En vez de un editorial

En vez de un editorial

Autor: Willi Noack

Publicado: SECCION 100, Separata de El Deber, 26.12.1989

Estos días, SECCION 100 cumple un año de existencia, motivo para un cuarto intermedio en el trabajo periodístico y para una revisión. Cuando se reunieron los promotores, Juan Francisco Flores con una larga trayectoria en comunicación social, Wilman Durán, abogado y actual Fiscal de Distrito, José Mansilla, catedrático y hombre le letras, y Willi Noack, economista, no fue tan fácil llegar a un acuerdo sobre detalles, pero el propósito era claro y aceptado unánimemente.

- Ofrecer opinión y orientación, en base de información coherente, sobre eventos de toda índole que fueran importantes para el país.

- Garantizar la libertad de opinión, abriendo las columnas a personas que tienen conocimiento del tema y lo desarrollan con propiedad.

- Opinar en forma concienciadora y crítica, pero con el criterio de una crítica constructiva.

En su primer editorial, SECCION 100 declaró pragmáticamente:

“Los temas y los estilos serán diferentes, pero todo convergerá en analizar, cuestionar, interpretar y criticar conductas y hechos sociopolíticos y económicos propios y que suceden en el mundo, pero que también nos afecten.

Visto, oído he escrito por gente que, como usted, vive, siente esta ciudad y este país.”

Estas metas siguen siendo válidas (si fueron logradas, ya es análisis y opinión de los lectores). El reto persiste, es el afán de mejorar el suplemento.

¿Qué esperanzas, expectativas y anhelos tenemos?

¡Que la libertad de la prensa, el derecho de la libre expresión de la opinión del ciudadano, lo que constituye uno de los valores inmateriales más prestigiosos del hombre, sean siempre garantizados! Estos derechos, protegidos en las constituciones políticas de estados democráticos, y conquistados y defendidos con harta efusión de sangre, tienen una particularidad: cuando existen, están considerados como algo sobreentendido, pero sólo cuando se oscurecen las libertades personales fundamentales se calibra su valor. Nunca hube en el caso de SECCION 100 alguna clase de censura y don Pedro Rivero, editor de El Deber, animaba a seguir adelante por el rumbo elegido.

Voltaire, el gran filósofo francés, ha resumido estos principios cuando venía a decir: no comparto tus ideas, pero von mi vida voy a defender tu derecho de opinar.

Una publicación (hoy en día, todos los medios de comunicación social), que se autodefina en el marco de estos principios, constituye un Cuarto Poder, y sus más destacados representantes, con nada más que con la fuerza de la palabra han cambiado la historia del mundo: Emile Zola con su celebre “J`acuse” (Acuso), interveniendo en el “affaire Dreyfuss” en el siglo pasado, las revelaciones del escándalo “Watergate” del Presidente Nixon, o la ácida crítica sobre el comportamiento dudoso del entonces Presidente francés (“Los diamantes del BOCASSA “), publicado en “Le canard enchainé” (el pato encadenado).

El Cuarto Poder, ejercido en el más alto nivel, es imprescindible. Si Montesquieu viviera hoy, con seguridad no hablaría de sólo Tres Poderes.

Para cumplir con esta tarea, hay que asumir grandes responsabilidades, disponer de un criterio equilibrado, y se precisa coraje para llamar las cosas por su nombre, romper clichés y tabúes y abstenerse del sermón, de un “opa solemne”. En Londres, en el famoso “Speakers Corner” (Rincón del Orador) del Hyde Park, su plaza central, se puede públicamente opinar sobre todo, con la excepción de insultar, y respetando siempre la dignidad de Dios y de la Reina…

Un lema muy noble nos ha dejado los latinos: “Suaviter en modo, fortiter en re” (suave en la forma, fuerte en el asunto), puede dar pautas de actuación.

SECCION 100 tiene que ser incómoda, atrevida, coadyuvando al desarrollo de nuestra Bolivia. Desarrollo significa cambios, los cuales no siempre convienen a ciertas fuerzas establecidas. Este desarrollo se efectúa en procesos, a veces con dos pasos adelante y uno atrás; como nos muestra la lucha por libertades democráticas en China. Por más que en los países este-europeos hubiera una reacción para la restauración del antiguo sistema, es decir, si fracasaría la Perestroika, sería imposible retroceder la rueda de la historia.

La libertad, también de la opinión, no debe confundirse con libertinaje. La libertad individual termina allí donde empieza la del vecino. Aprender el manejo de esta preciosa joya no se hace en un par de años, ni en un par de décadas; los ingleses están en este proceso de aprendizaje desde el año 1215, cuando con la “MAGNA CARTA LIBERTATUM” dieron los primeros pasos hacia una sociedad democrática.

fecha: 2001-07-28 23:42:23
autor: Willi Noack

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