EL MODELO AUTONOMICO EN LA EDUCACIÓN – Carlos Dabdoub – 21.12.2004

EL MODELO AUTONOMICO EN LA EDUCACIÓN

 

Carlos Dabdoub Arrien

 

A pocos días de finalizar los Congresos Departamentales de Educación, ya se conocen algunas conclusiones. Por ejemplo, en Cochabamba tuvo apoyo la tesis “Por una educación indígena originaria: hacia la autodeterminación ideológica, política, territorial y sociocultural”. En Santa Cruz han recomendado “mayor aplicabilidad de la interculturalidad y el bilingüismo”. Demandan “respetar la realidad de cada región; piden la descentralización de recursos de la Reforma Educativa y edición de textos regionales escritos por profesionales bolivianos”, pues sus contenidos “sólo muestran imágenes de la llama o la vicuña..”. “No se trata de regionalismo –dicen–, sino de guiar el aprendizaje de los niños con elementos que lo identifican”. Además exigen “que los institutos normales superiores sean autónomos y que se manejen administrativamente en un marco descentralizado”. En este Congreso se reclamó el déficit de 1.200 nuevos ítems para docentes y de nuevo se denunció la discriminación del gobierno central hacia Santa Cruz.

 

También se supo que con los 365 millones de dólares invertidos en la década pasada, apenas se avanzó un 7%, registrándose en los últimos 12 años un descenso del analfabetismo del 20% al 13%, la cobertura escolar subió de 75% a 88%, mientras que el índice de abandono escolar y la tasa de término (cantidad de estudiantes que salen bachilleres), pasaron de 10% a 6,1%, y de 31% a 48%, respectivamente.

 

Como vemos, el diagnóstico y los postulados de los maestros encajan con el síndrome del modelo andino-centrista y las consecuencias que el mismo trae:Ineficiencia, corrupción (¿?), colonialismo interno, discriminación, etc., etc. En efecto, el poder central ejerce su poder omnímodo y autoritario no sólo en lo político y económico, sino también en la educación y la cultura. El sistema educativo se ha convertido en un vehículo alienante al servicio de intereses extraregionales, sabiendo que “el poder económico y la estrategia educativa centralista, son la base del dominio político”.

 

Por cierto, este es un asunto bastante añejo. La imposición de la ‘escuela única’ desde comienzos del siglo pasado, que sustenta la cultura quechua-aymara como paradigma de lo ‘nacional’, acabó con la autonomía escolar. Bien dice Pinto Mosqueira en sus recientes “Bases para la Escuela y Educación en el Oriente Boliviano”que “lo educativo en Bolivia era recoger sólo elementos que hace a la cultura andina, desconociendo todo aquello que provenga del Oriente boliviano”. Este ilustre pedagogo de origen mojeño plantea la ‘escuela diversa’, “que busque el desarrollo de las regiones de una manera equilibrada, equitativa y transparente”. Su tesis central es construir e implementar una “pedagogía para el Oriente Boliviano, que forma una unidad geohistórica-etnocultural”.

 

Frente a este subyugación centralista ya hubieron algunas reacciones en el pasado inmediato. Por ejemplo, las Jornadas Santa Cruz 2000 plantearon la descentralización administrativa de la educación para la “formación de un nuevo hombre boliviano, que responda a las necesidades regionales y nacionales, con mentalidad creadora, conciencia crítica y patriótica y apego al trabajo disciplinado y responsable”. También para ‘Nación Camba’ (2001), preservar su identidad constituye uno de sus objetivos, resaltando su diferencia cultural sin olvidar el carácter universal del conocimiento, ratificando “su vocación integracionista, la democracia étnica y el pluralismo cultural como parte de su esencia nacional” . Con la autonomía, ‘Nación Camba’ sostiene que el gobierno departamental evaluará los contenidos de la enseñanza básica, media, intermedia y superior, “conforme a las características y demandas culturales de la región o del departamento, pudiendo dictar normas sobre la materia” (ver www.nacioncamba.org).

 

Cuando nos encaminamos hacia un Estado Autonómico, las reformas de la educación en el próximo Congreso Boliviano no podrán seguir sustentando una política nacional de tinte centralista y corte fascista. Se espera que en este evento empiecen a construir el país desde la periferia y no comenzando del centro, del propio estado hacia los departamentos, porque cada uno de estos territorios tiene pleno derecho de trazar sus programas acorde a su propia idiosincrasia. ¿Acaso, la Constitución no reconoce que somos un país multicultural y multiétnico?. ¡Apoyemos la autodeterminación ideológica, política, territorial y sociocultural departamental, tal como se aprobó en Cochabamba!.

 

SANTA CRUZ 2000: ¿UN OLVIDO (IN)VOLUNTARIO?

 

Carlos Dabdoub Arrien

 

El pasado domingo 12, EL DEBER publicó un documento intitulado ‘Santa Cruz 2020’, que dice ser “un resumen de la visión de desarrollo propuesta desde la Prefectura de Santa Cruz, orientada a ejercer la descentralización y a recuperar el concepto de Gobierno Departamental Autónomo, en el marco de la Asamblea Constituyente anunciada para el año 2005”. El mismo hace referencia a experiencias pasadas como las “Ideas Fuerzas del Desarrollo de Santa Cruz”, citando como las principales al Memorándum de 1904, la ley Busch sobre el11% de regalías, el Plan Bohan y finalmente el proceso descentralizador de los años 80 del siglo pasado, donde destacan las leyes de Participación Popular y Descentralización Administrativa. Sobre este tópico, concluye diciendo: “Este es el marco histórico y la memoria colectiva que nos permite elaborar una propuesta común de visión de futuro…”.

 

A efecto de refrescar esa mal llamada ‘memoria colectiva’, en honor a la verdad y a la historia debe recordarse las Jornadas Santa Cruz 2000, encuentro que constituyó un verdadero Parlamento de la Cruceñidad, pues tuvo una genuina y masiva participación, tanto en las provincias como en la capital. En su época, definió el derrotero de Santa Cruz rumbo al tercer milenio.

 

Conocedor de este proyecto, el 25 de febrero de 2004 envié una carta al Comité pro Santa Cruz, a la Brigada Parlamentaria Cruceña y al Prefecto del Departamento, haciendo “referencia a su loable iniciativa de diseñar un nuevo plan de desarrollo para el departamento, que ha sido denominado Santa Cruz 2020”. La visión del futuro siempre fue una preocupación de los cruceños. Justamente, fruto de esta inquietud, en el año 1986 se preparó durante casi seis meses las llamadas “Jornadas Santa Cruz 2000”, organizadas por el Comité pro Santa Cruz y CORDECRUZ, evento que Uds. recordarán no sólo por la gran participación que tuvo, como también por sus importantes conclusiones, varias de ellas ya cumplidas y otras muchas que merecen su análisis a la luz de la realidad que se vive. En este sentido, les dirijo esta nota con el propósito de solicitarles la revisión de las recomendaciones de dichas Jornadas y actualizarlas con el mayor consenso posible, antes que empezar a diseñar un nuevo proyecto que llevará tiempo, así como uso de recursos económicos y humanos”.

 

“Estoy persuadido que esta solicitud –como tantas otras que surjan–, será acogida con total desprendimiento y tolerancia. Al final, de lo que se trata es de coadyuvar al sano propósito que Uds. conllevan, como es el de buscar nuevos caminos, tomando en cuenta otros escenarios y nuevos actores sociales o reivindicaciones regionales legítimas, con el fin de ofrecer un mejor bienestar a la comunidad de Santa Cruz, y por ende, a Bolivia. Agradeciéndoles anteladamente por la deferencia de escuchar esta iniciativa, me permito hacerles llegar la propuesta “Santa Cruz 2000. El Proyecto Cruceño”, que fuera presentada en este evento”, finalizaba esta nota.

 

LA POLICIA Y UN DIGNO GENERAL ‘CAMBA’

 

Carlos Dabdoub Arrien

 

Nación Camba (NC) publicó “Policía y Seguridad Ciudadana” el 27 de enero de 2002, donde denunciaba un modelo de urbanismo salvaje agregado a un crecimiento demográfico desmesurado, que aumentan los índices de pobreza, sumando a ello la aplicación de un neoliberalismo ortodoxo que profundizó las disparidades sociales y el fenómeno globalitario de la delincuencia llámense mafias internacionales. “Entre esta sociedad desarmada y el delito eventual u organizado decía, se interpone la cuestión policial, un problema de fondo que compete a todos los ciudadanos de este pueblo…” (ver www.nacioncamba.org)..

 

Dicho documento propuso: 1) Crear la Academia Cruceña de Policía, con autonomía económica, técnica y administrativa; 2) Instituir la Unidad de Control Externo para recibir denuncias, investigar y procesar actos de corrupción, además de suspender cualquier tribunal disciplinario al interior de los órganos policiales para evitar encubrimientos; 3) Que el 70% de lo recaudado en sus dependencias se invierta localmente en seguridad ciudadana, modernización y equipamiento de sus instalaciones; 4) Organizar una Policía Comunitaria, bajo el principio de que el policía es un servidor público al servicio de la sociedad y no al revés, así como conformar un Consejo de Seguridad Ciudadana, entidad de carácter civil, dedicado a formular políticas de prevención del delito. Este manifiesto terminaba diciendo: “Frente a una institución policial socialmente cuestionada, marcada por el racismo, la corrupción, tugurizada, burocrática, patrimonial y autoritaria, exigimos una Policía, conformada por cruceños o tener como mínimo 10 años de residencia en el departamento”

 

Esta propuesta armó un zafarrancho en el gobierno central y entre sus defensores–llámense dirigentes políticos, analistas y consultores–, que viven de este modelo de estado. En la época, NC fue tildada de regionalista y sediciosa en el Occidente del país, pero pronto callaron sus voces cuando medios de comunicación cruceños denunciaban el maltrato que sufrían aquellos ‘cambas’ aspirantes a policías, sin contar en aquel tiempo el vil asesinato de un joven inocente a manos de la Policía.

 

Han pasado casi 3 años desde aquel pronunciamiento y ya vemos sus frutos. Justamente, por vez primera tenemos un digno general ‘camba’ que nos represente; tampoco se aceptará que un Comandante departamental no sea cruceño o al menos que resida en este lugar; hay hechos concretos de descentralización en la ciudad; por último, los propios niveles de decisión de la Policía Boliviana plantean una reforma profunda en esta dirección. En consecuencia, el planteamiento de NC dejó de ser osado, temerario o racista.

 

Este cambio de actitud le hace bien al país, pues si queremos construir una patria unida, habrá que abandonar el encerramiento en sí mismo y más bien., defenestrar organizaciones de bien público que todavía son islas intocables dentro del estado boliviano.

 

www.nacioncamba.org

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