Chistes muy buenos grave con los abogados, …peor con las “abogadas”

DE ABOGADOS

Daniel, joven y empeñoso abogado, sabía que heredaría una fortuna cuando su padre enfermo muriese.

Pensando en que también quedaría sólo decidió que precisaba una mujer acorde a su autovaloración y para hacer de ella su gran compañera.

En base a su decisión, esa noche fue al bar de la ciudad, donde se juntaba lo más granado del foro local.

Se fijó en una colega, la más bonita que jamás había visto. Su belleza natural era la admiración de todos los concurrentes.

Él se arrimó y le dijo:

- Puedo parecer un abogado común, pero en pocos meses mi padre va a morir y heredaré 20 millones de dólares. ¿Querés acompañarme y venir conmigo a mi casa?… Podés llegar a ser mi mujer.

Impresionada la hermosa y brillante abogada, aquella noche fue a la casa con Daniel …

Y … tres días después se transformó en su madrastra.

MORALEJA: Los abogados pueden ser muy hábiles, pero las abogadas, además, son mujeres

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Sutil pero efectivo

La empleada doméstica pidió aumento de sueldo. A la señora no le cayó muy bien la solicitud y le preguntó: -

María, por que quieres que te aumente el sueldo?…

- Señora: tengo tres razones. La primera es que plancho la ropa mejor que usted

- Quien te dijo que planchabas mejor que yo?’

- Su marido lo dijo

- OH…! ! !

La segunda razón es que cocino mejor que usted

- Eso es puro cuento, quien te dijo que cocinabas mejor que yo?

- Su marido también dijo eso

- Ah caramba….! ! !

- La tercera razón es que yo soy mejor en la cama que usted…

(La señora muy descompuesta)

- Mi marido te dijo eso??? ! ! !

- No señora, el jardinero fue quien me lo dijo…

Obviamente la señora le aumentó el sueldo

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¡¡¡OPORTUNIDAD!!! VENDA SU EQUIPO DE PESCA COMPLETO…

Hoy me levanté temprano, me puse los calzoncillos largos, me vestí lentamente, hice café, agarre mis cañas de pescar, me fuisilenciosamente al garaje, puse las cañas en la camioneta y procedí a sacarla del garaje bajo una lluvia torrencial.

Estaba toda la calle inundada y el viento gélido soplaba a 100 kph, asi que volví a meter la camioneta en el garaje, puse la radio y me enteré de que el mal tiempo iba a durar todo el día. Entré de nuevo en mi casa, me desvestí silenciosamente y me deslicé dentro de la cama.

Despacito me acurruqué contra la espalda de mi mujer, puse mis manos en sus pechos y le susurré al oído: ‘El tiempo afuera está horrible’.

Ella me contestó medio dormida, Ya lo sé. Podes creer que el pelotudo de mi marido se fue a pescar?

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