El mandato de los bolivianos para los asambleístas – Willi Noack – 21.7.2006
El mandato de los bolivianos para los asambleístas
Willi Noack
La Asamblea Constituyente debe tomar en cuenta el Diálogo Nacional 2000 y el Jubileo 2000.
255 asambleístas deben elaborar y proponer una nueva CPE que refleje el cómo desea vivir la gran mayoría de los bolivianos en el futuro. Es un mandato del soberano.
¿Saben o pueden saber los 255 qué es lo que desea el pueblo? ¡Por supuesto que sí!
Los resultados de los Diálogos Nacionales I (1997), II (2000) y III (2003/2004), del Jubileo 2000 y una gran cantidad de documentos registran esta visión, mencionando por ejemeplo los informes del PNUD, por ejemplo “La economía más allá del gas”.
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La calidad de estas manifestaciones populareses de lejos superior a lo que el gobierno central “vende” como supuestos deseos del “pueblo” y que –quizás y a lo sumo- representen el deseo de grupos hábilmente llamados “movimientos sociales” y confabulados en un “Estado Mayor”. Pero: ¿a quién representan? ¿a cuántas personas? ¿quién ha elegido y con qué modalidades a estos autonombrados “portavoces” de la voluntad del pueblo? ¿quién fiscaliza?
He hecho personalmente un menudo seguimiento a los tres DN, como participante delegado y, en otras oportunidades, como parte de la organización, y doy fe del proceso genuinamente democrático para lograr resultados que reflejen bastante acertadamente lo que ha sido el mandato de las mesas municipales, departamentales y nacionales. Estos resultados surgieron después de arduos debates entre los representantes de las fuerzas vivas y donde representantes de la izquierda intentaron -sin mucho éxito- imponer sus ideas.
Alguien puede argumentar que el pueblo emitió su preferencia en los últimos comicios a favor de la izquierda radicalizada. Insisto: esta votación no llega a la calidad de los resultados de los DN porque en muchos casos se ha votado sin conocer y/o entender las propuestas de los candidatos y muchas veces se ha emitido un voto de castigo; sin olvidar los espectáculos mediáticos que atontaron a muchos electores.
Contrario fue el proceso de indagar en la visión de futuro de los bolivianos. Sobre todo el DN II del año 2000 fue, en combinación con el Jubileo 2000 realizado por la iglesia, un ejercicio puramente democrático de alto nivel. Culminó en la EBRP, la Estrategia de Bolivia para la Reducción de la Pobreza. En el DN 2000 se identificaron sin miedo las fallas de las instituciones. Existe amplia documentación al respecto.
La EBRP no fue debidamente ejecutada lo que causó una enorme frustración por la manifiesta falta de voluntad de los partidos políticos de ejecutar la voluntad del soberano. Los resultados han sido un mandato de perfeccionar la democracia, garantizar los derechos fundamentales individuales y seguir con el “modelo” mejorándolo. No hubo un mandato de iniciar una revolución, no se escucharon reclamos de “refundar” el país instalando un sistema totalitario socialista comunista. Muestra palpable es que la democracia representativa en Bolivia, gracias a la LPP, ya es participativa, por lo tanto no se precisa una “democracia participativa” con el poder en manos de “movimientos sociales” y del “Estado Mayor del Pueblo” que actualmente se propaga. La actual democracia representativa boliviana ya es participativa. No obstante era oportuno ya en el año 2003 preguntarse si en Bolivia estaba reviviendo el comunismo.
La democracia de fachada con su egoísmo grupal en desmedro de los intereses colectivos declarados excavó la tumba de los partidos tradicionales. Su derrota se debe a su egoísmo grupal.
Un fenómeno frecuente es que no se hace seguimiento, falta continuidad. El EBRP no se ejecutó (UDAPE), parece que fue una gimnasia para cumplir con el prerrequisito impuesto para conseguir la condonación de gran parte de la deuda externa en el marco de HIPC I y HIPC II. La condonación ha sido condicionada a la presentación de una EBRP. El EBRP indica el camino hacia un futuro mejor.
(Una colección de mis artículos aquí )
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Nota: Este artículo de opinión será publicado en EL DEBER en la edición del 23.7.2006, en una versión corta sin links. WN
fecha: 2006-08-22 16:10:48
autor: Willi Noack
