Aclaración necesaria — Willi Noack — 31.5.2005

Aclaración necesaria

Willi Noack

Sin duda, el caos del país resulta del choque de dos dogmas diametralmente opuestos: el socialismo contra la economía social de mercado.

Indudablemente, el honor a la verdad nos obligaa reconocer que la brecha entre ricos y pobres en Bolivia es escandalosa. Es un deber superar esta exclusión para garantizar la paz social. Es la exigencia de los defensores del principio de la mejor justicia social. Es la convicción de grupos “pudientes” que reconocen su responsabilidad social. Sin embargo, predomina un egoísmo desenfrenado entre otros grupos que hace –sea como sea- culto al concepto de hacerse rico, sin medir las consecuencias. Es en esta mentalidad donde tiene su origen la corrupción.

Maximizar la renta individual y grupal –sea como sea, inclusive con actos criminales- es el cáncer de nuestra sociedad.

Si bien se puede detectar una convergencia entre declaraciones publicadas de la ultra izquierda y las dirigencias del capitalismo, tales como la CAINCO, que la pugna es o debe ser la lucha contra la pobreza, no existe ni un mínimo acuerdo entre ambos sobre el camino para lograr esta meta existencial. Existencial, pues en la extrema brecha y la indigencia de grandes contingentes de la población se ha acumulado una dinamita que más temprano que tarde debe ser desactivada so pena de que reviente el puchichi.

Ahora bien, hasta aquí constatamos coincidencia, por lo menos declarada, en la meta. ¿Cuáles son los caminos para lograr esta meta de reducir significativamente la pobreza absoluta y relativa (la brecha)?

Es muy importante insistir que el socialismo-comunismo no es un concepto viable, factible, idóneo para generar bienestar compartido. Sin ir tan lejos como a la URSS o la Alemania comunista ambos fallecidos por la bancarrota incuestionable de su “modelo”, del sistema socialista, basta recordarnos del desastre que causó la UDP en Bolivia. No podemos olvidarnos que en 1995 ni siquiera existía una propuesta izquierdista, y el 21060 era la única opción para componer el Estado y sobre todo la economía, con claras características de una economía social de mercado. Es inconcebible que se borre de la memoria colectiva esta experiencia de una catástrofe nacional que obligó al Presidente Siles Zuazo a recortar su mandato – tirando la toalla. La tasa de inflación había llegado a 23.000 por ciento, y el abastecimiento de la población con la comida diáriaera una travesura cotidiana. ¡Cómo olvidarse de este caos!

Pero no obstante, minorías muy agresivas intentan obligar a Bolivia a volver a esta situación con su dogma trasnochado y comprobadamente inviable de constituir un país socialista, con empresas estatales focos de corrupción e ineficiencia.

¿La economía social de mercado representa la solución? Estoy consciente que mucha gente lo duda, argumentando que no se ha mejorado la existencia de grandes contingentes de la población. Eso es una triste verdad a medias, si bien no absoluta, pues si comparamos los Índices de Desarrollo Humano –IDH- podemos felizmente constar que se ha avanzado en la reducción de la pobreza. Que este avance no haya sido más tiene su causa de fondo no en fallas del orden económico del libre mercado sino en ladeficitaria implementación y aplicación de este orden. En países donde la implementación se ha realizado acertadamente, los réditos del modelo del libre mercado están a la vista. ¡Chile! Pero también en Santa Cruz se ha producido este efecto.

Lo que hace falta es el cumplimiento de las obligaciones tributariasde los ricos , y que los impuestos sean invertidos inteligentemente sin sufrir mermas. En otras palabras: dejar a un lado el egoísmo y reconocer la responsabilidad con la sociedad. Eso quiere decir un no categórico al capitalismo salvaje. Solamente así se logra una sociedad viable y socialmente más justa.

El socialismo lleva al abismo.

www.eforobolivia.org

www.riberalta-bolivia.com

fecha: 2005-07-12 16:45:27
autor: Willi Noack

Editor: Willi Noack | Administración Técnica: Jose Carlos Choque Y. | Creatica Ltda.