¿Ya se sabe en qué consiste la Bolivia “refundada”? – Willi Noack – 6.7.2006
¿Ya se sabe en qué consiste la Bolivia “refundada”?
Willi Noack
El oficialismo sigue con el discurso de palabras ambivalentes. Cada uno puede imaginarse el sentido que más le guste. Un ejemplo: la futura sociedad “comunitaria”. Actualmente hay elecciones generales, tenemos la LPP, existe el instrumento de la democracia directa que es el referéndum. Hay en cada pueblo un sinnúmero de agrupaciones donde la gente puede debatir, opinar, sacar resoluciones, protestar, etc. y todo con gran libertad y sin miedo de represalias por disentir con el gobierno. ¿Por qué cambiar?
¿Qué significa “comunitario”? La RAE define la palabra comunitario así: “perteneciente o relativo a la comunidad”. La palabra “comunista” significa “perteneciente o relativo al comunismo” el cual es la “doctrina que propugna una organización social en que los bienes son propiedad común”. Recordemos. Es aquel sistema que fracasó rotundamente en la URSS y sus satélites.
Ruego que se me explique el significado de “comunitario” en la jerga de la administración actual y por qué precisamos supuestamente esta organización “comunitaria”.
Recordemos otro “truco”. La palabra “privatización” tenía y tiene una connotación negativa en la población. Era mejor no utilizarla. En cambio la palabra “capitalización” no tenía este defecto a pesar de significar algo similar.
El concepto “democracia participativa” suena bien y poca gente se da cuenta que no es idéntico con la “democracia representativa” que en 1982 fue recuperada y perfeccionada con la participación popular, una evolución que impresionó a la comunidad internacional – era y es una mejora de Bolivia “for export”. Actualmente tenemos una democracia representativa con controles sociales, con participación popular en la determinación de los planes municipales. Que todo no siempre funcione a la perfección, ¿quién lo va a negar? Pero los casos de mal manejo de un buen concepto no permiten concluir que el concepto en sí sea malo.
El gobierno ha presentado por fin su plan. Teóricamente su estudio debería permitir saber en qué consiste la nueva Bolivia “refundada”, ya que debería explicar las condiciones de nuestra futura convivencia. Un Plan General del Desarrollo Económico y Social (PGDES) debe describir la futura situación individual y colectiva – que por supuesto esperamos que sea mejor que la que actualmente vivimos. El gobierno debe decirnos si podemos seguir viviendo nuestra vida cotidiana como estamos acostumbrados -por supuesto mejorándola- o si esta rutina será otra – y cuál será.
No se pueden encontrar conceptos claros en el plan del gobierno para “refundar” Bolivia, que más bien parece un conjunto de buenas intenciones que bien podrían haber sido proclamadas por cualquier partido político.
Falta decirnos sin vueltas qué sectores o empresas se van a nacionalizar, qué clase de centralismo se pretende instalar, qué servicios básicos serán manejados por el Estado o por organizaciones privadas, si habrá educación privada, si habrá atención médica privada, etc. (digo “etc.” no porque no pueda alargar la lista de preguntas sino porque no es necesario hacerlo pues cada uno sabe muy bien en qué consiste este “etcétera”).
En alemán existe una expresión idiomática que va al caso: “Die Katze aus dem Sack lassen”. Literalmente significa “dejar salir el gato de la bolsa”. Es una metáfora para dar a conocer finalmente la verdad.
El oficialismo de una vez debe dar a conocer la verdad de sus planes y políticas. Debe poner las cartas sobre la mesa. Basta de meter el dedo en la boca del inocente e ingenuo. Ya no nos vendan gato por liebre. Díganos de una vez qué es la sociedad comunitaria. Qué rol y poder tendrá el “Estado Mayor del Pueblo” y cómo será elegido y fiscalizado, con qué transparencia actuará y si es un organismo democrático o un instrumento de una dictadura totalitaria.
Los sondeos que señalan aprobación, fe, esperanza y respaldo a la administración recién tendrán validez cuando se sepa qué estamos respaldando. Mientras tanto no son más que resultados conseguidos mediante una propaganda altamente eficiente y una manipulación impresionante de la opinión pública.
NOTA: Este artículo de opinión será publicado en EL DEBER, en fecha 9.7.2006
fecha: 2006-08-09 19:51:35
autor: Willi Noack
