La crisis ventajosa

La crisis ventajosa

Autor: Willi Noack

Publicado: SECCION 100, Separata de El Deber, 18.12.1990

Las columnas de SECCION 100, la mayoría de las veces se llenan con críticas, observaciones y demás expresiones de disconformidad. Son pocos los comentarios dando aplauso a lo que llama la atención de los columnistas. Así surge la impresión de que son destructivos, elementos negativos o criticones, que no saben otra cosa que denunciar, acusar o pelear. Aparentemente, lo bueno, lo positivo, está considerado por ellos como regular y tan insignificante que no merece una pause de reflexión (y unas gotas de tinta); frecuentemente, se pasan por alto las buenas noticias. Por supuesto, existe una interrelación entre política y comunicación social.

Como en la educación y en la motivación, se precisa una mezcla equilibrada de crítica constructiva. Por un lado, de un comportamiento poco aceptable y / o nada deseable y, por orto lado, con aplausos por un buen desempeño, esfuerzo y logro. Los columnistas también tendrían que componer los colores de las pinturas con que dibujan la imagen de la realidad tal como la perciben, no sólo de negros y oscuros, sino también de colores alegres y claros.

La discusión incesante sobre la situación socio-económico-política del país, en todos los estratos de la sociedad, gira sobre la crisis, sin la necesaria diferenciación en cuanto al grado o la magnitud de la misma. Es cuestión del parámetro aplicado, como se evalúa la magnitud de un fenómeno: nuestra tasa de 15% de inflación anual, sería una catástrofe para algunos países, pero representa un gran logro para otros. La tasa de crecimiento económico del 1.75% anual (según los resultados de últimas investigaciones) es muy baja y es inferior a la tasa de crecimiento demográfico (2.8%?), lo que significa un empobrecimiento de Bolivia; pero, mal por mal, sigue siendo un crecimiento, por más que es insuficiente. La crisis podría ser peor.

Una vez más, subrayamos la necesidad de evaluar los hechos bajo el enfoque de la sicología. Tenemos la obligación de no perder de vista este aspecto en la discusión sin fin sobre la crisis.

Tres expresiones entran en vigencia:

- “Wishful thinking” (pensar en una forma para buscar realizar deseos).

- “Selffulfilling prophecy” (el pronóstico que tiende a cumplirse por si mismo).

- “Moral suasion” (persuasión motivadora).

Explico:

Si la tendencia en ver y analizar nuestra situación es netamente negativa, pesimista, llorona y caracterizada por autocompasión, no se va a desencadenar una actitud y actividad constructiva, renovadora y emprendedora, pues no existe un pensamiento inspirado en querer lograr anhelos. Si la gente habla sólo en términos pesimistas y catastróficos, la catástrofe tiende a comprobar este pronóstico; por lo tanto, existe la obligación de intentar persuadir motivando y explicar por qué existe una justificación en tener fe y esperanza en el futuro.

No cabe duda de que el porcentaje de malos hechos que diariamente producen malas noticias (¡pues no habría malas noticias si no hubiesen malos hechos!), está muy por encima del de los buenos logros. ¡Pero, que no haya nada positivo a comentar, tampoco es correcto!

Son logros, pese a los atavismos, cuando se consigue solucionar problemas y conflictos de diferente índole de una manera civilizada, buscando un equilibrio entre los intereses de los grupos, en base a las leyes in vigencia. También, es un logro ver como en nuestra Santa Cruz se da últimamente una forma de convivencia adecuada y que satisface algunas de sus necesidades básicas y existenciales, evitando la confrontación y el caos. Mancomunadamente se resuelven los problemas; a veces, en procesos lerdos y dificultosos y después de haber atravesado días de graves crisis. Lo que cuenta es el éxito. Los procesos democráticos son caracterizados por dificultades en la concordancia entre intereses grupales, mientras que otros sistemas totalitarios aplastan, y no logran un consenso. Es un gran logro cuando el pueblo boliviano expresa su repudio rotundo contra los intentos de los políticos atrincherados en los llamados poderes, de dañar irreparablemente a la democracia. El pueblo muestra madurez y solidaridad para defender la democracia de los modernos grupos feudales. Gracias a la crisis, vivimos un proceso de concientización muy saludable y de unificación impresionante. Momentáneamente, están olvidados intereses grupales o sectoriales opuestos, y existe un solo interés: la defensa de la “república”, de la cosa común. Es a crisis la que obliga a la unión, la que hace la fuerza, como se sabe; aunque sea en forma inusual es muy importante (¿cuándo hubo un consenso entre tantos grupos con metas diametralmente opuestas?). El rechazo a las maniobras de los caballeros feudales es casi general. Actualmente, el pueblo está representado por entes sectoriales o grupales, la COB y la confederación de empresas privadas, nueve comités cívicos departamentales, e incluso el ejército y la Iglesia, los medios de comunicación y muchos entes más; todo menos el parlamento, que debería ser su representante nato y legítimo en un estado democrático. El poder legislativo debería recuperar su rol, pues no existe un sustituto para él.

Es impresionante escuchar la “vox populi”: ¡Qué no se sabe! Las maldades de los caballeros feudales, las conoce Pedro, Sancho y Martín; u si los sondeos de opinión son representativos y fiel reflejo de la opinión mayoritaria, los caballeros feudales han subestimado totalmente al pueblo, el cual está harto de la corrupción, ineficiencia y maniobras antidemocráticas.

fecha: 2001-07-28 23:42:23

autor: Willi Noack

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