Contra la Corrupción

 

Contra la Corrupción

Autor: Alfonso Moreno Gil

Publicado: Santa Cruz, 22 de agosto de 1999

 

Debido a nuestra condición de dirigente del Comité pro Santa Cruz, estamos en permanente contacto con la ciudadanía. Visitamos las distintas zonas de nuestra ciudad y los pueblos de las provincias cruceñas con la finalidad de conocer de cerca los problemas, inquietudes y anhelos de sus habitantes, y para contribuir a la búsqueda de soluciones.

En términos generales es casi coincidente la exigencia, según los casos, de obras de infraestructura: buenos caminos, calles pavimentadas, construcción de escuelas, hospitales y postas sanitarias. Además, se suele demandar los servicios de un mayor número de maestros, médicos, enfermeras y policías, así como equipamiento para los establecimientos educativos y los centros asistenciales. Para poder hacer frente a tales necesidades es indispensable disponer de suficiente recursos y que haya una eficaz administración de los mismos, responsabilidad que está a cargo de las respectivas reparticiones del Estado en los ámbitos nacional, departamental y municipal.

Determinadas entidades como la Dirección de Impuestos Internos, la Aduana, las municipalidades, etc., se ocupan de la captación de los medios pecuniarios, a través del cobro de impuestos, tasas y patentes, labor que en todas las épocas debe ser ampliamente positiva, en beneficio del interés público.

Como se sabe, otras fuentes de recursos son las regalías departamentales, las donaciones y los créditos, tanto nacionales como de procedencia extranjera. Todos tenemos que cumplir la insoslayable obligación de pagar nuestros impuestos a fin de aportar a que aumenten los fondos para satisfacer los propios requerimientos sociales. Igualmente debemos ejercer nuestro derecho a fiscalizar que los pagos al fisco sean correctos, sin evasión impositiva, y velar porque el dinero recaudado sea bien utilizado por las autoridades.

Es un imperativo combatir a la corrupción, evitar los negociados, las coimas, el enriquecimiento ilícito a costa de los bienes del Estado y en perjuicio de la sociedad. En la medida que consigamos disminuir los grados de corrupción en el país habrá mayores ingresos para ser asignados en lo que la comunidad necesite con premura, porque también debemos aprender a establecer prioridades. Por ejemplo, se podría incrementar el presupuesto de la Policía para reforzar la seguridad ciudadana, dotando de comisarías a distritos de la ciudad que no las tengan, contratando más para la institución del orden, mejorando las condiciones en que se desenvuelven las cárceles, con la aplicación de terapia ocupacional para los internos y así sucesivamente.

Combatamos ese mal endémico. Coadyuvemos a que se tome cabal conciencia de que la corrupción obstaculiza el desarrollo integral de la región y del país, y que muchos de nuestros problemas se pueden solucionar si logramos disminuir los graves índices de corrupción.

Editor: Willi Noack | Administración Técnica: Jose Carlos Choque Y. | Creatica Ltda.