Bolivia en octubre del 2006 – Willi Noack – 7.10.2006

Bolivia en octubre del 2006


Willi Noack

¡Quién tiene la bola de cristal para decirnos con certeza dónde estamos y –más importante aún- pronosticar dónde estaremos en el futuro! En esta nota me refiero a percepciones muy subjetivas de ciertas corrientes detectadas en el oriente.
Prevalece en la opinión de mucha gente el “wishful thinking”, la lectura de los eventos y acontecimientos guiada por deseos. El deseo mayoritario es la perduración de la paz social, la esperanza que la controversia entre dos conceptos de vida no emboque en un conflicto bélico. Este gran miedo de una guerra civil caracteriza la atmósfera. El anhelo de poder seguir con la vida acostumbrada, desde luego paulatinamente yendo mejorándola, hace que mucha gente busque golondrinas que hagan verano. Cualquier señal en este sentido se festeja, como el “acuerdo” sobre el reglamento de debate de la Asamblea Constitucional, abstrayendo del hecho que las cláusulas acordadas no tienen mayor importancia, y que las dos cláusulas de trascendental importancia no fueron consensuadas: la cuestión del carácter de la AC y la votación.

El “acuerdo” deja por lo tanto un sabor a poco o nada. Pero los pacifistas, la gran mayoría que reza por la paz festejaron este progreso muy relativo. La mitad de algo es más que el doble de nada.
La otra característica de la situación actual es la sospecha generalizada que tal vez se estén llevando a cabo serias preparaciones para un conflicto. Es en un clima de constantes afirmaciones y contra-afirmaciones, que hace inevitable que florezcan chismes de toda índole. Está la declaración del Vicepresidente en Warisata y, por supuesto, el dementi al día siguiente.

El aparato propagandístico produce diariamente tantas noticias, “buenas” y otras amenazantes, esperando que quede algo para cada gusto. Es la hora de la chismografía. Y según la preferencia personal, uno se inclina hacia la “buena” noticia o para el otro aumenta el temor por la amenaza. Perjudica que se vive una temporada de denuncias muy serias pero sin pruebas palpables. Es el tiempo cuando muchos anuncios y promesas (las “buenas” noticias…) no guardan relación con los hechos, mas bien, estos hechos reales contradicen las proclamaciones abiertamente.
Dudo que haya una posibilidad objetiva de analizar acertadamente lo que sucede. Probablemente sea correcto constatar una firmeza cada vez más decidida de defender las libertades individuales (lo que llamo el “Modelo Santa Cruz”) contra un proyecto de imponer un modelo diametralmente opuesto, comunitario-indigenista con rasgos de socialismo-comunismo. Una amalgamación de ambos conceptos es imposible. Adónde nos llevará esta antinomia es, objetivamente argumentando, en este momento imposible a pronosticar. Intervienen muchos factores que se guardan en secreto y las políticas anunciadas (pero no ejecutadas) pueden ser consideradas como globos de ensayo para detectar una eventual reacción del grupo contrario al cometido.

Parece que durante varios meses hubo una iniciativa arrolladora de los “refundadores” que ahora encuentra una oposición organizada, si bien se puede observar en la masa gris de la población un cierto fatalismo que se expresa en una decisión calculada de no decidirse para luego quedarse con el ganador. En esta línea se puede observar una creciente cautela de los que dieron su voto al Presidente Morales por querer castigar a los partidos tradicionales, digamos de buena fe pero de manera más hormonal que racional. La actual caída de la popularidad del ganador en los comicios puede respaldar esta tesis.


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NOTA: este artículo será publicado en EL DEBER en fecha 8.10.2006 y otros medios

fecha: 2006-11-21 19:54:24
autor: Willi Noack

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