El Mundial no me gusta

El Mundial no me gusta

Autor: Willi Noack

Publicado: El Deber, 07.07.1990

Un arcaico chiste constata que una dama que dice “no” cuando piensa “tal vez”, si dice “tal vez” piensa “si” y si contesta con un “si”, no es una dama. En cambio, un diplomático dice “si”, pero piensa “tal vez”, cuando dice “tal vez” piensa “no”, y si dice “no”, no es un diplomático.

Muy raras veces, representantes oficialistas como jefes de gobiernos, embajadores, “diplomáticos”, opinan públicamente en forma controversial, como lo hizo, hace poco, el presidente del parlamento israelí, declarando que el mundo debe temer una Alemania unida por los crímenes cometidos durante el Tercer Reich por los nazis. En seguida un verdadero diplomático israelí le corrigió: El presidente hablaba no como un hombre del Estado sino como un sobreviviente del holocausto; así son los diplomáticos …

Otra noticia, publicada en un suplemento deportivo cruceño, se refirió a un diplomático alemán, quien deseaba que no sea la RFA el gran triunfador del Mundial de fútbol en vista de manifestaciones callejeras de eufóricos hinchas alemanes después de las victorias del equipo alemán y la clasificación. Dijo que no conviene para la imagen del país, reunificándose con velocidad vertiginosa, porque produce escepticismo, dudas y hasta temores en mucha gente por una Alemania omnipoderosa, hasta en el fútbol. Los ciudadanos podrían sentirse superiores al resto del mundo. Lo que falta, según esta fuente, es un poco más de humildad en vez de soberbia… en la imagen de su país.

Realmente, ¿ nos hubiera gustado ver un partido al estilo de la Guerra de las Malvinas en la cancha deportiva?

Un equipo que quiere ganar cueste lo que cueste, pierde su encanto, y los gestos nobles del “fair play” (juego limpio) desaparecen y dan paso al fanatismo y barbaridades insólitas o si bien los equipos juegan limpiamente, eso no evita choques entre los hinchas.

La identificación del espectador con el equipo de su país, su “sangre”, genera, a veces, fanatismo y produce excesos de soberbia, que no tienen nada que ver con la alegría de que el mejor equipo ganó y mucho mejor si el equipo es el “mío”. No sé si Ud. comparte mi apoyo a Camerún por su gracia y espíritu alegre de jugar, buscando la victoria, pero capaz de festejar a todo dar su derrota, a mi me hubiera gustado Camerún como Campeón Mundial.

El mundo está buscando la superación del chauvinismo, el exagerado nacionalismo, están acercándose los bloques hostiles para abandonar las trincheras de la guerra fría, y según las proclamaciones diplomáticas se han superado las antinomias tradicionales.

¡Que sea así! Queda un largo camino para constituir la comunidad mundial, manteniendo particularidades culturales, identidad, superando sentimientos negativos, por nada más que ser de diferente color, religión, poder, etc.

Por eso, bien entendido, sólo por eso, no me gusta el Mundial, pues fomenta sobremanera el nacionalismo en un mundo que debe abolir fronteras de toda índole.

fecha: 2001-07-28 23:42:23
autor: Willi Noack

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