Impresiones 2004 – Willi Noack, desde Campinas/Brasil – 1.3.2004

Santa Cruz de la Sierra – Bolivia, Domingo 29, Febrero de 2004
Impresiones 2004


Willi Noack, desde Campinas/Brasil

Escribo de las impresiones recibidas durante un par de días de estadía en Campinas, a cien km. de Sao Paulo. Estas impresiones son producto de la casualidad de las circunstancias, no son representativas, y son siempre resultado de una óptica muy personal: otras personas ven otras imágenes y sus impresiones son diferentes. Uno mira con los ojos bien abiertos, lee, escucha, se informa, pero todo eso no produce más que virutas. La información ordenada, completa, fehaciente, se encuentra en la Internet; sin embargo, las impresiones dan vida a la información abstracta. Un ejemplo: saber que hay favelas, villas de miseria, es un dato frío; pero ver con los propios ojos en qué deplorables condiciones infrahumanas vive la gente, permite entender el contenido de esta palabra, favela.

Graffiti, ¿es expresión de miseria, de protesta contra la injusticia social o simplemente vandalismo? En Sao Paulo se ven por doquier las destrucciones de las paredes limpias, pero no con graffitis chistosos como aquel leído recientemente en Sucre: “La única norma que quiero es la Norma Pérez”. No, graffiti en Sao Paulo, me parece pintada destructiva, vandálica.
Otra impresión: hemos intentado ver una exposición de obras de Picasso. Hicimos cola. La gente extremadamente disciplinada, pese a la inimaginable longitud de la cola, por la entrada gratuita. Después de una hora habíamos avanzado quizás la quinta parte. ¡Aborto!, no nos quedaba más paciencia.
La disciplina se observa también en el tráfico vehicular, severamente controlado mediante radares. Las infracciones cuestan caras y todos pagan. Lograr cumplimiento es nomás una cuestión de castigo aplicado; la persuasión moral, lamentablemente, no da resultados en un mundo egoísta. Educar incluye exigir el cumplimiento de normas. La revista VEJA, del 18.2.04, dedica su reportaje principal al tema “Hijos tiranos, padres perdidos”. Cita: “No tenga recelos de ser visto como un represor al imponer límites al adolescente que interfiere en la vida de los demás. Educadores y psicólogos dicen que esto hace bien – a él y a los padres.” Automáticamente viene a la mente la exagerada permisividad y el fenómeno de hijito de su padre de la sociedad boliviana que los viejos de antaño no conocían pues el respeto mutuo era una norma.
En su libro Quem ama, educa, el autor Icami Tiba hace un alegato por la educación moderna, y la sociedad brasileña estudia atentamente su concepto de la educación promovida: en el año 2002 se publicó la 46 edición de este libro que, desde hace 58 semanas, figura entre los más vendidos en la lista de VEJA.

La sociedad brasileña ha vivido, hasta la mitad de los 60, en una era de represión; luego, hasta fines de los 70, en la era de la liberación, y desde los 80 hasta hoy, en la era de los excesos. El tenor principal de Tiba es el deber de rescatar la autoridad de los padres en la educación de los adolescentes, un mensaje que merece profundas consideraciones de nuestra parte.
En cuanto a la política, sólo estos datos: del 70% que pensaba en la fecha 1/2003 que Lula iba a cumplir sus promesas proselitistas, queda un 48% en 2/2004, y del 60% en 5/2003 que calificaba su política social como acertada, queda un 45% que hoy piensa así.
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fecha: 2004-03-21 22:31:18

autor: Willi Noack

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