Para escribir primero hay que aprender a leer

 

“Para escribir primero hay que aprender a leer”

Autor: Carlos Dabdoub Arrien

Publicado: Sin datos

 

La repercusión de los manifiestos del Movimiento Autonomista “Nación Camba” ha servido para crear un debate regional. Más allá de algunas declaraciones incongruentes, vacías de argumentos por ausencia de un análisis más serio de los documentos en cuestión, existen otras opiniones de mayor valía que fortalecen la idea de una reforma profunda del estado. Aquí cito algunos comentarios.

“El Memorándum (de la “Nación Camba”) cuestiona e interpela al poder central, a sus políticas de Estado que, como una constante, han sido andinocentristas en toda época, sin reconocer, más bien negando, el derecho a la autodeterminación y a la autonomía a otras regiones. Busca revertir la dominación collacentrista, mestiza en todo caso, con la creación de una nueva realidad y de ahí su fuerte impacto político y sociológico, más que suficiente para generar revuelo y para que más de uno se rasgue la vestiduras a gritos”. “Nadie, me imagino, está conforme con la descentralización que tenemos, impuesta en el paquete estructural y las Reformas del Estado, implementada de tal modo que en lugar de descentralización, desconcentra competencia que antes asumía el Estado, y favorece más bien el localismo, el regionalismo, pero también el clientelismo y la irresponsabilidad en los asuntos públicos…” (Susana Seleme Antelo. El discreto encanto de la Nación Camba. El Deber. 28 de marzo de 2001).

“Las réplicas, las críticas y los rechazos se alzaron como verdaderos y enfurecidos vendavales. Y como ha venido ocurriendo a través de la ya vieja historia nacional que casi tiene dos siglos de vida, esas reacciones, esas réplicas, esos rechazos eufóricos se han estado dando bajo la sombra ominosa de la sospecha”. “Para esa opinión pública altoperuana que se resiste a medirnos con la misma vara con que debería medirse a todos los que estamos atados a los destinos bolivianos, que se resiste, además, a reconocernos virtudes cívicas, a estas alturas los cruceños estamos con las maletas hechas, ya sea para abrirnos y constituir nuestra propia nación, nuestra Nación Camba…”. “El Memorándum de la Nación Camba pese a esas reacciones coléricas que ha provocado y que no son justas de ninguna manera, ha tenido la virtud, quiéraselo o no, de crear un clima propicio para el debate…” (Editorial. ¿Cuestión de Nación?. El Deber. 2 de marzo de 2001).

Cuando aparece un movimiento con el nombre de “Nación Camba”, es resistido por los centralistas de allá y los de acá; por los descentralizadores de “a medias”, por los que creen que “así nomás está bien” y que no hay necesidad de más; por los que se adscriben a la idea del Estado Nacional plagado de eufemismos bolivianistas que nada tienen que ver con la unidad nacional…”. (El Memorándum) “trata de entender la diversidad en la que vivimos; se trata de saberse diferente en la globalidad; porque se piensa diferente y porque pese a la globalización no se siente uno parte de la “corriente ciudadana” a la que no le importa lo local ni sus raíces porque estos últimos han decidido sentirse y proclamarse “ciudadanos del mundo”(confieso que me encantaría verlos a escondidas haciendo cola en un aeropuerto extranjero con su pasaporte boliviano en la mano y ver cómo los tratan más allá de nuestras fronteras)” (Carlos Federico Valverde Bravo. Buscando lo que no hay. El Nuevo Día. 23 de febrero de 2001).

“La mayoría de los críticos han mirado el dedo, antes de poner la vista en lo señalado en este caso, el mensaje central relacionado con un viejo clamor regional: mayor autonomía para administrar los recursos del departamento…”. “Claro, es mejor evadir ese tema (la autonomía), como lo han venido haciendo una aristocracia política que por décadas ha vivido a costa de ignorar las necesidades de las regiones, a las cuales sólo se las toma en cuenta para exprimirles sus recursos”. (La autonomía)”consiste nada más y nada menos que dejar a cada región (no importa quién viva allí), que decida qué hacer con sus recursos. Lo demás es folclore (Editorial. Mirar el dedo y no donde apunta. El Nuevo Día. 20 de febrero de 2001).

“Es natural que surjan voces discordantes con la iniciativa, pero lo que no es aceptable es que el cuestionamiento tenga como base el prejuicio y la ignorancia, en sus formas deliberada o involuntaria”. “También se esgrime que el nacionalismo corresponde al pasado. Que la doctrina no está vigente en Bolivia. Habrá que hacer notar que en el país, dos de los principales partidos políticos ostentan el nacionalismo. La gobernante Acción Democrática es Nacionalista (ADN) y el principal opositor, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) lo incluye en su nombre y doctrina (Editorial. Ideología del nacionalismo camba. El Mundo. 17 de febrero de 2001).

“La superficialidad para analizar el documento de referencia (Memorándum del 14 de febrero) bien podría ser síntoma de una enfermedad de la llamada intelectualidad del país, que como dice Omar Chávez (Los pensadores en huelga indefinida. La Razón. 18 de marzo de 2001), “Bolivia no tiene rumbo por la ineptitud de la intelligenzia nacional que parece haber renunciado al oficio de crear ideas y dibujar horizontes. En vez de ofrecer visiones a la colectividad, algunos intelectuales se han convertido en pendencieros que despotrican…”; “…saben encubrir muy bien su incapacidad atribuyendo la ausencia de visiones y planes de acción de los políticos inoperantes. Por eso, no están en la picota de la crítica pública…”. (Carlos Dabdoub Arrien. Ojos que no ven, corazón no siente. El Deber. 30 de marzo de 2001).

“Nos debe quedar claro que la Nación Camba no es monedita de oro para gustarle a todo el mundo, tendremos naturalmente enemigos de fuera y de dentro. Los enemigos de fuera, por lo que se está viendo, son algunos hermanos occidentales intolerantes, siempre celosos de nuestra identidad y progreso. Los de dentro no nos deben extrañar; si hasta Jesús de Nazaret tuvo su Judas, ¿por qué nosotros no?. Unos y otros nos darán fortalezas para seguir adelante. Parafraseando a Cervantes…aúllan Sancho, es señal que avanzamos”. (Jimmy Ortíz Saucedo. La Nación Camba (440 años de historia). El Deber. 21 de mayo de 2001), o como dijo Ismael Muñoz García sobre este mismo asunto: “…para escribir primero hay que aprender a leer” (Dime de qué te ríes y te diré de qué pata cojeas. El Deber. 16 de abril de 2001).

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