Los ‘movimientos sociales’ – Willi Noack – 1.12.2005

Un error: el autor ha sido Willi Noack

Desde el punto de vista del marketing político se ha logrado un hermoso ‘supergol’ al bautizar a un conglomerado de agrupaciones de la sociedad civil como ‘movimientos sociales’.
Este nombre camufla de la mejor manera lo que en realidad es: la nueva edición de la izquierda unida. Aglutina a aquellas agrupaciones que se pintan con el color tradicional rojo, si bien algunas con rojo oscuro y otras con rojo claro. En comicios ganaban, en conjunto, un 10% de los votos.
Son muchas, muchísimas organizaciones con nombres que insinúan una importancia en cuanto a la representación de grandes contingentes de personas que en realidad no tienen. Es parte de la estrategia que sean muchas. De esta manera pueden aparecer como algo que no son: portavoces de la gran mayoría del pueblo boliviano, de casi nueve millones de habitantes. Ejemplo: “Bolivianos exigen nacionalización…” (BBC, 17/5/2005). ¿Bolivianos? ¡Grupos radicales!
Los ‘movimientos sociales’ suelen unir en sus marchas agresivas a unos cuantos centenares, a veces unos miles de militantes, mientras que, por ejemplo, en el cabildo pro autonomía de Santa Cruz del 28 de enero de 2005 se manifestaron entre 120.000 (admitido por el Presidente, a regañadientes) y 350.000 (calculado por EL DEBER), cuando por cierto no eran menos de 300.000 personas. Más destacable fue el hecho de que ese día, y pese a semejante cantidad de personas, la PTJ no registró ningún acto de violencia. Y denunciar que estas –digamos– 300.000 personas son miembros de la oligarquía, o todos terratenientes, o asalariados de las petroleras, o logieros, es una estupidez insuperable (pero esta mentira forma parte de la estrategia). Es posible que la minoría agresiva, es decir, los agitadores-líderes, no representen el uno por ciento de los bolivianos.

¡Cuán diferentes son las demostraciones del ‘movimiento social’! El colmo fue el 17 de octubre de 2003 cuando una turba hizo revolución. Lo que cuesta entender es la inmediata amnistía de los revolucionarios, la indemnización por los rebeldes muertos (tácitamente admitiendo tener culpa) y el intento de enjuiciar a las autoridades que han jurado la defensa del orden constitucional, si fuera necesario mediante la utilización del monopolio del poder (léase: utilizar las fuerzas del orden). Ésta es una lectura de los acontecimientos que me han hecho conocer personas del exterior que conocen muy bien la situación de Bolivia, es decir, la pobreza, la exclusión, la corrupción, la inequidad distributiva, etc. El intento de cambiarlo a través de la violencia callejera nos ha llevado al caos actual. El argumento “pero es la única manera para conseguir cambios” es muy popular… y refleja la responsabilidad social incumplida de mucha gente, instituciones, partidos… Haberse autobautizado como ‘movimiento social’ tiene buena repercusión en el exterior.

El ‘movimiento social’ puede tener una cúpula de unos centenares de agitadores, y unos miles de ovejas que marchan a cambio de unos pocos pesos, o para evitar drásticas multas si no obedecen a sus cabecillas. Es vox pópuli que el grupo de Quispe, miembro del ‘movimiento social’, castiga fuertemente a los campesinos si no acatan sus instrucciones.
Finalmente, sugiero que se utilice un nombre correcto –‘movimiento izquierdista’– para no vender gato por liebre. (El nombre Movimiento Al Socialismo –MAS– es honesto.) Esta sugerencia va sobre todo dirigida a muchos medios de comunicación que cumplen la función de difusores, sea por ingenuidad, flojera o afinidad. Eso no lo sé.

www.eforobolivia.org
www.riberalta-bolivia.com

fecha: 2006-01-15 16:43:10

autor: Willi Noack