Comicios generales en Alemania desde la óptica de Bolivia. – Willi Noack – 23.9.2005
Comicios generales en Alemania desde la óptica de Bolivia.
Willi Noack
El resultado de los comicios en Alemania transmite un mensaje claro. Ahora que Bolivia se está preparando para las elecciones puede ser de interés analizar este mensaje concentrándose en lo relevante y abstrayendo detalles como nombres y siglas (detalles en http://www.tatsachen-ueber-deutschland.de/1129.0.html y en
http://www.ife.org.mx/InternetCDA/estaticos/DECEYEC/alemania.htm ).
No es fácil analizar y entender el sistema político de otro país con los lentes bolivianos puestos. Estamos acostumbrados a una democracia que no respeta rigurosamente su CPE. Quizás sea éste el peor defecto que deriva en otras fallas.
91,3% de los votos fueron recibidos por partidos totalmente comprometidos para con la CPE alemana, y que respaldan el orden democrático, el Estado de derecho con justicia social (“Lo que ha resultado de las urnas es un rechazo a una reforma de sentido neoliberal o anglosajona del modelo de capitalismo renano. “, EL PAIS) y una economía social de mercado con respeto por la sostenibilidad, y que respetan los compromisos con la comunidad internacional (“…creo que la situación actual y las decisiones que se tomen -cualquiera que éstas sean- con relación a una coalición de gobierno, no tendrán mayor efecto en las decisiones que se tomen con respecto a Europa”, añade el catedrático”).
Solamente un partido (con 8,7% de los votos) no suscribe a este compromiso y quiere instalar un régimen ultra izquierdista. (“…izquierda retardataria que agrupa a las huestes de Lafontaine con los rescoldos totalitarios de los poscomunistas…”, cita). Los cuatro partidos descartaron categóricamente cualquier alianza con este Partido de Izquierda. En la UE no tienen los radicales izquierdistas apoyo. Vale destacar que no hubo tampoco una preferencia electoral para la ultraderecha. Estos partidos, cuando agitan contra la CPE, pueden ser prohibidos como sucedió con el partido comunista en 1956. La Corte Constitucional Federal vela sobre la conformidad con la CPE. El Estado tiene órganos que vigilan.
Por lo tanto, existe un gran consenso general en cuanto a las bases de la convivencia pacifica. Existe una convergencia enorme entre los programas de los cuatro principales partidos. Comparten en grande los principios y los objetivos. Existe, sin embargo, bastante divergencia en cuanto al “cómo” lograr los objetivos, una disputa sobre los instrumentos y las políticas necesarias para lograr estos objetivos.
Esta disputa tiene protagonistas, a veces con fuertes aversiones personales mutuas profundizadas durante la campaña proselitista, con cruces de palabras fuertes y se enfrentan como gallos de riña, y que luchan por imponer sus respectivos caminos. Se percibe esta situación como antagonismo irreconciliable (lo que no es comparable con las enemistades entre algunos caudillos bolivianos) sobre todo desde la óptica y por la experiencia de la práctica de democracias jóvenes. Sin embargo, los protagonistas corren el riesgo de perder el respaldo de sus bases si actúan demasiado en función a ambiciones personales y en desmedro de las necesidades de constituir un nuevo gobierno fuerte que garantice la gobernabilidad. La democracia dentro de los partidos inhibe que haya “dueños” de los partidos tal como nosotros estamos acostumbrados en Bolivia.
Comparaciones quedan siempre cortas, pero con esta salvedad podemos arriesgarnos a constatar que los partidos de Quiroga y de Doria Medina en lo grande se parecen mientras que el partido de Morales tiene un programa diametralmente opuesto.Los izquierdistas alemanes que no arrastran multitudes son “mansos” en comparación con sus camaradas bolivianos.
Siendo las diferencias -¡en Alemania!- principalmente de carácter instrumental, es factible lograr una coalición para obtener la mayoría en el parlamento(o sea conformar una “democracia pactada” – ¡nada malo, como nos quieren hacer creer!) siempre y cuando los programas coincidan en los asuntos claves y que hay flexibilidad en acercarse en otros temas de divergencia – por encima de los protagonistas enfrentados. Actualmente, este proceso de conformar un gobierno federal con imprescindibles convergencias en los programas de los partidos integrantes está en plena marcha y va a resultar más antes que tarde. He aquí otra diferencia con la práctica boliviana.
Divergencias, para dar ejemplos, existen en cuanto a las reformas para combatir el desempleo; a la política exterior (relación con EE.UU.; Turquía en la UE; etc.), tecnología para generar energía, sistema impositivo y el nivel de impuestos,el sistema de pensiones, flexibilización del mercado de trabajo y otras. Pero, reiterándolo, se trata de diferencias no fundamentales sino de grado. La prensa amarilla tituló “Empate mortal en Alemania” – una exageración ridícula.
En realidad los cuatro partidos son ejemplares algo diferentes pero de gran semejanza. No los separan conceptos opuestos ideológicos como en Bolivia a radicales revolucionarios y constitucionales evolucionarios.
Están en un dilema: “La socialdemocracia y la izquierda se encuentran, efectivamente, en una situación muy difícil, pues se han postulado como abogados del pequeño ciudadano y de los menos favorecidos de la sociedad. Ahora, debido a resoluciones europeas en las cuales han participado todos los partidos, se ven obligados a ejercer una política neo-liberal en cuanto a la flexibilización del mercado laboral, lo que, por supuesto, supone dificultades al empleado. Sin embargo, Reino Unido ha logrado, bajo Tony Blair, que se mantenga por años una política socialdemocrática liberal”, concluye Ambrossi.
La disyuntiva para el elector boliviano es, a diferencia del votante alemán, trascendental: ¿desea correr todos los riesgos y optar por una oferta proselitista fracasada, internacionalmente inviable, sacada del baúl que fue cerrado con la caída del muro de Berlín?
www.eforobolivia.org (aquí este artículo con más detalles y links)
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(Este artículo será publicado en una versión corta – por el espacio limitado concedido – en EL DEBER en fecha 25.8.2005)
fecha: 2005-11-15 22:54:50
autor: Willi Noack
