciente escándalo no son novedosas. Desde hace unos veinte años hago un cierto seguimiento del tema: no se producen cambios fundamentales. Es cierto que hay modificaciones de carácter cosmético. Lo que no se produce es una reforma de fondo que debe empezar con la redefinición de la autonomía de la institución, del cogobierno, del condicionamiento imprescindible para ser estudiante becado por la sociedad.

Lo que no es concebible es el despilfarro de los recursos públicos sin que produzcan un efecto saludable para el país, aumentando el grado de competitividad. Un intento lo representó el PDU, el Plan de Desarrollo Universitario 1998 – 2002, elaborado por un equipo de expertos “desde adentro” y que diagnosticó con impresionante audacia la gran mayoría de las fallas. Este plan, presentado en marzo de 1998, era un instrumento digno para que la sociedad toda tome papel en la reforma de arcáicas estructuras, cuna de corrupción, y quizás debería servir todavía como documento de discusión para culminar la reforma con un nuevo estatuto orgánico que refleje los cambios de paradigmas y del macro-entorno. El estatuto vigente data del año 1960.

¿Por qué la sociedad civil organizada debe tomar un papel en este asunto? Sencillamente porque la UAGRM carece de voluntad y determinación de reformarse sin una sana presión externa. Pero la sociedad civil organizada hace caso omiso y con su silencio otorga. Al parecer nadie tiene el coraje de meterse con este mega-problema.

¿Es un “destino” fatal o existen posibilidades de terminar con esta situación? ¡Por supuesto que existen formas que garanticen la eficiencia de la U y son por demás conocidas!

Me imagino que a poca gente le gusta escuchar argumentos sobre los logros chilenos, sobre todo en estos tiempos de controversia mencionada. Sean generosos, permítanme recomendarles el estudio de documentos que recientemente he leído en Chile y que nos pueden servir de pautas. Están accesible en esta dirección: http://www.tercera.cl/Buscador/Resultados/0,4915,3255__,00.html y seguir con “PSU”.

Más sobre el tema en www.eforobolivia.org

fecha: 2004-01-20 18:00:44
autor: Willi Noack

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