Orgullo

Orgullo

Autor: Willi Noack

Publicado: SECCION 100, El Deber, 12.09.1989

Cuántas veces hemos tenido que lamentar que la cobertura que los medios de comunicación internacionales dan al país, se burla de un estado joven en vías de desarrollo, perjudicando su incorporación en la comunidad internacional.

Recuerdo muy bien con qué morbosidad se deleitan prensa y televisión internacional (es decir, de países ricos) cuando los hechos políticos o económico-sociales comprueban otra vez lo que todo el mundo industrializado sabe, alimentando el cliché de siempre: los subdesarrollados con arcos, flechas y adornos de plumas, que usan las lianas como medio de transporte, etc., etc., no saben menajar una economía (24.000% de inflación, ¡ja, ja, ja!) o cambian de presidentes como la gente civilizada cambia sus camisas.

Con gran satisfacción he leído los comentarios de uno de los más grandes matutinos alemanes, “Die Welt” (en español: El Mundo), de fecha 5 de agosto de 1989. En su página editorial, bajo el titular: “Cómo funciona la autoayuda: El ejemplo Bolivia”, relata sobre nuestro país.

Citamos: “Toda Latinoamérica mira con profundo respeto a la pobre nación andina, sobre todo Argentina, Brasil y Perú, todos aquellos estados sumergidos en el círculo vicioso de la hiperinflación”. – “Hoy en día, Bolivia se considera, aparte de Chile y Uruguay, el país más estable de América del Sur con respeto a su economía.”

Escuchen Uds. bien: “No sólo el subcontinente latinoamericano, estremecido por la crisis, puede aprender de las experiencias bolivianas, sino también cualquier otra nación del mundo enmarcada en problemas económicos, pensando sobre todo en Polonia”.

Después de este elogio, el comentarista menciona los factores atribuyentes al éxito, que nosotros conocemos muy bien, pues hemos vivido en carne propia el 21060.

Pero vale citar una advertencia: “Se comercializa demasiado y existe demasiada especulación, se produce demasiado poco.”

Pese a todos los problemas, se puede constatar: “Bolivia está solvente”, existe “una base para la reconstrucción económica”.

Este comentario conviene al país, y su efecto puede ser muy significativo, pensando en los anhelados “joint-ventures”, en el fomento del turismo, en la promoción del comercio exterior.

Sería muy favorable y estimulante que la gran mayoría del pueblo pudiera vivir este sentimiento de orgullo y satisfacción escuchando estos elogios y comprobando el respeto internacional, que compensa los sacrificios de todos y cada uno. Este ánimo puede generar confianza y fe en el país, para colaborar en su construcción. ¡Adelante Bolivia!

fecha: 2001-07-28 23:42:23
autor: Willi Noack

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