El por qué de esta columna

 

El por qué de esta columna

Autor: Alfonso Moreno Gil

Publicado: Santa Cruz, 2 de mayo de 1999

 

Acepto el reto. Claro que sí. Conversando con José Antonio Pomacusi, director de El Nuevo Día, sobre la problemática cruceña; el desarrollo social, económico, político y cultural de la región, sus organizaciones, así como la relación de todos estos temas con el Comité pro Santa Cruz y el hecho de que actualmente sea yo el presidente de esta institución, surgió de él el ofrecimiento de una columna semanal para que pueda manifestar mis opiniones sobre distintos asuntos y problemas.

Por la importancia de la propuesta y por ser quizás la primera vez que un presidente del Comité dispondría de una columna semanal en un medio periodístico escrito, conversé sobre ello con diferentes personas. Algunas destacaron que era una excelente idea, una buena oportunidad para explicar y dar a conocer lo que pienso y que, si la cosa andaba bien, esta columna podría generar una serie de opiniones sobre el Comité en sí y sobre la temática regional, de tal forma que esas opiniones puedan ayudar a conducir el Comité; otras, en cambio, manifestaron su temor diciendo que el ser Presidente del Comité pro Santa Cruz toda opinión que vierta sería la opinión de la institución y no la de Alfonso Moreno Gil como persona y que por tal motivo se podría comprometer a la entidad.

Analizadas todas las opiniones, tomé la decisión de aceptar el reto y explico por qué. Actualmente muchos medios me entrevistan, piden mi opinión y lo hacen porque soy Presidente del Comité, y cuando opino lo hago como presidente como persona y profesional. En realidad, no se puede separar al presidente de la persona o viceversa. Por eso acepto el reto, por lo difícil que es, por todo lo que implica, porque considero que uno como ciudadano tiene el derecho de expresar libremente sus pensamientos y buscar dentro de la democracia la cristalización de sus anhelos, lo que lógicamente motivará que muchos compartan estos criterios, como también hay que reconocer y aceptar que muchos otros podrán no estar de acuerdo. Sin embargo, debe quedar bien claro que, por encima de las opiniones del Presidente, y repito opiniones, las decisiones y la posición oficial de la institución sobre cualquier tema las fija, de acuerdo a su importancia, el Directorio, compuesto -además de los tres principales dirigentes- por 19 representantes de distintos sectores de la sociedad y por la Asamblea de la Cruceñidad.

Por cierto, valoro la iniciativa del Director de El Nuevo Día al invitarme a escribir.

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