El pa?s angustiado por trabajo — Ismael Serrate Cu?llar — 9.8.2005

El pa?s angustiado por trabajo

 

Ismael Serrate Cu?llar

 

Nunca he sido futur?logo o polit?logo, pero creo que tendr? m?s votos en las elecciones aqu?l que hable con franqueza y diga a la gente lo que realmente agobia a los bolivianos: nos sentimos inseguros. Y la seguridad tiene que ser global: en la familia, en las calles, en el trabajo, en el campo, en las esperanzas de futuro.

 

Talvez la m?s importante de las causas de inseguridad sea la inexistencia de opciones de trabajo. Trabajo estable, de calidad y reproducible en el tiempo. Generador de riqueza y de m?s trabajo. La falta de trabajo origina multitudes desesperadas. La criminalidad se incrementa cuando escasea. Los salarios bajos existen porque la gente los recibe a falta de otras opciones. Sin buenas opciones de trabajo, la gente pierde fe en el futuro y se siente insegura. Con esa realidad, ?qu? deben hacer los candidatos a ocupar la silla del Palacio Quemado, esa que ?ltimamente tiende a quemar a los que la ocupan?

 

El principal problema de Bolivia es como generar m?s producci?n, que generar? m?s trabajo y nos dar? m?s seguridad. El fallecido profesor brasile?o Mario H. Simonsen dec?a que, en teor?a econ?mica, lo que no es obvio, casi siempre es una burrera. Gran verdad, por m?s que se enojen los que aman palabras complicadas.

 

Una de esas cosas obvias es que no hay forma de generar empleo sostenible, si no existen inversiones productivas en el pa?s. Seg?n el INE, cada a?o ingresan al mercado en busca de trabajo m?s de 110 mil personas. Si utilizamos una cifra cualquiera como inversi?n requerida para crear un empleo (digamos 10 mil d?lares) y lo multiplicamos por el n?mero de personas que anualmente comienzan a demandar trabajo, podemos estimar la dimensi?n del problema. En centenas o miles de millones de d?lares. Eso sin contar los que ya est?n sin trabajo y que tambi?n quieren encontrarlo. Y sin considerar inversiones en el sector hidrocarburos, que son mayores y generan poco empleo directo.

 

Las inversiones solo pueden ser deorigen nacional o extranjera y el inversionista solo puede ser el estado o personas privadas. Ni el estado boliviano, ni los empresarios nacionales tienen capacidad, solos, para juntar ese volumen de recursos y generar el trabajo que necesitamos nosotros y nuestros hijos. Es por eso que tanta gente se va a otros pa?ses a buscar suerte. Dicho de otra manera, sin inversi?n extranjera directa Bolivia no tendr? capacidad de generar fuentes de trabajo para sus habitantes. Por m?s que bloqueemos a quien nos venga en gana. Sin inversi?n extranjera directa los conflictos seguir?n creciendo. Ello implica que el nuevo gobierno tendr? que arreglar los entuertos que ha dejado con los inversionistas el cogobierno de Carlos Mesa y Evo Morales. Por m?s que algunos zapateen. Cueste lo que cueste.

 

Y no es cualquier inversi?n la que sirve. Porque ?sta puede hacerse en bienes transables y no transables y los economistas saben que si se prioriza la inversi?n en no transables (por ejemplo infraestructura) m?s que en transables (por ejemplo soya, hidrocarburos o textiles), tarde o temprano ocurre una crisis de divisas, que paraliza las inversiones. Ello quiere decir que est? bien tratar de buscar soluciones coyunturales al empleo como el PLANE, inversiones municipales o saneamiento b?sico, pero eso solo no es sostenible. La inversi?n se tiene que dirigir a bienes y servicios que se comercialicen y generen efectos multiplicadores. Y en esos sectores, guste o no a ciertos dirigentes, el estado siempre ha fracasado. En Bolivia y en todo el mundo, incluyendo los estados socialistas.

 

En hidrocarburos, la inversi?n se ha estancado. Existe demanda, pero sin inversi?n adicional, no tenemos capacidad para atenderla. Y lo peor, como es natural cuando no se invierte, las reservas est?n disminuyendo. El sector transporte se est? comiendo la depreciaci?n de sus veh?culos. Y sin inversi?n en carreteras, el costo por tonelada transportada se incrementa y hace menos competitiva nuestra producci?n en el exterior. En el campo, los agricultores disminuyen el ritmo de sus inversiones, con miedo a las tomas de tierra, a pesar de la buena coyuntura internacional. En la industria m?s importante de El Alto, la textil, los irracionales impiden negociaciones con el principal mercado comprador, con lo que no solo alejan nuevas inversiones, sino ponen en riesgo las existentes.

 

En ese escenario, el nuevo gobierno necesitar? mucha capacidad y decisi?n para reencauzar al pa?s. Una capacidad que solo puede salir de una mayor?a importante en las urnas. Sea de qui?n sea. La multiplicaci?n de candidatos debilita esa posibilidad. La dispersi?n en el voto moderado tambi?n. Ojal? nuestros l?deres entiendan esa realidad. Ojal? que los electores tambi?n. En ella, jugamos nuestra seguridad.

(art?culo publicado en CASH de este mes de agosto de 2005 por Ismael Serrate [iserrate@intergas.com] )

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