El Estado y la sociedad civil

El Estado y la sociedad civil

Autor: Alfonso Moreno Gil

Publicado: Santa Cruz, 12 de diciembre de 1999

Todos pertenecemos a la sociedad civil, ricos y pobres, mujeres y varones de la población. Depende de nosotros organizarnos bien para ejercer mejor nuestros derechos, y también cumplir con nuestras obligaciones de ciudadanos. No es solamente pedir y pedir sin que importe de dónde salen los recursos económicamente. Como usted sabe, lector amigo, los recursos que precisa el Estado para satisfacer nuestras necesidades provienen de las recaudaciones impositivas, y si nosotros con contribuimos, el Gobierno, cualquiera que fuere, de cualquier partido político, se verá en dificultades para atender todas nuestras demandas.

Así como los ciudadanos exigimos a las autoridades que atiendan nuestros requerimientos en educación, salud, caminos, seguridad ciudadana y muchas cosas más, de nuestra parte nos corresponde dar muestras de cumplimiento en el pago de los impuestos. Sensiblemente aún no tenemos todos el suficiente grado de conciencia tributaria que conlleve al fortalecimiento de los recursos fiscales. El puntual y correcto pago de los impuestos, por parte de toda la población, obligaría a que, sin excusas, los gobernantes tengan que dar eficaz respuesta a nuestras exigencias.

Por otro lado, no podemos ser indiferentes ante tantos casos de corrupción comprobados y otros que no han sido investigados, pero sí los advertimos, porque vemos cómo de represente aparecen funcionarios públicos de todas las jerarquías con fortunas no explicadas racionalmente; entonces, inferimos que esa riqueza no ha sido obtenida por medios lícitos.

Propugno la organización y la madurez de la sociedad civil para que todos evitemos que nos metan los dedos a la boca. Basta de corrupción, basta de ser indiferentes y dejar pasar estos hechos por delante de nosotros como si no fueran una lacerante realidad.

Los medios de comunicación registran a diario denuncias sobre casos de corrupción. Apoyémonos para batallar juntos y que la consigna en todo el sistema institucional cruceño sea la lucha frontal contra la corrupción. No permitimos que algunos vivillos medren a costa del fisco o de la coima.

Todos, sin excepción, somos parte de la sociedad civil y, por tanto, tenemos deberes que cumplir. Hoy y siempre debemos pedir a los gobiernos nacional y municipal, a la Prefectura y a todas las dependencias del Estado, eficiencia en la administración y un celoso control de los recursos públicos.

Mala suerte si en esta cruzada debemos enfrentarnos con nuestros compadres, parientes, amigos o conocidos. Los representantes de la sociedad civil tenemos asignado un rol en la conducción de la colectividad. Separamos cumplirlo y unámonos todos para frenar la ineficiencia, la prebenda, el nepotismo y todo aquello que dificulta nuestro desarrollo. separamos, por encima de todo cálculo político o económico, enfrentarnos al monstruo de la corrupción.

Fortalezcamos la sociedad civil y luchemos por un mejor futuro para nuestros hijos.