Cambio de actitud

 

Cambio de actitud

Autor: Alfonso Moreno Gil

Publicado: Santa Cruz, 3 de marzo de 2001

 

Cruceñismo es una actitud positiva, de cambio, sin miedo al futuro, con visión, sin temor a abordar, con amplitud, las diversas formas de pensar; una actitud de mucha participación ciudadana, que tenga en cuenta la realidad, el pasado, el presente y el futuro; una actitud que muestre a los bolivianos que nuestra propuesta es en beneficio de todas las regiones.

Somos parte de Bolivia y nuestro futuro está unido a todos los departamentos. Por encima de los intereses partidarios, económicos y personales debe prevalecer el bien común. Busquemos el cambio de actitud.

La gran mayoría quiere cambios. Son muy pocos los que se oponen, probablemente aquellos que ven afectados sus particulares intereses, aquellos que se benefician con el caos en el que vivimos.

Aún no hemos establecido en nuestro medio un gran pacto social para que cambie este estado de cosas. Tal vez no difundimos adecuadamente nuestras inquietudes. Quizá nuestro pecado sea el celo individualista, el no aceptar una idea, una opinión sólo porque la propone otra persona. Los miembros de la sociedad civil tenemos puntos en común, y muchos.

He escuchado opiniones en todos los lugares. El ciudadano de la calle quiere cambios. Y naturalmente surgen las propuestas, pero también, sensiblemente, las agoreras voces pesimistas.

Sabemos lo que queremos: luchar contra la corrupción y que haya una efectiva participación ciudadana en el control social de la administración pública. Queremos autoridades políticas confiables, sin prácticas demagógicas; autoridades que hagan buen uso de los recursos provenientes del pago de impuestos. Queremos trabajo, seguridad jurídica, seguridad ciudadana. Queremos educación y salud para todos.

Lo que anhelamos es un cambio de actitud, una nueva forma de comportamiento. Queremos confiar en el sistema político, en los partidos. Queremos que los políticos cambien de actitud, que contribuyan a forjar un país viable, con futuro, y que se respete la independencia de poderes. Es preciso que quienes están a cargo de la administración pública tengan un cambio de actitud. Es importante que la sociedad sea consciente de la necesidad de pagar impuestos, y vea paralelamente que sus contribuciones se traducen en obras y servicios.

¿Cómo transmitir al país nuestra forma de pensar? Queremos que haya cierto grado de autonomía regional, traducida en un mayor poder de decisión en cada departamento.

El pensamiento cruceño debe ser conocido en todo el país, evitando que sea distorsionada la finalidad esencial, que es la construcción de un nuevo país, con una real descentralización, en beneficio de todos los pueblos del país. Expliquemos, en todos los ámbitos y ante los diferentes sectores, que propugnamos un cambio de actitud. Una actitud honesta.

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