Bolivia primero —- EL NUEVO DIA 7/02

 

Bolivia primero —- EL NUEVO DIA 7/02

Autor: Carlos Dabdoub Arrien

Publicado: El Nuevo Día, 16.7.2002

 

(16/07/2002)
Bolivia primero

Carlos Dabdoub Arrien*

Ante la crítica situación que siempre ha confrontado el país, cada elección nacional representó un hilo de esperanza al suponer que con el próximo gobierno las cosas podrían ser mejores. El último plebiscito no escapó a esta sensación, e incluso para ganar votos varios partidos mostraron propuestas osadas enfrentando a lo establecido, mientras otros prometieron tantas cosas a fin de conquistar la simpatía ciudadana, denigrando el raciocinio democrático del pueblo. Por otro lado, los ciudadanos observábamos inertes lo que nos ofrecían los medios de comunicación, muchos de los cuales, indagaban con insistencia cosas tan triviales, con el único propósito de crear polémica o escándalo, soslayando los planteamientos del candidato. Resumiendo, a pesar de ser esta campaña un olímpico aburrimiento, hubo vigor político y la gente participó creyendo en la democracia y en sus candidatos.

Conocidos los resultados y la actitud de algunas fuerzas políticas, se pudo observar por ejemplo, que movimientos sociales, particularmente del altiplano y del valle, al no tener respuesta de los partidos tradicionales, sumados al voto contra el actual sistema político, encontraron su propio instrumento para llegar con fuerza al Parlamento. Otra simple lectura demuestra que el nuevo Poder Ejecutivo seguramente carecerá de aquella fuerza arrolladora que la llamada “democracia pactada” tuvo en el pasado, evidenciada en el conocido rodillo congresal para aprobar leyes o evitar la fiscalización del gabinete ministerial y su burocracia. Por el contrario, las políticas de estado en este nuevo período serán debatidas en el Legislativo, donde habrá acuerdos en torno a temas particulares, más que a programas o caprichos de los jefes políticos que constituían una alianza política del momento. Finalmente, el pueblo al no dar mayoría absoluta a ninguno de los planes de gobierno, la clase política recibió el mandato de concertar uno nuevo, que llene las mayores expectativas por las que votaron los bolivianos.

Ahora, la gente espera racionalidad en los diputados y senadores electos, porque cuando se consigue poder, también se adquieren responsabilidades con la democracia y la república. Si el juego democrático se ha trasladado al Poder Legislativo, todos suponemos desprendimiento en las consignas o propuestas, el olvido de rencores y odios, entendiendo que ante todo primero está la patria, su unidad y su estabilidad, de lo contrario, la gobernabilidad se trasladará a las calles. No olvidemos la época de la UDP y la actitud irresponsable de la oposición de aquel momento. De ahí que el reto amerita que los parlamentarios aprueben este examen con nota alta.

Sin embargo, aquí tampoco se puede desdeñar la responsabilidad del pueblo. Debemos aprender a ser menos habitantes, exigiendo siempre lo que queremos, y volvernos más ciudadanos, cumpliendo con nuestros deberes. Qué fácil es promover huelgas, paros o bloqueos, para obtener cada sector lo que le interesa, sin tomar en cuenta que parte de la vida misma de Bolivia se puede ir en ello. No sólo ha llegado el momento de prueba de los partidos políticos; también es el momento de una ciudadanía consciente sobre el rol que debe jugar, porque “es imposible construir una sociedad de oro con individuos de plomo”. En fin, sólo saldremos de este incierto y penoso momento si en cada palabra o en cada acto, pensemos que por encima de todo, Bolivia está primero. Dios bendiga a nuestra gente y a la sociedad política nacional.

*Carlos Dabdoub Arrien es Director del Hospital Japonés. Ex ministro de Salud

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