Chiste del rezo II
Chiste del rezo II
Un hombre humilde reza en Urqupiña. “Querida mamacita. Te ruego en tu benevolencia ayudarme. Necesito un vidrio de 25 por 50, sencillo. Necesito media bolsa de cemento y ocho tejas para arreglar el techo. Ahhhh, y un kilo de clavos….” En ese momento un señor con mucho decoro de oro, con esta prepotencia del dueño de muchos verdes, lo interrumpe al hombre: ” Ya basta. Aquí, toma los 100 dóllares y deja en paz a la santa virgen con tus pichangas!”, y empieza a rezar: “Mamacita querida, por favor haz lo posible porque mi próxima avioneta llegue sin problemas…”
Seleccionado por Willi Noack