3,9%: un dato alarmante – Willi Noack / EL DEBER – 27.11.2005

3,9%: un dato alarmante

Willi Noack

La tasa de penetración de la Internet en naciones como Estados Unidos es del 62%, cuando el promedio internacional es de apenas un 13%. En América Latina, este índice es menor al mundial: sólo el 11% de la población tiene acceso a la Internet. Consta que estamos en Bolivia muy lejos de otros países en materia de información y comunicación: un ínfimo 3,9% de los bolivianos está conectado a la red. ¿Por qué?

Esta nota no se dirige a los expertos de Internet. Intento hacer un alegato fuerte, a lo mejor una sacudida, para los que leen sobre este tema, pero que no les importa mucho o nada. Deseo despertar en ellos una curiosidad saludable para un asunto que, sin duda alguna, es y será decisivo para el futuro del país.

Sostengo una tesis provocativa y molestosa sobre nuestra baja proliferación del uso de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). La tesis: es en alto grado una cuestión de mentalidad y no tanto un problema de la pobreza como se argumenta frecuentemente, pues si fuese así todos los bolivianos en condiciones económicas suficientes tuvieron acceso a la red. Me inclino a creer más bien que la denunciada baja cultura de la lectura tenga por doquier una nueva variante de manifestación: la abstinencia de las TIC, no reconociendo que el siglo XXI es el del conocimiento. Al igual que la tesis cómoda pero cuestionable de la mediterraneidad, como causante del subdesarrollo boliviano, aparece un nuevo chivo expiatorio: somos pobres y por eso no podemos aprovechar de la Internet. Es cierto que no se puede esperar que Bolivia tenga pronto una conexión masiva; eso es un sueño para el futuro. En esta nota observo que los bolivianos en condiciones económicas suficientes no participan en el progreso.

Debemos lograr una respuesta positiva para progresar con un cambio de mentalidad, impulsando el trazado de una visión, misión, objetivos y metas de vida frente a la globalización, a fin de proponer nuevas tendencias, paradigmas y modelos de experiencias sumergidas a una vida con calidad.

El coordinador nacional de la Estrategia Boliviana de TIC, Gonzalo Aramayo, dice lo siguiente:
“- La brecha digital no sólo es tecnológica, es un reflejo de la combinación de factores socioeconómicos, culturales, de limitaciones y falta de infraestructura de telecomunicaciones e informática de las naciones.

- También implica una brecha cultural, vinculada con el analfabetismo, el dominio de otros idiomas y el sentirse cómodos y familiares con las TIC…

- Es, por tanto, un tema muy relacionado con la educación, la capacitación, el desarrollo de contenidos e incluso con la naturaleza humana.

- Es una expresión más de la desigualdad que existe en términos de desarrollo humano, entre países ricos y países pobres y, peor aún, es la desigualdad que existe en el interior de cada país”.

Complementando lo anterior, se puede afirmar que la brecha digital es una cuestión de proridad, y ésta es una cuestión de entender acertadamente las megatendencias globales y responder ‘proactivamente’ a ellas. La brecha ‘no’ es solamente una cuestión de dólares. ‘No’ es una cuestión de conectividad, pues si un pueblo, entre administración pública, sector privado y sociedad civil, asigna una máxima prioridad, encontrará una solución con tecnología punta. Pero esta necesaria prioridad de las TIC enfrenta un serio problema.
El buscador Google nos abre un mundo maravilloso. De pronto se tiene conocimiento de todo lo que hay a disposición. Vivir en un país pobre no significa condenarse a la ignorancia.

(*)

www.eforobolivia.org
www.riberalta-bolivia.com

fuente: http://www.eldeber.com.bo/20051127/opinion_5.html

fecha: 2006-01-06 19:52:55
autor: Willi Noack

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