Analísis: La mentira sobre la mayoría demográfica indígena – Parte I – Willi Noack – 28.7. – 7.8.06

La mentira sobre la mayoría demográfica indígena

Willi Noack

Detonador de esta nota es un artículo de opinión titulado “Mestizos” de Ricardo Paz Ballivián:

Cita:Recordemos que el Censo Nacional de Población y Vivienda del año 2001 había concluido, basado en una malhadada pregunta que eliminaba la opción de mestizo o cholo como respuesta, que el 62% de las bolivianas y bolivianos nos considerábamos indígenas. Esta media verdad se repitió tanto que todos terminamos por creerla.”  — (En)la versión 2006 dela “Auditoriade la Democracia en Bolivia” que contiene muchos, variados e interesantes tópicos, se visibiliza con especial énfasis un asunto de cardinal importancia para las bolivianas y bolivianos y que ha permanecido encubierto por un mar de desinformación en los últimos años.” – “Resalta que ante la pregunta: ¿Ud. se considera una persona de raza blanca, chola, mestiza, indígena, negra u originario?, el 65% de los entrevistados respondió que mestizo o cholo, el 11% blanco y sólo el 19% dijo que se consideraba indígena u originario.”   —   “En Bolivia la inmensa mayoría nos sentimos mestizos o cholos…”

Otros autores respaldan las afirmaciones de Paz y serán citados más adelante.

En el mismo sentido opiné en septiembre del 2005:

“Se complica la situación por un dato cuestionable. Según el Censo de Población y Vivienda (2001), la población auto-identificada como indígenas es del 61,21% (INE, 2001a). Se trata de una “AUTOIDENTIFICACIÓN CON PUEBLOS ORIGINARIOS O INDÍGENAS DE LA POBLACIÓN DE 15 AÑOS O MÁS DE EDAD SEGÚN SEXO, ÁREA GEOGRAFICA Y GRUPO DE EDAD, CENSO 2001” (Más detalles en un documento de UDAPE, p. 33 ss.).

Después del Censo 2001 del INE se maneja con bombos y platillos el dato del 62%. Si bien el 62% de los encuestados había respondido afirmativamente a la pregunta si se auto-identificaban con sus raíces ancestrales indigenistas, este no es un indicador científicamente sólido para calificar a estas personas como seguidores de políticos con programas de reivindicación a ultranza. La discusión sobre el tema en los años 2001 y 2002 ha sido un cuestionamiento de la exactitud de la pregunta, y como ésta ha sido ambivalente, los resultados se ofrecen para interpretaciones al gusto del interesado. ¡Qué semejanza con el referéndum sobre el gas por la falta de precisión en las preguntas!

No hay exageración cuando se escuchan denuncias contra las encuestas por su utilización indiscriminada de respaldar cualquier hipótesis.

Es posible y quizás probable que una minoría opere con este dato dudoso para imponer sus intereses, cuando en el orden constitucional de la democracia representativa se deberían encontrar las soluciones de problemas sectoriales en el parlamento.”

La brecha en Bolivia no existe entre indígenas y no-indígenas sino entre pobres y ricos. Hay exclusión pero también hay autoexclusión cuando una persona no se esfuerza para superarse. Hay un egoísmo tonto de grupos que actúan bajo el lema de hacerse ricos sea como sea y si fuese necesario con corrupción.

Un paréntesis sobre este aspecto:

Desigualdad social

“El disparador de este artículo es el titular de The Miami Herald del 8.9.2005: “ONU: desigualdad social pone en riesgo la democracia en Bolivia”. Cita: “El ingreso del 10% que posee mayores ingresos supera en 90 veces el ingreso del 10% de los más pobres”, dice el informe y agrega que “las diferencias basadas en la riqueza son el primer eslabón de un ciclo de desigualdad que persigue a la gente durante toda su vida”. El informe 2005 del PNUDrevela estos datos escalofriantes.”

El pueblo está enfermo para parafrasear a Alcides Arguedas. Hay gran urgencia y necesidad de erradicar -o por lo menos mitigar- las causas de la enfermedad. Estáenferma la sociedad conformada por65% de mestizos, 19% de indígenas y 11% de blancos. Pero pretender que los que pertenecen a estos segmentos de la población se caracterizan por diferentes grados de moral y ética (como nos quieren hacer creer en discursos televisados en extenso en el canal de TV gubernamental, ya no estatal), es una aberración.

Pero se divulgan los resultados tergiversados del censo 2001, que son mentira,para la conveniencia de políticos (MAS) y posesionándolos como la verdad absoluta en el ámbito nacional e internacional:

“La aplicación de esta categoría de análisis permite dividir a la población boliviana en dos grandes conjuntos poblacionales:

-INDÍGENA por condición étnico-lingüística (comprende tres subcategorías).

-NO INDÍGENA por condición étnico-lingüística.”

http://www.eclac.org/publicaciones/Poblacion/4/LCW24/bolivia.pdfp.29

Se defiende la metodología con explicaciones que son cuestionadas:

“En este sentido, la elaboración de este documento intenta contribuir a las limitaciones mencionadas. Así, la propuesta metodológica para la identificación de la población indígena se basa en una combinación de criterios incluidos en el Censo del 2001, tomando en consideración la auto-pertenencia a un pueblo originario, la lengua hablada y el idioma aprendido en la niñez. Estametodología permite, además, establecer sub-categorías dentro de la población indígena, lo cual permite visualizar la heterogeneidad inherente.”

CELADE/CEPAL http://www.eclac.org/cgibin/getProd.asp?xml=/publicaciones/xml/3/23263/P23263.xml&xsl=/celade/tpl/p9f.xsl&base=/celade/tpl/top-bottom.xsl

En INDYMEDIA, un medio de tendencia izquierdista, se lee, con cierta sorpresa, un rechazo titulado:

¿Originarios la mayoría en Bolivia? No

“También en honor a la verdad científica-antropológica debemos aclarar que el autodenominativo de originarios es incorrecto,…

Segundo, el denominarse como etnia aymara o quichua sólo por el hablar algo similar tampoco científicamente es lo correcto.

Es importante la anterior aclaración ya que algunas personas y o­nGs extranjeras, con fines indudablemente sociales-políticos, no científicos, alientan un racismo destructivo en un país predominantemente mestizo, desconociendo los resultados del Censo 2001. Incluso manipulan resultados como el que determina que la población mayor de 15 años es 61.97% indígena, presentándola como si fuera la cifra total de la población y con esto dando una visión alterada de la realidad étnica social del país y eso conduce al error a todos, especialmente estudiosos y por qué no decirlo, a políticos o aspirantes a un fracaso adelantado de pretensiones y estrategias electorales futuras.”

Fuente: http://qollasuyu.indymedia.org/es/2005/06/2227.shtml

Pero la mentira sobre el 62% ya es repetida internacionalmente por no haber sido corregida a tiempo:

“Bolivia es un país donde la población indígena es muy numerosa, así como el mestizaje está muy extendido. Sin embargo, no existe información precisa sobre la población indígena. La referencia indirecta que se recoge en los Censos está referida al uso de las lenguas indígenas en el territorio nacional. Esta referencia, como se sabe, presenta una gran dificultad: por un lado, parece evidente que una parte de la población indígena aprende progresivamente castellano, al menos como segundo idioma; por el otro, una porción del campesinado usa regularmente la lengua indígena propia de cada región.

Las personas que hablan únicamente lenguas indígenas (quechua o aymara) ascendían en 1992 al 11,6% de la población de seis y más años (proporción que era del 19,7% en 1976). Las que hablan dichas lenguas junto al castellano son el 27,6% de esa misma población. Todo ello hace un total del 39,2% de personas que usan habitualmente esas lenguas, tanto si son mono como plurilingües.”

Fuente: http://www.eurosur.org/FLACSO/mujeres/bolivia/demo-5.htm

Otro ejemplo del impacto de la mentira sobre la opinión internacional en:

Banco Mundial: “Población indígena


La población indígena representa la mayoría de la población de Bolivia, alcanzando un 62% (cerca de 3,9 millones de personas). En las áreas rurales, 72% de la población habla lenguas indígenas, comparado con un 36% en las zonas urbanas. Mientras que en la llanura un 17% de la población es indígena y un 83% es no indígena (marcado por WN), en la sierra y en los valles los indígenas representan un 67% y 60%, respectivamente. Los quechuas y aymaras bolivianos residen predominantemente en la sierra y en los valles. .”

Entre los pobres el porcentaje de ciertos grupos de la población, para nombrar la población rural, las mujeres y los indígenas, es relativamente más elevado. Pero hay blancos pobres e indígenas ricos. Y la mayoría mestiza padece de pobreza. ¿Cuán grande es esta pobreza? Con toda certeza la división matemática entre el PIB y el total de la población conlleva a afirmaciones falsas.

La pobreza se debe medir con el ingreso en los hogares y no solamente mediante VESS (léase: Vivienda, Educación, Salud y Saneamiento básico). El IDH tampoco es un reflejo genuino de nuestra realidad. El “Mapa de la Pobreza” no refleja la situación real y padece de graves fallas metodológicas, admitidas en el mismo documento por sus autores: no se mide el ingreso.

El ingreso del hogar, que define primordialmente la pobreza, debe incluir todos, absolutamente todos los ingresos del determinado hogar, es decir sueldos, jornales, coimas y “tajadas” recibidas, ingresos por actividades ilícitas (narcotráfico, contrabando, prostitución, robo y similares), remesas, intereses, alquileres, valor de la producción propia del hogar, etc. ¡Todo ingreso! Queda sobreentendido que no está disponible esta información. Pero es indispensable. Es la única explicación para una bonanza relativa que se ve en el país donde el 70% ya vive en ciudades. Y se trata de un tabú… Seamos honestos: se observa que la pobreza es frecuentemente resultado de la pereza. Un principio debe ser el de la ayuda para la autoayuda. Sin embargo, tuve que aprender que la ociosidad es parte de la filosofía indigenista, por lo menos de los Chacobos de la Amazonía boliviana.

El ya mencionado ingreso en los hogares es invertido o consumido, en el peor de los casos se lo despilfarra. Las remesas corren frecuentemente esta mala suerte, según fuentes oficiales. Es muy probable que los hogares tengan disponibilidad de recursos financieros pero asignan al consumo ostentativo y suntuoso demasiados recursos en vez de invertir en educación, actividad productiva, casa, etc. El subdesarrollo está en la mente. Yel circulo vicioso (o la trampa de la pobreza, como Ud. prefiera) sigue y sigue.

¿Por qué mentira?

El mito del 62% de indígenas se debe a una pregunta que Ricardo Paz califica como “malhadada” sobre la autodeterminación y la metodología empleada.

Denuncio un problema muy importante: no encuentro en INTERNET el texto original de las preguntas hechas en el censo 2001 (acepto agradecido ayuda de lectores) cuando por principios, en una investigación científica siempre debe incluirse el cuestionario utilizado para obtener resultados sociodemográficos como lo hace LAPOP. Recordemos que el texto exacto, cada palabra, influyeron en los resultados de los últimos dos referéndum. Según la opinión de un analista (cuyo nombre mantengo bajo reserva) y que estaba haciendo un seguimiento al censo habían“irregularidades” en cuanto al tema en cuestión. Fue manipulado.

Debido a esta pregunta malhadada aparece un resultado cuestionable. Paz enfatiza que el citado estudio nuevo presentado por Mitchell Seligson revela que

“el 72% de las bolivianas y bolivianos manifiestan que el castellano es su idioma materno, mientras que sólo el 15% afirma que es el quechua y el 11% que es el aymara.”

http://cdi.gob.mx/conadepi/iii/cletus/bolivia.pdf Distribución de los grupos indígenas

Fuente: Ministerio de Asuntos Campesinos y Pueblos Indígenas Originarios (MACPIO), 2002

Los datos de INE están aquí

http://www.ine.gov.bo/cgi-bin/piwdie1xx.exe/TIPO?Grupo=0305&D2=6&D3=

BOLIVIA: POBLACIÓN TOTAL, POR CONDICIÓN INDÍGENA Y ÁREA DE RESIDENCIA, SEGÚN DEPARTAMENTO, CENSO 2001

fecha: 2006-10-06 17:05:44

autor: Willi Noack

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