¿Deseamos un Estado socialista? – Willi Noack – 15.4.2005
¿Deseamos un Estado socialista?
Willi Noack
“Quien pretende identificar la mejor constitución, debe primero especificar cuál es la vida más digna de escogerse.”Aristóteles, *384 +322
Esta cita supone la facultad de escoger libremente, lo cual supone poder ejercer soberanía. Sin embargo, un país dependiente y voluntariamente comprometido por convenios internacionales firmados por él se encuentra en una situación de restringida soberanía. Esta realidad reduce fundamentalmente las opciones de elección. La dependencia de Bolivia de la comunidad internacional que le otorga ayuda externa vital exige ser considerada. BOLIVIA es destinataria de esta ayuda por haberse constituido en un país democrático, liberal, de derecho. Este condicionamiento de la ayuda externa puede considerarse, tal como lo hacen algunos, como una injerencia en asuntos netamente nacionales, pero aún así, establece un hecho innegable.
La cita de Aristóteles precede el libro de Jorge Asbún titulado “Constituyente y Reforma Constitucional en Bolivia”, y que aporta un análisis profesional con enfoque de derecho constitucional al debate actual. Es una necesidad obligatoria de que todos los que se animen a opinar sobre el tema conozcan esta obra.
A continuación veamos algunas afirmaciones, citas entre comillas, que precisan ser tomadas en cuenta en el debate.
La Constitución Política del Estado, CPE, se enmarca en “la ideología que inspiró el texto boliviano de 1826 (y que) se ha mantenido inalterable hasta el presente”, y por lo tanto “Bolivia desde su fundación en 1826 hasta hoy ha tenido una sola constitución”. En cuanto a la ideología la CPE de 1826 “se adscribió al Liberalismo democrático”.
Considerando que “la única ideología política vigente es la liberal democracia”, una “reforma total de la constitución” a cargo de una asamblea constituyente significaría “fijar nuevos principios, valores, derechos, garantías y obligaciones para los ciudadanos y nuevos principios y órganos de gobierno para que materialicen esa nueva filosofía política”.
En el contexto de la dependencia con la limitada soberanía “parece poco posible aprobar una nueva constitución”. Entre las propuestas en el actual debate, una excepción proviene del representante de la COB que afirmó “la Asamblea Constituyente debería plantear un Estado socialista”. Aclarándolo bien: eso sería un cambio total de la ideología que solamente puede producir una constituyente.
Por otro lado, nadie cuestiona la existencia de problemas graves que finalmente impusieron la Asamblea Constituyente, para mencionar el desempleo, la exclusión social y la crisis generalizada. Sin embargo, “Es evidente que estos no surgen esencialmente de un problema constitucional”.
Lo que se precisa son reformas parciales y para tales el artículo 231 de la CPE determina un verdadero “ritual”, como lo califican algunos, pero que en realidad representa un “candado” muy necesario para evitar violaciones de la Magna Ley, como aquélla cuando se pretendió en el año 1993 que “esta constitución puede ser reformada por el voto de dos tercios del total de los miembros de cada una de las cámaras mediante el procedimiento legislativo ordinario”.
Es fundamental respetar la intangibilidad de principios, valores, garantías. A propósito de principios: falta en nuestra CPE vigente el principio de la subsidiaridad para evitar una pelea sobre la repartición de las competencias entre los tres niveles (¡que nos está esperando!) sin disponer de una norma constitucional de dirimirla, léase: el principio de la subsidiaridad que es reconocida textualmente en los PGDES -pero no se la aplica.
La pregunta clave es si la mayoría de los bolivianos pretende escoger un estado socialista inviable o más bien desea que se consolide el Estado social y democrático de derecho que es la ideología de nuestra CPE vigente, por más que la cruel realidad origine dudas sobre sino es una ciencia ficticia.
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(Este artículo será publicado en EL DEBER en la edición del 17.4.2005)
fecha: 2005-05-27 17:17:39
autor: Willi Noack
