¿Es verdad que la economía de mercado no sirve? – Willi Noack – 21.7.2005

¿Es verdad que la economía de mercado no sirve?

Willi Noack

¡Sirve! ¿Pero por qué da resultados positivos en muchos países, como por ejemplo en Chile, y no en otros países, entre ellos Bolivia?

Esta nota complementa la nota del domingo pasado sobre diferentes conceptos. Recordémonos: “Economía de mercado: sistema económico en el que los precios se determinan por la oferta y la demanda” (así el diccionario de la RAE). Cuando se incorpora la responsabilidad social se habla de la Economía Social de Mercado. Este sistema predomina en Europa y en muchos países fuera de Europa, entre ellos Bolivia. Se trata de un sistema socialdemócrata.

Hay una situación en Bolivia que merece algunos comentarios pues nos hacen creer que el “modelo neoliberal” no ha mejorado la situación en Bolivia. En primer lugar, el modelo neoliberal, sinónimo de “capitalismo salvaje”, tiene que ser observado con muchos argumentos, pues aplica la ley de la selva donde sobrevive el más fuerte, y el egoísmo del individuo o del grupo al que pertenece predomina desenfrenadamente. Nuevamente, Bolivia se asemeja a una socialdemocracia si bien no responde (todavía) cabalmente a las responsabilidades sociales.

La región donde la economía social de mercado se ha adoptado en mayor grado es sin duda en el oriente del país, sobre todo Santa Cruz. Aquí residen empresas que en relativamente poco tiempo, digamos veinte años, han logrado un nivel de desempeño que les permite llamarse “jugadores globales”. Tienen competitividad, exportan y responden a las altas exigencias de los mercados internacionales. Es por eso que esta región defiende este avance de su incursión exitosa en la economía mundial. Cumple en un grado perfeccionable pero no obstante ya considerado suficientemente de confianza por los inversionistas-capitalistas, dotados de la imprescindible “seguridad jurídica” y “paz social” para arriesgarse e invertir aquí. Cabe recordarnos que precisamos el capital externo y el conocimiento para poder alcanzar el desarrollo económico.

¿Y la situación de la gran masa de la población en cuanto a la satisfacción de sus necesidades básicas? Por más que algunos revolucionarios profesionales nieguen el progreso, también en este aspecto es innegable que hay avances. Los informes anuales del PNUD nos aseguran que los hay, utilizando el IDH (Santa Cruz casi 100% mejor que Potosí),y son los competidores exitosos en los mercados combativos del mundo. He aquí otra razón por qué en el oriente no prospera el discurso de los ultra-izquierdistas que predican la revolución bolchevique trotskista para refundar un Estado socialista-comunista.

¿Entonces, podemos descansar sobre los logros? ¿Ya no hay problemas? Lamentablemente una situación relativamente mejor en el oriente no significa que en el occidente que se pueda descansar. En términos absolutos falta mucho, por ejemplo mitigar, sino erradicar, la corrupción en sus diferentes expresiones. Falta todavía modernizar formas de pensar y aceptar nuevos retos, sobre todo las TIC’s. Falta más respeto por las leyes. Falta cumplir como ciudadano con los deberes frente al Estado.

Pero podemos constatar que estamos en este camino – en el oriente, bien entendido. La casi ausente predisposición de la población oriental de protestar en las calles con extrema violencia es un indicador de que la percepción mayoritaria es que estamos mejorando. Lo que hace otra diferencia con el occidente.

Finalmente: la economía social de mercado funciona también en Bolivia siempre y cuando estén dadas las precondiciones imprescindibles, tema para otra nota: Es muy probable que en las urnas se confirmará esta evaluación realista de muchos electores.

www.eforobolivia.org

www.riberalta-bolivia.com

(Artículo de opinión para EL DEBER del 24.7.2007)

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Un sano capitalismo, con objetivos socialistas – CLARIN – 21.7.2005

“La desigualdad es ya estructural en la Argentina. Para revertirla, se necesitan políticas públicas originales y provocadoras.”   —  COMENTARIO: Lectura recomendada. WN

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Hemos recibido una opinión contraria que refleja la posición marxista ortodoxa;

ES VERDAD, QUE LA ECONOMIA DE MERCADO NO SIRVE

La teoría marxista del valor no esta separada de las cuestiones palpitantes

de la lucha de clases. El que se oponga a ella, se pone en contra del

proletariado, cualquiera que se aleje de ella con tal o cual pretexto o al

amparo de frases marxistas, abandona a la vez al proletariado y a la

ciencia, tomando el partido del explotador capitalista.

El trabajo forma el contenido o sustancia material del valor. De ahí se

desprende que no es el empresario (“… son los competidores exitosos en los

mercados combativos del mundo” sic), sino el proletariado quien crea todas

las riquezas de la sociedad burguesa (`jugadores globales´sic). La teoría

del valor, descubre el carácter real de las relaciones sociales de la

economía mercantil, revela el misterio de la explotación capitalista velada

por las relaciones de cambio que existen entre obreros y empresarios.

Los economistas burgueses no quieren y no pueden analizar lo que se oculta

bajo la apariencia de los fenómenos porque no quieren reconocer que el valor

es creado por el trabajo, pretendiendo disimular las contradicciones de la

producción mercantil y del capitalismo.

Los teóricos reformistas se sitúan igualmente, en el punto de vista

capitalista, aunque se digan socialdemócratas. Como los economistas

burgueses identifican el valor con el precio y explican la magnitud del

primero por las condiciones del cambio. Tratan de explicar el valor, no por

la producción, sino por la circulación, negando así que el valor sea creado

por el trabajo.

“… predisposición de la población oriental a protestar” (sic)

Reconozcamos de que la globalización y la economía política neoliberal han

hecho un eficiente trabajo de desjerarquisación cultural en la que los

sectores de clase baja (oriente), pudieran ver también cierta posibilidad de

éxito para su actuar dentro del sistema. También reconozcamos que el

proyecto de la izquierda sustituyo al socialismo, por una dinámica

desarrollista de modernización hecha en nombre de las clases populares, pero

impulsada desde la tecnocracia social demócrata.

Finalmente, la juventud no hacen nada, vivir o sobrevivir en un paraíso del

consumo en donde los ideales de sus padres ni siquiera parecen distantes,

sino aburridos chistes opas.

La televisión y la música suplantan a Lenin o al Che y se han convertido en

santuarios autómatas que viven para hacer del instante el paraíso de lo no

duradero.

En las urnas Usted podrá ver la protesta del pueblo oriental (de los sin

voz)”

(enviado por carlos luis vera farfan [chaly-vera@hotmail.com] el 5.8.2005)

fecha: 2005-09-07 15:10:58
autor: Willi Noack

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