Mayoría apática versus minoría agresiva – Willi Noack – 13.5.2005

Mayoría apática versus minoría agresiva

Willi Noack

En el editorial de EL DEBER del 10 de mayo, dice: “Preciso es aclarar que entre los gobernados existe una sensible mayoría que se atiene a los principios mencionados, pero que simple y llanamente no se manifiesta.”

La situación es mucho más dramática que la descrita en el editorial. La minoría ha abierto un campo de concentración. El gobierno desea una solución pacífica. La minoría anuncia generar nuevamente el caos.

Y la “sensible mayoría” mira a la víbora como un conejo, incapaz de moverse.

Los medios de comunicación social no hablan con palabras claras para denunciar un CAMPO DE CONCENTRACIÓN como una barbaridad contra los derechos humanos, aparentemente ciegos por ser parciales. Lo que es una brutal violación de los derechos fundamentales pasa por “tomar rehenes”. Es la selección de las palabras que define si el mensaje sobre una acción de la minoría se la describe como ligeramente incorrecta o increíblemente criminal. Se puede constatar que estos medios no tienen el criterio para oponerse a ser cómplices de los delincuentes.

Sobre la culpa del gobierno, que se destaca por una permisividad inaudita en cuanto a tolerar actos vandálicos, se han llenado largos carrilles. Los legisladores no asumen su papel, por demás denunciado por doquier. Se pasan los problemas como el “trapo sucio” del uno al otro, y cuando quieren comprometer a los fiscales, éstos dicen no, gracias. (NOTA: hoy, 13.5.2005 leemos por fin que el fiscal pide la intervención de la policía en el campo de concentración. Por fin.)

Por lo tanto, vaya gobernabilidad. La minoría dicta, el gobierno toma nota pues ese es el “diálogo” que prefiere, y cuando el gobierno obediente ha satisfecho en gran medida la exigencia de la minoría, ésta produce nuevas. Vaya “diálogo”, vaya “negociación” sobre el mandato de la CPE. El ceder, ceder y ceder ha conllevado a la situación actual. Cada victoria de la minoría sobre la “sensible mayoría” tuvo el efecto triunfador de aumentar las exigencias y chantajear cada vez con más atrevimiento, ahora con un campo de concentración.

Un asesor de la minoría consta que esta situación puede desembocar en una guerra civil. Él debe saber de qué está hablando. Nada raro que el objetivo no sea –como se envuelve al pueblo inocente- conseguir una tajada más gruesa del gas, lo que hasta en la mayoría encuentra apoyo – ¡cómo no! Se sabe que también las (¡por la minoría!) satanizadas “transnacionales”, con sus socios bolivianos, están de acuerdo con dar más beneficio del meganegocio a Bolivia. Pero ahora la minoría pide mediante el chantaje la nacionalización… La meta final es la constitución de un Estado socialista.

Conozco bien la historia alemana. La táctica de la minoría boliviana se parece bastante al pérfido juego de Adolfo Hitler en el año 1938, cuando “dialogó” con Chamberlain y Daladier, ambos tratando de evitar a cualquier costo el derrame de sangre, y pensaron ingenuamente que su permisividad frente a los crímenes de Hitler era el camino para lograr conservar la paz. ¡Que equivocación terrible! Subestimaron la obsesión de Hitler de conquistar el mundo a través de una guerra imperialista. Por su permisividad tienen una co-culpa histórica por los 50 millones de vidas que costó la segunda guerra mundial.

Se puede negociar, “dialogar”, para lograr resultados equilibrados, y lo mejor sería que ninguna de las partes se considere ganadora. Pero solamente se puede negociar entre partes honestas, que no pretenden a cualquier costo “tumbar” al otro. Mientras Hitler prometía la tan anhelada paz si los demócratas británicos y franceses le permitían cometer otro y otro crimen, estaba en secreto alistando sus tropas para invadir países vecinos.

Ser inocente y actuar de buena fe, confiando en el prójimo, es noble. Pero la distancia entre esta actitud y la de ser un crédulo tonto es corta…

La “sensible mayoría” debe evaluar con gran atención e imaginación las señales que están a la vista – es cuestión de querer verlas.

www.eforobolivia.org

www.riberalta-bolivia.com

(Artículo para EL DEBER, edición del 15.5.2005)

fecha: 2005-07-12 16:55:38
autor: Willi Noack

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