La brújula económica – ¿Vivir para trabajar? ¿Trabajar para vivir?

La brújula económica – ¿Vivir para trabajar? ¿Trabajar para vivir?

Autor: Willi Noack

Publicado: SECCION 100, Separata de El Deber, 09.05.1989

Escrito en un vuelo, a 30.000 pies sobre el Atlántico rumbo a Europa.

Faltan pocas horas para sufrir el choque entre dos realidades, la de un país subdesarrollado (políticas corteses utilizan la expresión “en vías de desarrollo”), y un país (¿sobre?)desarrollado, que es la República Federal de Alemania. Bolivia con US$ 470 de ingresos anuales per cápita (BM, 1987) versus unos US$ 12.000 de los alemanes, con tasa de inflación bajísima, prácticamente cero (2 a 2,5% en 1989), desempleo constante alrededor de 8,5% (2,24 millones) , tasa de interés 7% anual, país líder exportador (300 millones US$ con un excedente de unos 66 mil millones US$), crecimiento económico esperado en 1989 de 3,4%.

Además, en la RFA existe paz social, disciplina y orden, status internacional (le invito a comparar con nuestra Bolivia este “paraíso” económico – ¡pobre Bolivia!, de verdad!).

Estos números y la belleza de un gran país desarrollado visto con ojos del “insider”, no tanto del turista, fácilmente sugieren que el paraíso me está esperando, llegando a Francfort.

De estudiantes, los libros de John K. Galbraith sobre la sociedad en abundancia, o de Vance Packard sobre los seductores secretos, o de Ries sobre la masa solitaria, nos han impresionado. Los resúmenes eran: No es oro todo lo que brilla.

¿Cómo viven los “subdesarrollados” hoy en día? ¿Qué precio pagan por su alto nivel de vida?

En anteriores viajes he anotado, pese a la realidad económica próspera, que existe un “clima”, una cierta actitud de mucha gente, que reflejaba tensión, descontento, cansancio, temor, a veces miedo. Tal vez, la manifestación concreta para explicar lo que es difícil de describir, era el pánico después de la catástrofe CHERNOBYL, cuando una amenaza invisible, pero letal, aterrorizó Europa.

Eventuales Chernobvles hay en Europa por demás, donde, por ej. Francia produce el 70% de su energía eléctrica en plantas atómicas. Otras amenazas al paraíso son: ecología en peligro, terrorismo, falta de espacio para vivir – por lo tanto una disciplina es imprescindible y (casi) total -, SIDA, racismo, impuestos y tributación sumamente altos (para financiar el paraíso), bajo nivel de natalidad. Los matutinos con frecuencia repiten estas palabras claves en sus titulares.

Es una sociedad predominada por principios materiales y de competencia (ocasionando frustración y envidia en los perdedores) con una escala de valores que se distingue bastante, en sus prioridades, de la nuestra.

Surge una pregunta: ¿Bolivia lucha por su desarrollo – pero desarrollarse en qué sentido?, ¿hacia el futuro?

En la Constitución Política de los EE.UU. se postula lograr, como meta principal, la máxima felicidad para el mayor número de ciudadanos.

Desarrollo para lograr felicidad (hoy sería “bienestar” la palabra usada) para todos me parece un buen objetivo, en cambio copiar un concepto sobre valores de otros países me parece cuestionable.

Hay pobres ricos, y ricos muy pobres – es cuestión del parámetro para la medición de la riqueza. ¿Es realmente la cantidad de autos / mil habitantes, los millares de km. de autopista asfaltada, expresión de bienestar? Vivir para acumular riqueza material, y perder la riqueza de una convivencia en amistad y fraternidad, que absorbe tiempo y, por lo tanto, impide ser rico en términos económicos. ¿Qué valor damos a una tarde de contemplación en la hamaca?

Hay muchos europeos quienes escapan o quieren escapar del paraíso sobredesarrollado. ¿Por qué?

Envidia social, presión social, competencia por ser excelente (lo que se refleja en poder económico, según ellos), forman parte de la vida desde el kinder. Cuán felices y despreocupados son los jóvenes aquí – ¡con o sin fortunas materiales! Quién sabe, tal vez el pequeño lustrabotas en la Plaza 24 de Septiembre, en toda su misera económica y sin muchas perspectivas para un futuro mejor, lleva una vida más feliz, protegido en su grupo y aceptado sin desprecio, vive con más dignidad que un niño solitario y expuesto al “stress” de siempre ganar. No sé. Pero algo sé: Ser pobre – económicamente pobre – no significa automáticamente ser infeliz.

Desarrollo – palabra a ser definida con más cuestionamiento.

fecha: 2001-07-28 23:42:23
autor: Willi Noack

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