Sobre movimientos sociales – Willi Noack — 21.10.2005 / 25.10.2005

Sobre movimientos sociales

Willi Noack

Cuando los partidos políticos tradicionales padecen de una crisis tan grave que con raras excepciones van pereciendo dejando un vacío, el mismo se llena rápidamente con otras organizaciones, en el caso actual con los movimientos sociales (MS) en auge.

Una primera apreciación: los MS están actualmente vigentes no por su fuerza propia sino por la debilidad de la representación constitucional del pueblo a través de los partidos políticos. Crecen por debilidad de la constitucionalidad pero no pueden remplazar los partidos que son la correa de transmisión legal entre la voluntad del pueblo y el Estado, el engranaje indispensable en nuestra democracia representativa. Los partidos políticos y sus representantes son aplazados en su mayoría por no respetar la CPE, dejando el mencionado vacío.

La crisis de los partidos pone en extremos riesgos a la democracia por permitir que otras organizaciones se atribuyan hablar en nombre del pueblo sin tener la autorización legal para ello y sin tener ni remotamente la legitimidad de hablar en nombre de los nueve millones debolivianos.

Entonces, ¿son ilegales los MS? ¡No, por supuesto que no! Cumplen una función importante en la democracia representativa y que es articular la demanda social y proponer políticas a favor de los segmentos de la población que ellos representan, utilizando hábilmente los medios de comunicación para su marketing político, como grupos de presión o “lobby”. Nunca representan al conjunto, siempre a un sector, a un grupo con intereses muchas veces netamente económicos en favor exclusivo de los miembros del grupo. No coinciden en los objetivos y mucho menos en las tácticas para lograr los objetivos.

Esta función de proponer la demanda social es un pilar de la LPP. Las OTB’s proponen pero no imponen. Para eso debe haber diálogo entre gobernantes y gobernados para hacer conocer y justificar la demanda social, pero no para “negociar” en diálogos disposiciones legales con el propósito de responder dócilmente a demandas presentadas con carácter de chantaje por un MS. Los gobiernos débiles han aceptado este chantaje y han concedido favores fuera de la realidad, verdaderamente fuera del foco, para salir del momento a sabiendas de que no iban a cumplir con las promesas.

Y cada acto de debilidad incrementa el atrevimiento y estimula a copiar la experiencia exitosa de chantajear. Se vive como triunfo el hecho que el Estado no defienda su institucionalidad para así poder defender la democracia representativa. Las libertades sacrosantas personales son interpretadas equivocadamente como derecho a libertinajes, y sabiendo que violar los derechos ajenos queda impune. La violencia tipificada como delito queda impune. No es sorprendente que ante esta debilidad de los defensores del orden democrático las provocaciones permanentes e impunes se han convertido en una situación “normal”.

Las demostraciones para captar la atención son legítimas siempre y cuando respeten los derechos de otros y del conjunto y permitan el goce constitucional de sus derechos. El mejor ejemplo ha sido el cabildo cruceño del 28 de enero de 2005 cuando unas 350.000 personas demostraron pacíficamente por su exigencia de obtener la autonomía regional. Ese día, la PTJ pudo estar de descanso, pues no se registró un solo caso de vandalismo… Invito a comparar esta manifestación cívica de reclamos con las marchas paceñas. Es oportuno hacer recordar que los discursos del cabildo no instigaron al separatismo, más bien sugieren que los nueve departamentos traten de conseguir también su autonomía regional. Es de temer que la intención de algunos MS es la destrucción del Estado democrático de Derecho para instalar un Estado que la mayoría de los bolivianos rechaza en las urnas: erigir un orden socialista-comunista con rasgos de una dictadura de la calle.

Esta sospecha explica la permanente obstrucción mediante bloqueos, paros, estallidos que pretenden llevar a la bancarrota la constitucionalidad.

Algunos MS, los más radicalizados, pretenden instalar la democracia directa, es decir la “dictadura del proletariado”, en la jerga de antes. Algunos pretender usar esta variante de dictadura en la Asamblea Constituyente, realizándola al estilo de la asamblea de la revolución rusa. Esta intención circula en la red pero no en los panfletos oficiales de su campaña proselitista que disimula tales intenciones radicales y antidemocráticas pintándose de adictos a la CPE.

El presente análisis crítico sobre el papel de los MS y su usurpación de funciones y atribuciones sería totalmente diferente si no tuviéramos en Bolivia libres comicios universales y secretos en los cuales el ciudadano puede dar su voto a un partido de su preferencia, justamente porque ese partido supuestamente se bate por la reivindicación de sus demandas. Es importante constatar que de esta manera la representación del pueblo sería democráticamente impecable. Si un partido lograse el 50% más un voto quedaría establecido la voluntad mayoritaria del pueblo. Si la mayoría en el parlamento es alcanzada por alianzas de dos o más partidos, a raíz de convergencias en sus respetivos programas sobre la visión de futuro y el cómo lograr esta visión, también existiría esta representación incuestionable de la voluntad mayoritaria. El principio de la mayoría es un pilar de la democracia. Lo que no debe suceder es que el rechazo en las urnas conduzca a una lucha por el poder en las calles, lo que teme actualmente mucha gente.

MS persiguen objetivos grupales y no les importa si estos tienen impactos negativos para el conjunto, ni siquiera si son constitucionales, internacionalmente conformes con convenios suscritos por Bolivia, técnicamente factibles, etc. Exigen, sea como sea, lograr la satisfacción de sus intereses de egoísmo grupal, y luchan sin escrúpulos con todo para ello. Por esta característica un movimiento social no puede sustituir un partido, más bien tiene que proponer al partido sus necesidades para que EN EL PARLAMENTO se intente solucionar la demanda en conjunto con todas las demandas. Es una muestra patética de la usurpación de funciones cuando “Exigen a Rodríguez cumbre social para solucionar tema de escaños.” (Periódico OPINIÓN del 20.10.2005)

NOTA: Una versión corta de este artículo de opinión será publicada en EL DEBER del 23.10.2005.

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Los MS desde la óptica izquierdista:

Los movimientos sociales en Latinoamérica: Alcances y perspectivas de sus proyecciones sobre el poder , fuente:

http://www.bolpress.com/analisis.php?Cod=2005003937

Cita: “  La revuelta popular, por más amplia que sea, cuando no consigue traspasar el marco espontaneista, pierde ímpetu, se diluye, no alcanza la fase que culmina con la derrota del poder y la implantación de un nuevo orden social, que es su meta natural.”

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