Alemania: perpleja — Willi Noack — 8.7.2005

Alemania: perpleja — Willi Noack — 8.7.2005

Santa Cruz de la Sierra – Bolivia, Domingo 03, Julio de 2005

Alemania: perpleja


Willi Noack ®® Desde Düsseldorf, Alemania

El título de esta nota hace referencia al comentario del domingo pasado, titulado ‘Europa: perpleja’. Estoy seguro de que la perplejidad es actualmente un fenómeno que está por doquier, inclusive en Bolivia. Pero miremos Alemania.
Todos, virtualmente todos, están convencidos de que la situación actual exige reformas, pues los resultados de las políticas de las últimas décadas no colmaron las expectativas de grandes contingentes de personas en torno a una vida mejor, con justicia social, en democracia, sin pobreza.
La creciente brecha entre ricos y pobres, entre países con una altísima tasa de desempleo o con una moderada, con altos –o bajos– porcentajes de extranjeros inmigrantes, etc., pone en duda las políticas aplicadas. El grito por reformas es numeroso, fuerte y compartido. Pero cuando se trata de ponerse de acuerdo sobre el contenido de las reformas, falta un consenso mínimo entre los grupos de interesados. Por programas diferentes, a veces totalmente opuestos, se producen polarizaciones sociales.
Tan variadas son las recetas que ofrecen los unos y los otros, que el ciudadano queda perplejo. ¿A quién debe o puede creer? ¿Es el ‘modelo’ el culpable? ¿Es su implementación deficitaria la culpable por los resultados observados? ¿Podemos confiar en las ofertas de unos o de otros?
Los profetas de sus paraísos no nos explican con sinceridad las consecuencias de sus sugerencias. No nos dicen sus recetas para supuestamente conseguir el bienestar; o en otra jerga: la felicidad, en determinados casos, es simple y llanamente utopías, bonitas pero totalmente inviables. Otros piden sacrificio, pero siempre del otro y –¡sobreentendido! – no de la clientela del profeta. ¿Qué política factible garantiza la reducción del desempleo que afecta a casi cinco millones de alemanes? ¿Qué política produce más justicia social y contrarresta la concentración de la bonanza en manos de pocos alemanes? ¿Qué recortes –necesarios– de privilegios de los favorecidos por las leyes son factibles sin causar protestas que pongan en riesgo la gobernabilidad que ya actualmente está perdida? ¿Qué futuro nos espera a los europeos, a los alemanes y a los bolivianos si no se hacen las reformas? ¿Cómo se responde a los nuevos desafíos –probablemente amenazas (ver China)– en el mundo donde solamente los mejores, audaces, informados, formados, los jugadores globales y campeones tienden a ganar? ¿Y qué pasará con los inferiores?

En resumen, en todas –¡todas de verdad! – las conversaciones que tuve durante los 15 días pasados con muchas personas de todos los niveles, prevalece una impresión: están perplejos.

www.eforobolivia.org
www.bolivia-riberalta.com

fuente: http://www.eldeber.com.bo/20050703/opinion_5.html

fecha: 2005-08-05 15:13:51
autor: Willi Noack

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