Bolivia ante la disyuntiva

Willi Noack

Me parece que la discusión actual anda mal. El oficialismo no destapa el secreto sobre el futuro de Bolivia antes de haber alcanzado el poder ilimitado sobre el Estado.

Si dijeran de antemano cuál es la verídica intención política, con todas las consecuencias para la vida cotidiana de todos y de cada uno, “el pueblo” no respaldaría tal intención. Lo que ayuda en detectar las intenciones no declaradas abiertamente pero perseguidas con fuerte obstinación realizadora son algunos sitios en la Internet donde se habla sin tapujes ni limitaciones. Sería favorable difundir estas pretensiones políticas de manera masiva para así complementar los discursos ambiguos con precisiones para mostrar la verdadera cara – todavía bonita hoy cuando aún no tienen el poder total sobre el Estado. Dicen que se trata de un intento de lograr la “hegemonía”, que significa una supremacía de una nación sobre otra. ¿Será que se trata de la supremacía del occidente sobre el oriente?

“El pueblo”, como lo citan los “movimientos sociales” y el oficialismo, no existe. El pueblo del cual habla la CPE tiene representantes que fueron elegidos pero no tiene otros portavoces pues éstos no son resultado de elecciones transparentes y limpias como sí lo son los diputados y senadores. Existen portavoces de grupos, que en algunos casos representan inclusive grandes segmentos de la población como en el caso del Comité pro Santa Cruz. Hay portavoces que hablan en nombre del “pueblo” y son los que intentan usurpar el poder total. Pero, como no expresan nítidamente sus verdaderas intenciones no se puede demostrar abiertamente el peligro de estos intentos y contrarrestarlos.

Como televidente percibo una perversidad enorme durante los debates en el Congreso cuando oficialistas y oposición, ambos sabiendo perfectamente cuál es la pugna, no discuten sobre el tema de fondo y que es la pregunta si la mayoría de los bolivianos desea vivir bajo un régimen dictatorial con el riesgo de perder muchos de sus derechos fundamentales. O – en lo económico – si la mayoría de los bolivianos está de acuerdo con volver al caos económico de la época de la UDP o de países del este europeo que salieron corriendo del sistema socialista comunista y que ahora gozan de una calidad de vida mucho superior a la de antes. Tenemos que tomar nota que en China ya no es Mao Tse Tung (algo equivocadamente elogiado por el viajero Morales…) con su “reforma cultural” quien manda. Los unos salen de la cueva ideológica mientras que los otros hacen grandes esfuerzos para volver a la edad de los picapiedras ideológicos ignorando la realidad mundial o en el caso nuestro: vecinal. Chile tiene un desarrollo envidiable por manejar el modelo del libre mercado con responsabilidad social y aplicarlo cumpliendo con los supuestos de dicho modelo.

Nuestro problema consiste en que la mayoría no está enterada, no sabe, no puede comparar, por lo tanto es presa fácil de la demagogia. Como no tiene posibilidades suficientes de racionar está condenado a creer o esperar, decidir en base de simpatía o antipatía, en vez de un criterio formado para cernir entre políticas viables deseables o políticas aventureras inviables con resultados deplorables. De esta manera se explican triunfos en las urnas de candidatos sin capacidad de líder.

Pero esta aprobación es altamente volátil. Casi un 80% de los recientemente entrevistados se pronunció a favor del Presidente Morales. Es necesario colocar la fecha de esta encuesta – nada raro que en poco tiempo se desmoronará esta simpatía sentimental y nada raro que se convierta en rechazo violento. Es probable que en la dirección del partido manejen este concepto, lo que explicaría el apuro que tienen en ampliar su poder.

No se dice lo que se piensa. Se utilizan claves que permiten a todos interpretar a su gusto, por ejemplo “refundar”. Nadie del MAS dice con franqueza que desean instalar un régimen socialista comunista. Y como nadie lo dice abiertamente a la oposición no le queda otra que argumentar contra argumentos aparentes. Estoy seguro de que todos y cada uno de los parlamentarios sabe lo que se pretende lograr pero no lo dicen.

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Relacionado:

“Modelo UDP” contra “Modelo Santa Cruz”, Willi Noack, 13.4.2006