Sin fines de lucro – Willi Noack – EL DEBER – 17.10.2004

Santa Cruz de la Sierra – Bolivia, Domingo 17, Octubre de 2004
Sin fines de lucro


Willi Noack

La vasta extensión del territorio boliviano causa muchos problemas y exige soluciones mediante la intervención del Estado, pues los mecanismos del libre mercado –con su principio de buscar actividades rentables– no las consiguen. Me refiero a atender a poblaciones numerosas que viven lejos del ‘eje’, que no tienen una vinculación caminera estable durante todo el año.
Ésta es la situación del norte amazónico boliviano, de la provincia Vaca Díez y de su capital, Riberalta, recientemente integrada en la Mancomunidad del Norte, junto con Guayaramerín y otros cinco municipios. Es una región donde se procesa la castaña, una región industrial que aporta al PIB con una considerable contribución, pero que –en términos de transporte– sería mejor llamarla ‘sal-si-puedes’. ¡Vaya derecho fundamental a ingresar, permanecer, transitar y salir del territorio nacional (art. 7 CPE)! El viaje de Riberalta a Santa Cruz duró 19 horas…
Algunos dirán que siempre ha sido así, pero no es verdad.

Cuando era propiedad del Estado, el LAB ofrecía sus servicios descuidando el principio de rentabilidad y atendía rutas secundarias sabiendo que eran deficitarias. Era una política socialmente justa, en vista del abandono relativo de estas regiones de Beni. Queda sobreentendido que una empresa capitalista opera sus rutas bajo el enfoque de contribución marginal a la ganancia, y que por tanto, las rutas deficitarias desaparecen.

El principio de la rentabilidad en servicios elementales como el transporte y el abastecimiento de energía es cuestionable. La lógica ortodoxa de la asignación óptima de los escasos recursos choca con la realidad de un país pobre, donde se deben mitigar las consecuencias desfavorables con sistemas de intervención del Estado justificados por el orden de una economía SOCIAL de mercado. Insisto en que el intervencionismo —por ejemplo, congelar precios del diésel o del pan— es totalmente contraproducente y la terapia es peor que la enfermedad; pero un servicio aéreo, como el que presta TAM a la Amazonia, merece aplausos, pues puede ser considerado como un servicio estatal que responde a sus obligaciones sociales.

Además, atender a regiones alejadas y mejorar la calidad de vida, “allá, donde el diablo perdió el poncho”, reduce la migración hacia el ‘eje’ y es condición imprescindible para que prospere el turismo.
Una similar tarea imperiosa para el Estado, bajo el enfoque de su responsabilidad social, es llevar con urgencia las tecnologías de información y comunicación a estas regiones alejadas, sin importar la rentabilidad actual. La libre empresa capitalista no puede, y tampoco debe, absorber las pérdidas de un servicio deficitario; que los tecnócratas piensen en una modalidad viable para subvencionar lo que resulta de la atención obligatoria del Estado, evitando el fraude y la corrupción.
Mientras no exista la carretera Norte (La Paz – Guayaramerín) y las pistas de aterrizaje en Riberalta y en Guayaramerín no estén asfaltadas, persistirán los graves problemas señalados en este artículo. Éste es un llamado a la reflexión sobre la preeminencia de la ganancia cuando se trata de servicios elementales.
www.eforobolivia.org 3 años en la Internet

www.bolivia-riberalta.com
fuente: http://www.eldeber.com.bo/20041017/opinion_3.html
NOTA: Este artículo, en una versión más completa, y fotos del aeropuerto de Riberalta están en
www.riberalta-bolivia.com WN

fecha: 2004-11-09 15:46:27
autor: Willi Noack

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