Límites de la democracia – Willi Noack – 18,9,2004

Límites de la democracia

Willi Noack

En días pasados tuve la oportunidad de ver en la televisión en Alemania una entrevista con un político de alta jerarquía (Wolfgang Schäuble). El tema era realizar o no en Alemania un referéndum sobre la Constitución Europea, que ha sido aprobada por los 25 jefes de gobierno, pero que precisa ser avalada, en el caso de Alemania, por el parlamento.

La CPE alemana no prevé un referéndum, mucho menos uno vinculante. No obstante, actualmente hay un movimiento en Alemania que exige el referéndum sobre la Constitución Europea.

Las reflexiones del entrevistado, un respetado experto en materia democrática, incluyeron comentarios que me parecen aplicables a la situación boliviana. Dijo que no respalda el postulado de realizar un referéndum por tratarse de una materia demasiado compleja y complicada para que el grueso de los conciudadanos alemanes puedan entender de qué se trata, y que es objetivamente imposible en tiempo razonable y por los canales de comunicación social existentes generar un nivel de conocimiento y entendimiento imprescindible para decidir sobre el cometido. Para entenderlo bien: dice un demócrata comprobado que este instrumento de la democracia directa no sirve para determinar asuntos existenciales para la Unión Europea. Sería, según el entrevistado, totalmente inaceptable que un instrumento que consolida la futura unión sea sujeto a un voto popular cuando el votante no puede objetivamente analizar la incidencia de una disposición y, a veces, una sola palabra puede tener consecuencias fundamentales.

¿Qué importancia tienen para nosotros en Bolivia estas reflexiones de un político de otro país y de otra cultura? ¡Creo que mucho! ¿Acaso no tenemos una experiencia reciente con el referéndum nuestro sobre el gas? ¿Podemos pretender afirmar que nuestros votantes sabían, con criterio propio, analizar objetivamente todas las implicaciones de las cinco preguntas? Y pensando en el próximo referéndum sobre la reconstrucción del Estado boliviano – bajo el principio de la subsidiaridad – con descentralización política que conlleva a la autonomía regional y forzosamente a una federación de las nueve regiones. ¿Sabrá el conciudadano evaluar la imperiosa importancia de este cometido y respaldarla?

Y pensando en la Constituyente. ¿Es conveniente que personas democráticamente elegidas, pero ignorantes en la materia constitucional, congreguen, con las mejores intenciones, para dotarse de una nueva CPE? Dudo que se conseguirá un resultado viable, factible, técnicamente coherente.

Para manejar un auto, el conductor debe haberse capacitado. Para ejercer una cirugía, el médico ha estudiado largos años. Para ser juez, se precisan sólidos conocimientos de las leyes. ¿Y para determinar una nueva CPE basta ser nombrado representante “notable” por un grupo de ciudadanos, sin exigir la calificación imprescindible? Por eso hay que aceptar que la democracia representativa tiene sus límites, y para la democracia directa nos falta posiblemente la formación ineludible de grandes contingentes de la población.

www.eforobolivia.org – tres años en la Internet

www.bolivia-riberalta.com
(Este artículo será publicado en EL DEBER en fecha 19.9.2004)

fecha: 2004-10-15 17:01:43
autor: Willi Noack

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