Derechos y Deberes

 

Derechos y Deberes

Autor: Alfonso Moreno Gil

Publicado: Santa Cruz, 11 de julio de 1999

 

Toda sociedad, comunidad o pueblo, cualquiera que fuese su composición social, económica o política, necesita -para mantener el orden y la convivencia pacífica entre sus miembros- una serie de normas que permitan su desarrollo en armonía. La misma concepción de la vida, el sentido común, la relación entre personas, nos llevan en forma natural a percibir que esas normas y reglas son parte nuestra, que conviven con el ser humano y con la naturaleza, y que son muy esenciales en la vida social. me refiero a los derechos y deberes de todo ser fundamentales de todo ser humano. En efecto, éste, cualquiera fuese su condición, de edad, sexo, situación económica, formación -siempre tendrá derechos y deberes, y debe haber un equilibrio razonable entre ambos aspectos para hacer posible que esa sociedad se desarrolle dentro de márgenes de dialogo y entendimiento y positividad, y que todos, de una u otra forma, contribuyamos a esta primordial finalidad. El buen desenvolvimiento de una sociedad no solamente es de responsabilidad de las autoridades y los dirigentes, sino también de la ciudadanía en su conjunto.

El concepto universal de derechos y deberes fundamentales está contemplado en nuestra Constitución Política del Estado, en el título primero, artículos 5º, 6º, 7º y 8º. Por cierto, es importantísima tal normatividad, pero debemos admitir que en nuestro país se suele recurrir a los mandatos constitucionales, leyes, decretos, etc., únicamente cuando conviene alegar derechos.

A todos nos corresponden derechos y obligaciones, y en la medida que se incumplan estos, Bolivia tendrá grandes dificultades en superar los niveles de pobreza, de inseguridad ciudadana y jurídica y otras tantas necesidades. Es cierto, los administradores del Estado fallan porque generalmente solo les interesa que los ciudadanos cumplamos los deberes que nos conciernen y se hace muy poco para darnos el pleno ejercicio de nuestros derechos. Por otro lado, los ciudadanos también fallamos porque nos interesan nuestros derechos y tendemos a soslayar nuestros deberes.

Debido a esta situación, y dejando de lado algunos componentes político-partidistas que muchas veces tratan de influenciar e infiltrarse en los reclamos de la colectividad, vemos comúnmente a numerosos ciudadanos bolivianos en manifestaciones, marchas, bloqueos paros cívicos, huelgas de hambre y de otro tipo, exigiendo derechos en relación con la salud pública, educación, seguridad, caminos, energía eléctrica y otras necesidades vitales, a las que podemos agregar las demandas de modificación o aprobación de leyes y cuyo tratamiento es considerado indispensable.

Los problemas continúan por falta de visión estatal, por la incapacidad de definir y mantener políticas que sobrevivan a los cambios de gobierno, por no respetarse la carrera administrativa, por negligencia en el deber de combatir la corrupción. Estas y otras razones que afectan el buen funcionamiento de las estructuras del Estado, ocasionan que los ciudadanos tampoco tengan voluntad de cumplir con sus obligaciones. Pero también debemos reconocer y aceptar que a los ciudadanos nos falta dar mayores muestras del cumplimiento de nuestros deberes, señalados en la Constitución y las leyes de la República, y que nos instan a pagar impuestos, a ser buenos ciudadanos, a ser solidarios con nuestros vecinos, a resguardar y proteger los bienes e intereses de la colectividad.

Lo que proponemos es coadyuvar individual y socialmente a mantener un equilibrio entre nuestros derechos y deberes. Así como exigimos que se respeten nuestros derechos, también nosotros, como sociedad civil organizada, debemos cumplir fielmente lo que nos corresponde.

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