Usted ¿qué piensa? – Ecología en el Beni
Usted ¿qué piensa? – Ecología en el Beni
Autor: Willi Noack
Publicado: La Gaceta del Norte, No. 9, 3era semana de febrero de 1992
Para poder pensar y opinar necesitamos disponer de la información.
Entonces, esa información, sobre la cual Ud. debe formarse su criterio, citamos del documento “Conclusiones del Seminario Departamental sobre Ecología y Conservación del Medio Ambiente en el Beni”, realizado en Trinidad, del 13 al 15 de septiembre de 1991, organizado por el Centro de Investigación y Documentación para el desarrollo del Beni (CIDDEBENI), auspiciado por la Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (UNITAS). Citamos de la publicación no. 20 de octubre de 1991, pág. 9:
“Efectos ambientales de carreteas no planificadas.
Favorece la colonización espontanea, la extracción de recursos naturales y provoca problemas de erosión.
Se induce migración inter-urbanas e inter-departamentales con efectos negativos.”
De las muchas conclusiones de este “acontecimiento de importancia singular” (así se dice en la presentación), fruta de “una gran riqueza en el análisis y la discusión” (presentación) hemos escogido un ejemplo, para advertir de que naturaleza es “…la decisión colectiva de impulsar un movimiento ambientalista militante en nuestra región para enfrentar los graves y urgentes problemas y desafíos que debemos encarar los benianos respecto al medio ambiente y desarrollo” (siempre de la Presentación).
Es imposible pasar por alto de esta “conclusión”, que es una prueba más de la irresponsabilidad con la cual algunos grupos autonombrados defensores del medio ambiente atentan contra los intereses más fundamentales de la región.
1. Las carreteras que precisamos con suma importancia en el Beni, o mejor dijo: en la Amazonia, so construyen pese a la escasez de capital de inversión, intentando abaratar al máximo su costo. Se trata de vincular inmensos territorios despoblados con el resto del país. El “impacto ambiental” no se estudia porque hay que interconectar aldeas, pueblos, pequeñas ciudades con los mercados de consumo mismo para que el hombre que habita estas zonas de difícil acceso pueda integrarse en el proceso de desarrollo integral, léase: salud y educación, vida, cultura, etc. Al no construir una red vial, no hay desarrollo.
2. Estas tierras despobladas precisan ser colonizadas mejor en forma planificada en vez de “espontánea”, quien lo va a negar para tomar en cuenta la aptitud de determinadas zonas para la subsistencia del hombre en base de adecuadas utilizaciones de la tierra. El país con su frontera verde defiende solamente con asentamientos bolivianos la soberanía de su territorio, y eso vale antes y después de Nicolás Suárez, esta necesidad imperiosa no ha cambiado desde 1902.
3. Parece el colmo de las absurdidades el lamentar “la extracción de los recursos naturales”; los que vivimos en la Amazonia, sabemos que el subdesarrollo se debe precisamente a la falta dolorosa de carreteras y, por el momento, representan los recursos naturales la única fuente de subsistencia para el hombre. ¡Cuán más eficiente podrá ser la industria de la castaña si existiera una buena red vial! Existiera la posibilidad para mucha gente de ganar, para vender en los mercados internacionales, con más competitividad, generando divisas e intensificar la implementación de más y mejor infraestructura bien utilizada y empleada.
Quienes saben que con costos de producción más bajo, gracias a vías de acceso cómodos, también la goma puede volver a constribuir a la economía regional.
La producción del sector agropecuario llegaría a costos inferiores a los actuales y en estado de calidad superior a los centros de consumo, tanto regional como nacional. El hombre sería el ganador.
4. Se teme la migración inter-urbana e inter-departamental. Gran parte de migración hacia las ciudades se debe a la atractividad relativa que ofrece la vida urbana, pues el campo carece de los más básicos servicios y casi obliga al hombre buscar una vida mejor en los centros de aglomeración humana. Con buena vinculación vial incrementaría considerablemente la calidad de vida en el campo, facilitando un beneficioso intercambio económico socio cultural entre los sectores rurales y urbanos. Además, las ciudades están al borde de su capacidad receptora, pensando por ej. en la ciudad de Santa Cruz, que incrementa cada año unos 60.000 habitantes a su ya demasiado grande población. El colapso de esta ciudad está programado y solamente es cuestión de tiempo.
5. La migración inter-departamental es consecuencia de cambios estructurales en la economía del país. Queremos hacer recuerdo de los “relocalizados”, fenómeno muy triste para los afectados, cuando un entonces pilar de la economía, la minería, atraviesa los cambios conocidos. La Amazonia cuenta con menos de un solo hombre por kilómetro cuadrado, por lo tanto es región apta para recibir ciudadanos que buscan un bienestar mejor. ¿Debemos interpretar la “conclusión” que le quiere negar este derecho de hombre, lo que sería una actitud demasiado antihumano?
Seguro que existen más argumentos justificativos para la construcción de carreteras; titulamos por eso el artículo: Ud., ¿qué piensa?
Desarrollo significa siempre una carga ambiental inevitable e ineludible. Todo lo que hace el hombre para existir, afecta el medio ambiente. ¿Y? No vamos a terminar a denunciar una miopía y, quién sabe, el fanatismo insólito de los verdes super-ortodoxos quienes no asignan la prioridad al hombre.
Uds., quienes están de acuerdo con el rechazo de una absurda política ambientalista como ésa, que acabamos de denunciar, ¡actúen!, llamen a las radio emisoras, escriben cartas a los periódicos, autoricen a sus voceros, a los Comités Cívicos, para reclamar sus derechos, antes de que sea tarde.
fecha: 2001-07-28 23:42:23
autor: Willi Noack
