UNA NUEVA AGENDA GEOPOLÍTICA PARA SANTA CRUZ – Carlos Dabdoub Arrien – 2-2003

UNA NUEVA AGENDA GEOPOLÍTICA PARA SANTA CRUZ – Carlos Dabdoub Arrien – 2-2003

Autor: Carlos Dabdoub Arrien

Publicado: enviado a eforobolivia en febrero de 2003

UNA NUEVA AGENDA GEOPOLÍTICA PARA SANTA CRUZ

Carlos Dabdoub Arrien*

Entre las 10 fundaciones básicas del proyecto cruceño establecidas en las Jornadas Santa Cruz 2000 (1986), se vislumbró al sector agropecuario como la principal base económica y soñamos “ver un millón de hectáreas cruceñas abasteciendo al país y al exterior, vistiendo de blanco con algodón los campos y con ropa cruceña al paisano, copando trenes, camiones y fábricas con las proteínas y el aceite de soya, arreando un ganado de mejores razas y llevando su carne en modernos frigoríficos a otras fronteras”. Y para buscar mercados, propusimos un ambicioso plan para unir el Plata con el Amazonas, llevando el Ande hacia el Atlántico. En ese sentido, declaramos: “Seamos una nación de pactos de integración. Valoricemos nuestros recursos y encontremos mercados”, potenciando nuestra frontera cruceña, “con la conciencia plena de que en el año 2000 ella estará comunicada con el Atlántico…”. Muchos de esos planteamientos se cumplieron y actualmente, el sector de las oleaginosas, es el segundo rubro exportador más importante en Bolivia, constituyendo el 30 % del PIB del departamento de Santa Cruz, siendo que el 75% de estos productos tiene como mercado a la Comunidad Andina, de ahí la importancia de la carretera que pasa por el Chapare sobre la economía cruceña.

Han pasado casi tres lustros desde aquel evento que marcó historia y ante la realidad que se vive en este nuevo milenio amerita un nuevo enfoque geoestratégico para el futuro no sólo de Santa Cruz como también de todas las tierras bajas y del Chaco. Por dos razones importantes, entre otras menores, el Chapare como lugar de conflictos será el nudo gordiano que ahogue la producción regional. La primera, porque el languidecido Estado andionocentrista no podrá colmar las justas reivindicaciones de una mejor calidad de vida para los campesinos de la zona, y en segundo lugar, siendo el trópico cochabambino parte del circuito coca-cocaína, al narcotráfico le interesa fomentar la producción de materia prima, ofreciendo suficientes recursos para este objetivo. Por tanto, es válido establecer para Santa Cruz una nueva política de comunicaciones que ev ite pasar por dicha vía durante los bloqueos camineros.

Entonces, no sólo debemos desarrollar nuevos caminos hacia Cordillera y a los valles cruceños, sino que también debemos unir nuestros esfuerzos a los departamentos del sur (Chuquisaca, Tarija y Potosí), creando un bloque interregional para construir carreteras que nos vinculen al Pacífico y al Atlántico, además de fomentar aún más la hidrovía a través del río Paraguay. Ya podemos llegar a Villamontes, y desde allí, se puede salir a Yacuiba para ir a la Argentina, o a Eulogio Ruiz, en la frontera paraguaya, por un trazo de carretera que comenzará a asfaltarse este año, y es de suponer que siguiendo el nuevo gasoducto que parta de Tarija al Pacífico, paralelamente podremos tener nuevos caminos hacia puertos sobre este océano.

De esta manera, y tal como lo dijo el Comité Cívico de Tarija en un reciente foro, “Santa Cruz, por lo tanto, debe convertirse en el aliado natural de Tarija, tanto en el impulso a los proyectos de exportación de gas y apertura de nuevos mercados, como en la construcción del corredor bioceánico del sur de Bolivia”… “Si además, se logra resolver exitosamente la cuestión nacional al interior de este bloque y las aspiraciones de autonomía regional, aceptando de verdad el carácter pluricultural y multinacional del país, entonces podremos decir que se abren las puertas para la constitución, en democracia, de un estado libre asociado de nacionalidades y regiones autónomas”.

Sin duda, este epicentro decisorio de la llamada “media luna” descrita por los tarijeños, al referirse a los planteamientos autonomistas que encarnan Pando, Beni, Santa Cruz, Chuquisaca, Tarija y Potosí, marcará el rumbo del país en este nuevo milenio, tal como lo hizo Charcas o Sucre en el siglo XIX y La Paz en el siglo XX.

Al respecto, un primer paso ya se dio con la firma de un manifiesto suscrito el último 31 de enero por los comités cívicos de Beni, Chuquisaca, Pando, Santa Cruz y Tarija donde en su parte final afirma que “el Bloque Cívico del Oriente y el Sur de Bolivia impulsará radicalmente el proceso de constitución de las Autonomías Regionales como única alternativa para viabilizar la continuidad del país, preso hoy de una forma estatal centralista que claramente está demostrando su agotamiento histórico irreversible”.

Esperamos que esta propuesta excite a muchos dirigentes de aquellas instituciones cruceñas que continúan mirando de palco el devenir de nuestra tierra y Dios mediante, encuentren respuestas renovadoras frente a las incesantes preguntas que se hacen los ciudadanos de a pié ante el panorama incierto que viene acechando a Bolivia y de manera especial a Santa Cruz.