Para que conste en acta – Tenemos un tema pendiente, Presidente

 

Para que conste en acta – Tenemos un tema pendiente, Presidente

Autor: Gabriela Ichaso Elcuaz

Publicado: Septiembre 2001

 

Este 24 de septiembre, en la Sesión de Honor del Gobierno Municipal, la Alcaldesa contó la historia de hace 191 años y el Presidente del Concejo propuso al Primer Mandatario crear un ministerio más. El Presidente de la República devolvió gentilezas: dijo que ojalá las obras fueran trabajo de todos los días y no a como dá lugar sólo para anunciarlas o inaugurarlas y que ya es hora de que los recursos de participación popular y del HIPC no se queden por ahí y lleguen a los distritos a luchar contra la pobreza.

El 22 de septiembre de 2000, un año atrás, en una Sesión de Honor similar, ante el General Banzer, el entonces Alcalde y hoy licenciado Johnny Fernández, le pidió a Santa Cruz que se alegre, porque ya su administración había recibido del Gobierno nacional “luz verde” para obras en las escuelas, para inversiones en salud, para infraestructura deportiva, social y cultural, para todo.

Un año después, las obras que anunció ni siquiera han comenzado repitiendo los incumplimientos de los Planes Anuales Operativos de los años 1997, 1998, 1999, 2000 y 2001 que no sólo son un reclamo ciudadano sino una realidad que hasta ahora se confirma en varios informes de Contraloría que califican como “gestiones desfavorables” y alertan la negligencia e ineficiencia. Es más, el proyecto del Plan de Alivio a la Pobreza que durante tres años ejecutó 1034 pequeños proyectos de infraestructura social, educacional y de salud en los distritos más poblados y empobrecidos, cofinanciados por el Gobierno de Holanda, se va en diciembre por los incumplimientos locales.

Lo más grave es que Santa Cruz de la Sierra está condenada a un Plan de Readecuación Financiera que compromete sus ingresos futuros para pagar en los próximos años una deuda de 170 millones de dólares que desconocemos en qué se gastó la administración Johnny Fernández, cuando todos sabemos que la deuda acumulada de toda la historia municipal hasta 1995 era de sólo 19 millones de dólares.

Un año atrás, viajé a La Paz y pedí por escrito a Su Excelencia en su condición de Excmo. Vicepresidente Constitucional de la República y Presidente Nato del Congreso Nacional instruir a la Comisión Parlamentaria que corresponda la investigación de lo que está sucediendo en la administración municipal de Santa Cruz de la Sierra y que fuese el Congreso de la Nación, en la instancia que las Leyes prevean y Su Excelencia hubiera determinado, el que aclarara a nuestros ciudadanos, la situación financiera, económica, legal y jurídica de nuestro Gobierno Municipal.

Hoy reencontré al Ing. Jorge Quiroga Ramírez como Presidente Constitucional de la República y escuché su resolución de luchar contra la corrupción dando como ejemplo la investigación del caso de los turriles. Quería recordarle que al Presidente que tenemos en agenda aquel tema pendiente. Santa Cruz de la Sierra, la ciudad más populosa de Bolivia, viene hipotecando los recursos públicos de su presente y su futuro irresponsablemente a cuenta de la gobernabilidad del país, una gobernabilidad insostenible si condena a tanto retroceso a las mayorías pobres que han transformado nuestro pueblo en la metrópoli del siglo 21. El señor Presidente podría decirme que así es la democracia, pero también comparto la necesidad urgente de que intervengan los mejores y le sugiero humildemente que promueva en el Congreso la modificación del Código Electoral y la Ley de Partidos para ponerle en estas elecciones un límite, un techo bajito a la prebenda y al negocio del voto y abrirle un cielo inmenso a quienes luchen electoralmente con las ideas, con la inteligencia, con la dedicación y con la honestidad.

No comparto los lamentos locales ni los pedidos lastimeros ni los discursos de fatua grandeza que se acostumbran en las fechas cívicas. En este país y en esta ciudad, tan acostumbrados a estar dirigidos por actores que ponen cara de preocupación cuando llega la “autoridad” de La Paz, lo que sobra es jauja y jarana. Ser hipócrita y robarle de cualquier forma al Estado es también ser terrorista. Necesitamos cumplir las leyes, planear con visión metropolitana y devolverle a la gente la fe en sus autoridades con obras y con servicios, con transparencia y con participación ciudadana, para que pague sus impuestos con alegría. La reasignación de recursos de Participación Popular necesitaban el Censo y ya está hecho; la distribución de recursos condonados de una parte de la deuda externa para aliviar la pobreza necesitaba municipalizarse y juntos, aunque medio a rega-adientes por la injusticia con los pobres de los centros urbanos, lo logramos. Es suficiente para llevar adelante un Plan de la Ciudad. Pero ni con toda la autonomía municipal ninguna autoridad local se ha venido haciendo responsable del conglomerado humano más grande del país, ni de sus 60% de pobres, ni de como llegamos al mayor déficit nacional escolar con la falta de 2.800 aulas ni de cómo contrajimos una deuda de 17 millones de dólares con la CAF para una sola Doble Vía que le redituará 36 millones a la tal institución de supuesto fomento….

Acá no hay excusas ni derecho a borrón y cuenta nueva: la gente pagó impuestos municipales directos, la coparticipación tributaria no dejó de hacerse efectiva un sólo día y tenemos 170 millones de dólares municipales perdidos que debemos saber adónde se fueron.

Le pido nuevamente esa investigación y con todo respeto que haga uso de Su particularísima atribución constitucional descrita en el artículo 961/4, inciso 91/4 de “velar por las resoluciones municipales, especialmente las relativas a rentas e impuestos, y denunciar ante el Senado las que sean contrarias a la Constitución y a las leyes” y de “exigir a la municipalidad transgresora” que se enmarque en la Ley.

Las conclusiones de la investigación sobre el paradero de esos 170 millones de dólares, a la que sumó su solicitud hace poco el Comité pro Santa Cruz dirigiéndose a la Contraloría General de la República, las necesitamos para reencaminar las acciones de nuestro Gobierno Municipal y sancionar, en caso que corresponda, por la vía que la Constitución y la Ley de Municipalidades prevén, a los responsables del manejo arbitrario de los recursos y de la desatención a las obligaciones para con los y las ciudadanos cruceños. Como dijo Ruber Carvalho, el autor de “La mitad de la sangre”, el libro cruceño más vendido en Santa Cruz: “Los cruceños, después de tanta soledad, nos debemos otra oportunidad en esta tierra”.

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