Ama sua, ama q’ella, ama llulla:…. – Gabriela Ichaso Elcuaz — 31.7.2004

El país que tenemos

 

Ama sua, ama q’ella, ama llulla:

Las lecciones de octubre y de Ayo Ayo

 

Gabriela Ichaso Elcuaz (*)

 

No seas ladrón, no seas ocioso, no seas mentiroso…Estos tres mandamientos son los que las comunidades originarias andinas ejercen desde tiempos inmemoriales.Y hablo de aquellas a las que el Estado (gobierno central, prefecturas o gobiernos municipales) contabiliza en estadísticas y no les devuelve en obras ni servicios la coparticipación tributaria; incorpora en proyectos para prestarse plata a nombre de “indígenas y lucha contra la pobreza” pero los créditos se quedan en consultores e intermediarios; “planifica” en presupuestos año tras año y no realiza.Muchísimas organizaciones no gubernamentales hacen lo mismo:cobijan “expertos” que viven de “equidad de género y reivindicaciones de las etnias” sólo para pagarse sueldos por justificar sus propios resentimientos y exacerbar en hombres y mujeres marginados de cualquier beneficio público, el odio a quien les roba, les miente o va, los visita y vuelve a enseñorearse detrás de cualquier escritorio.

Es distinto, pero en el fondo igual, en las comunidades de las tierras bajas.Diferente porque las reacciones responden a tradiciones y valoraciones culturales de justicia, de territorio, de bienestar y de convivencia.Igual, porque las carencias son las mismas:el acceso a salud, educación, caminos, comunicación, energía, medios de producción, a justicia, allí, siempre están muy por debajo y muy lejos de las mínimas que garanticen una vida digna.

En representación de cientos de comunidades originarias que, a lo mejor, de mala gana se resignaron a la existencia de un Estado (repito, no sólo el gobierno central), han ingresado al sistema otros cientos de comunarios que son alcaldes, concejales, comités de vigilancia, funcionarios públicos, jueces, diputados, senadores.Y ya, poder en mano, dieron la espalda a sus sociedades y lugares de origen.Por el motivo que fuere.

No hay antagonía en el anhelo de justicia, la comunitaria y la “oficial”.Las confusiones sólo son excusas para prevalecer la detentación del poder y someter a quienes el sistema necesita que sigan siendo “problemas a resolver”.

“No seas corrupto”, está a cargo de la Contraloría, del Ministerio Público, del Poder Judicial, de los Concejos Municipales.“No seas incapaz”, está a cargo del Alcalde, del Presidente de la República, de los Ministros, de los Prefectos.“No seas mentiroso”, está a cargo de los Comités de Vigilancia, de los Partidos Políticos, del Congreso de la República, de la Iglesia, de los medios de comunicación.Desde hace tiempo y por ahora.

Ayo Ayo y octubre son la explosión direccionada de una insurrección que en el siglo veintiuno debería avergonzarnos.Mientras el Estado no se agota de fallarle a la sociedad, por un lado, intereses particulares –privelegios económicos y consignas ideológicas-, por el otro, no se cansan de lucrar de la postración de seres humanos igualados en una miseria real que busca subsistir retornando a sus ancestros porque la modernidad no la toma en cuenta.

 

(*)Concejal de Santa Cruz y ex Viceministra de Participación Popular

e-mail:cuentoconvos@hotmail.com

Editor: Willi Noack | Administración Técnica: Jose Carlos Choque Y. | Creatica Ltda.