Cada año se repite un dilema — Willi Noack — 7.5.2004

Cada año se repite un dilema

Willi Noack

Los bachilleres -y sus padres- enfrentan cada año el mismo gran dilema: la elección de su futuro.

Miles salen de los colegios cada año y tienen que tomar una decisión trascendental: ¿y ahora qué?

Mientras que en otros países se investiga científicamente cómo será el futuro de la demanda laboral, ofreciendo una orientación responsable sobre cuáles serán las profesiones con buenas perspectivas en el futuro, en Bolivia predomina la confusión. No hay financiamiento –dicen- para instalar un sistema permanente de análisis del futuro mercado laboral que tienda a terminar con esta confusión.

Es loable pero no suficiente que desde ya casi diez años, la Federación de Profesionales de Santa Cruz – FPSC -ofrezca con sus ya reconocidas “Jornadas” una cierta orientación en cuanto a la vocación personal de los participantes. El resultado de este trabajo es útil para un bachiller al escuchar una opinión acerca sus dotes y dones que le sirven en mayor grado para ejercer una determinada profesión, pero que no son útiles para triunfar en otra.

Las universidades organizan campañas para vender su producto, la formación superior, que hoy en día no termina con la licenciatura, pues sin un “postgrado” el licenciado no es competitivo. Y de esta manera se insinúa al bachiller que entre no más a la casa de estudios superiores, y si sale después de largos años de sacrificio personal y de sus papás (financiando el estudio), en muchos casos tiene que sufrir por haberse formado en una profesión sobresaturada.

Muchos padres tienen una culpa directa en esta frustración. En el afán de tener hij@s académic@s en la familia, mejor que sea un “doctor”, permiten y motivan a elegir carreras sin futuro. Mientras que Bolivia precisa con urgencia mano de obra calificada, a lo mejor formada mediante la “formación dual” que en Santa Cruz se conoce como el método de INFOCAL o de INCOOCAP (y quizás aplicado en algunos otros institutos), la carrera de un técnico medio o técnico superior no goza del prestigio merecido. Según información conocida desde hace un tiempo, el 90% de los estudiantes de INFOCAL cuentan con un trabajo permanente una vez terminados sus estudios teóricos y prácticos. ¡Cuántos licenciados en abogacía, los “doctores”, deben ganarse su vida con empleos ajenos a sus estudios! No obstante, esta carrera y otras “tradicionales” siguen estando entre las más preferidas. Es necesario insistir en la necesidad de aumentar el “status social” de los técnicos, y una ayuda para ello sería el reconocimiento del colegio de técnicos en la FPSC.

He aquí un serio problema para Bolivia. Sus mejores recursos humanos, su capital humano, se capacita en vano, y muchos no ven otra solución que de emigrar. Esta fuga de cerebros – probablemente se van los más dinámicos, los más audaces, los más emprendedores – causa un déficit enorme de potenciales empresarios en grandes empresas y PyMEs, a nivel de mandos medios, y eso es perjudicial para el logro de altos niveles de competitividad.

Si los profesionales salen de una universidad estatal, el daño para Bolivia es aún más grande: ellos fueron “becados” por la sociedad, el Estado invirtió en ellos pero no recibe el retorno de esta inversión. ¡Mal negocio!

Finalmente un consejo: sea la elección cual sea, hay que dominar el inglés y las TIC, las tecnologías de la información y de la comunicación.

www.eforobolivia.org

www.riberalta-bolivia.com

fecha: 2004-06-13 17:17:24
autor: Willi Noack

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