Willi Noack; desde Dusseldorf

“Der Spiegel” (No. 35 del 28.8.2006) articula así una “Entrevista con el presidente Evo Morales, 46, sobre socialismo en Latinoamérica, reformas en su país y la relación de los izquierdistas con los EE.UU.”.

En la entrevista de tres páginas, con tres fotos y un mapa, las preguntas de los redactores de una de las revistas alemanas mas leídas (1.1 millones de tiraje) sirven para una vez mas explayarse sobre las ideas que en Bolivia escuchamos cada día desde hace meses. ¡No faltan las exageraciones en las opiniones que sirven para crear un clima favorable para la refundación! Las preguntas precisas de los entrevistadores bien informados son contestadas por nuestro presidente con palabras bonitas pero ambiguas. Fallas, omisiones y errores del actual gobierno son –según el entrevistado- culpa de los antecesores. Por ejemplo al preguntársele por la relación con Lula, responde: “Lula es muy solidario, se comporta como un hermano grande. Solamente con (…) Petrobras tenemos problemas. Las negociaciones son muy difíciles; pero somos optimistas.”. “Compañero Lula me ha dicho: “Habrá un nuevo acuerdo”.” Cuando los entrevistadores constan que los chilenos le quitaron en una guerra hace 120 años a Bolivia el acceso al mar, el presidente Morales confirma que “… necesitamos un acceso al mar. “ Para un lector clásico de la revista, poco o nada conocedor de la realidad de la exportación o importación boliviana vía puertos chilenos, suena como si Bolivia no tuviera acceso alguno al mar, es decir que Bolivia está enjaulada.

Según el presidente, “Hugo Chávez no tiene influencia alguna sobre la nacionalización de los recursos naturales. Chávez no sabia nada de nada”.

“De Fidel Castro he aprendido sobre todo solidaridad. Fidel nos ayuda mucho, ha regalado siete clínicas de ojo y 20 hospitales sencillos.” En relación a las protestas de médicos bolivianos contra la presencia de los cubanos por quitarles el trabajo, el presidente niega que ello ocurra.

Preguntas sobre la izquierda en Latinoamérica, dividida en una corriente moderada socialdemócrata (Lula y Bachelet) y una radical y populista (Castro, Chávez, Morales) son contestas con: “Hay socialdemócratas y otros que marchan más en la dirección de la igualdad, llamados socialistas o comunistas. Por lo menos en Latinoamérica ya no hay presidentes racistas o fachistas como antes. El capitalismo ha causado en Latinoamérica nada más que daño.”

Morales hace un alegato en favor de la propiedad colectiva, a la cual la sociedad indigenista está acostumbrada y de la cual opina que “Nosotros, los indígenas, somos la reserva moral de Latinoamérica.”

Como era de suponer; no faltaron sus acusaciones contra grupos fachistas oligarcas, y, por supuesto, no faltan comentarios negativos sobre los EE.UU.

Es difícil opinar sobre la reacción de un lector desinformado ante preguntas puntuales y respuestas evasivas o ambivalentes. ¿Puede percibir el muro de humo? Lasrespuestas no revelan las verdaderas intenciones de la administración Morales. Se refuerza una imagen de Bolivia de cliché, aprovechando del hecho que muy poca gente entre los lectores de la entrevista puede descubrir las manipulaciones.

Este artículo de opinión será publicado en EL DEBER en fecha 10.9.2006