Aclaración necesaria – Willi Noack – EL DEBER – 8.6.2005

Santa Cruz de la Sierra – Bolivia, Miércoles 08, Junio de 2005
Aclaración necesaria


Willi Noack

Sin duda, el caos del país es el resultado del choque de dos dogmas diametralmente opuestos: el socialismo y la economía social de mercado.

Indudablemente, en honor a la verdad, la brecha entre ricos y pobres en Bolivia es escandalosa. Es un deber superar esta exclusión para garantizar la paz social. Es la exigencia de los defensores del principio de la mejor justicia social. Es la convicción de grupos ‘pudientes’ que reconocen su responsabilidad social. Sin embargo, predomina un egoísmo desenfrenado entre grupos que hacen, sea como sea, culto al concepto de hacerse rico, sin medir las consecuencias. En esta mentalidad tiene su origen la corrupción.

Maximizar la renta individual y grupal –sea como sea, inclusive con actos criminales– es el cáncer de nuestra sociedad.

Si bien se puede detectar una convergencia entre las declaraciones de la ultraizquierda y las de las dirigencias del capitalismo, como la Cainco, que la pugna es o debe ser la lucha contra la pobreza, no existe ni un mínimo acuerdo entre ambas en torno al camino para lograr esta meta existencial. Existencial, pues en la extrema brecha y la indigencia de grandes contingentes de la población se ha acumulado dinamita que, más temprano que tarde, debe ser retirada so pena de que reviente el puchichi.

Ahora bien, hasta aquí constatamos coincidencia, por lo menos declarada, en la meta. ¿Cuáles son los caminos para alcanzar el objetivo de reducir significativamente la pobreza absoluta y relativa (la brecha)?

Es muy importante insistir en que el socialismo-comunismo no es un concepto viable, factible, idóneo para generar bienestar compartido. Sin ir lejos, ahí están la URSS o la Alemania comunista, que fallecieron por la bancarrota incuestionable de su ‘modelo’ (el sistema socialista); asimismo, basta recordar el desastre que causó la UDP en Bolivia. No podemos olvidar que en 1985 no existía ni siquiera una propuesta izquierdista, y el 21060 era la única opción para componer el Estado, sobre todo la economía, con claras características de una economía social de mercado. Es inconcebible que se borre de la memoria colectiva esta catástrofe nacional que obligó al presidente Siles Zuazo a recortar su mandato.

No obstante, minorías muy agresivas intentan obligar a Bolivia a volver a esta situación con su dogma trasnochado y probadamente inviable de constituir un país socialista, con empresas estatales, focos de corrupción e ineficiencia.

¿La economía social de mercado es la solución? Estoy consciente de que mucha gente lo duda, al argumentar que no ha mejorado las condiciones de existencia de grandes contingentes de la población. Ésta es una triste verdad a medias, pues si comparamos los índices de desarrollo humano (IDH) podremos verificar felizmente que se ha avanzado en la reducción de la pobreza. Que este avance no haya ido más allá, tiene su causa de fondo no en fallas del orden económico del libre mercado, sino en la deficitaria implantación y aplicación de este orden. En países donde se lo ha desarrollado acertadamente, los réditos del modelo de libre mercado están a la vista. ¡Chile!, pero también en Santa Cruz se ha producido este efecto.

Lo que hace falta es el cumplimiento de las obligaciones tributarias de los ricos y que los impuestos sean invertidos inteligentemente sin que sufran mermas. En otras palabras: dejar a un lado el egoísmo y reconocer la responsabilidad con la sociedad. Eso quiere decir un no categórico al capitalismo salvaje. Solamente así se logra una sociedad viable y socialmente más justa.
El socialismo lleva al abismo.
www.eforobolivia.org
www.riberalta-bolivia.com

fecha: 2005-07-15 16:30:50
autor: Willi Noack

Editor: Willi Noack | Administración Técnica: Jose Carlos Choque Y. | Creatica Ltda.