Preguntas, preguntas y más preguntas – Willi Noack — 21.1.2005
Preguntas, preguntas y más preguntas
Willi Noack
Antes de todo: Santa Cruz va a conseguir su autonomía pues 470.000 firmas cuentan. El Gobierno debe entender que cualquier solución a problemas puntuales debe incluir este objetivo.
Escucho por doquier muchas preguntas que no tienen una respuesta conocida y verídica. A las preguntas que escucho por la “radio-cocina” añado algunas preguntas mías.
¿Es verdad que las familias humildes, de bajos ingresos, no pueden so pena de muerte colectiva pagar 50 centavos más de transporte?
¿Es verdad que los micreros tienen que incrementar su tarifa en 50 centavos, ¡un tercio más que el precio actual!, por causa del alza del diesel, que implica para ellos alrededor de 10 o 20 bolivianos cada 100 kilómetros recorridos?
¿Es verdad que el sector agropecuario muere si el diesel sube en 75 centavos, porque este costo tiene tanta incidencia en el costo total de la producción?
Cuando se mantiene el precio subvencionado y muy por debajo del precio en países vecinos, ¿no habrá contrabando y escasez en el mercado interno como en los tiempos de la UDP?
¿Es verdad que hay personas muy pudientes en la cadena de distribución de hidrocarburos que ganan a costillas del consumidor, entre ellas un ex presidente?
¿Es verdad que el alza del flete tiene que conllevar a una subida de los precios de los productos de primera necesidad en una escala exagerada, o es verdad que algunos o muchos incrementan aprovechando de la coyuntura?
¿Qué margen de alternativa tiene el TGN para seguir subvencionando con cuántos millones?
Las organizaciones de la comunidad internacional que sostienen con su apoyo el cierre del déficit fiscal, ¿aceptan que las subvenciones agudicen este déficit, con la amenaza de tener que reactivar la imprenta de dinero, como en la UDP?
Se sabe que el sector transportista tiene mucho poder y lo utiliza sin más escrúpulos para imponerse y obtener beneficios para sí mismo. ¿Es que tiene al gobierno y a la sociedad en jaque mate?
Dicen que las confrontaciones sólo sirven para crear un clima de convulsiones que permite agitar y producir cambios que una minoría impone mientras que la mayoría, muda, no quiere otra cosa que vivir en paz social y paulatinamente mejorar sus condiciones de vida. ¿Es verdad?
Vaya Ud. en un taxi y entable una conversación, o con su vendedora en el mercado, o sobre el banco en la plaza remodelada, o donde Ud. quiera: estas y similares preguntas conmueven actualmente a mucha gente.
¿Y qué respuestas se escuchan? Los que han aprendido que dos más dos son cuatro, tienen muchas dudas de que las versiones que vierten los grupos interesados merecen credibilidad. Por la falta de una buena y fehaciente socialización de los temas en cuestión queda la duda. Y como no queda otra que adivinar cual es la verdad, ante la duda y por la falta de confianza, salen explicaciones muchas veces bastante aventureras. Es obvio que reina una desorientación peligrosa que se puede resumir en: todo es posible, nada seguro, hasta las consecuencias extremas parecen entre las posibles y hasta las probables. Un estado anímico de tanta incertidumbre tiende a paralizar al conejo ante la víbora.
Lamentablemente no aparecen señales de que estemos pasando por el bajón y de que pronto vayamos cuesta arriba. No se vislumbra la luz que señale el fin del túnel. Es muy importante y tiene suma urgencia contestar de manera credible a las preguntas para que el pueblo pueda depositar cautelosamente su esperanza, fe y confianza en los dirigentes.
www.eforobolivia.org – tres años en la Internet
www.riberalta-bolivia.com – abriendo una ventana al mundo
(Artículo de opinión que será publicado en EL DEBER, en fecha 23.1.2005)
fecha: 2005-02-14 13:55:10
autor: Willi Noack
