Tres Leyes, ¿desde arriba y / o desde abajo?
Tres Leyes, ¿desde arriba y / o desde abajo?
Autor: Willi Noack
Publicado: El Nuevo Día, 20.05.1998
“Ley de imprenta: ¡Que salga de los periodistas!”, título que leímos en días pasados. La Ministra de Justicia opina que el nuevo instrumento jurídico provenga del sector de los periodistas.
La Ley de Gobiernos Municipales, con más razón, debe provenir de los mismos Gobiernos Municipales, pues gozan de autonomía garantizada en la CPE. El ejercicio de la autonomía significa que los mismos autónomos definen cómo quieren determinar las reglas de juego de buen gobierno, orientado en satisfacer las expectativas de la municipalidad y, por lo tanto, sujeto a un aval de los vecinos, que se busca con métodos apropiados, en el espíritu de la participación de la sociedad civil. Debe tener un alto grado de funcionalidad, por eso expertos en la materia son los autores indicados para presentar propuestas o proyectos, quizás, contemplando alternativas, y porsupuesto enmarcado en la CPE y una Ley Marco, que estipula las tareas del Gobierno Municipal, que son los servicios que precisa la municipalidad y que se brindan mejor al nivel del municipio, pues la cercanía entre el beneficiado de estos servicios, el vecino del municipio, aumenta considerablemente la posibilidad y probabilidad de brindar servicios realmente necesitados, de manera eficiente y reduciendo fraudes, porque la corrupción prospera bien en la anonimidad y no tanto en un ambiente que se caracteriza por más transparencia, debido al hecho que las personas y sus actos son más conocidos personalmente. Esta norma, o sea delegar el máximo posible de funciones a cargo del Gobierno Municipal, tiene su área cuando sobrepasan el límite de competencia, por ej. afectan a otros municipios igualmente autónomos, o su producción es antieconómica e ineficiente. En este caso, se presta, como solución, la unión entre varios municipios autónomos para, en conjunto, lograr fines comunes, en base de una decisión voluntaria por conveniencia de mancomunarse.
Este principio, por su lógica, constituye que tareas no factibles, ni a nivel de municipio y tampoco entre municipios mancomunados, pasen al nivel intermedio del poder ejecutivo del Estado, que es la Prefectura, y lo que tampoco puede brindarse a este nivel, el residuo, el saldo, es tarea del Estado central.
Este principio se llama subsidiari(e)dad y debe ser la formula para determinar las competencias entre los tres niveles del Estado. De esta manera, y sólo así, se cumple con el postulado de consolidar la democracia, dando al soberano, que es el pueblo, la facultad de obligar al Estado satisfacer sus necesidades y “fiscalizar” los actos de los encargados.
Pronto habrá una nueva prueba ácida de la madurez democrática y es cuando la Ley General de Trabajo será reformado, pues sí o sí, los cambios del macroentorno hacen imprescindible esta reformación. Son los protagonistas de la nueva regla de juego los empresarios y los trabajadores, ellos representados por sus portavoces, que deben buscar y encontrar soluciones que respondan a las necesidades de ambos. Los empresarios, frente a los desafíos de competir en los mercados mundiales liberalizados (lo que es la globalización de la economía mundial), necesitan nuevas formas de organizar el trabajo para incrementar su competitividad, es decir, producir sus bienes y servicios con costos unitarios similares a los de sus competidores; los trabajadores necesitan garantías para su situación de empleado dependiente. Ambos deben estar conscientes de que del capital humano, su grado de formación, capacitación permanente, motivación, habilidad, en gran medida, depende el éxito de los empresarios bolivianos en el “combate libre” en los mercados internacionales. Nuevas formas organizativas del trabajo, y no la reducción del costo del trabajo, ofrecen oportunidades reales de dotarse con más eficiencia, que aumenta la productividad y hace más competitivas nuestras empresas. La Confederación de Uniones Sindicales de Europa, ETUC, ha formado importantes consejos sobre este tema, (buscar en INTERNET la palabra ETUC). Hay que observar la distancia entre Europa y Bolivia, pero valen mucho estos argumentos, por la globalización.
¿Qué rol cumple el Estado en la reformación de la LGT? Ciertamente está convocado a tomar papel, pero más que todo de dirimador, conciliador, mediador. Una vez habiendo llegado los protagonistas a soluciones consideradas como equilibradas, y son aquellas que a nadie le gustan por no haber podido imponer su máxima exigencia, estos convenios serán llevado a rango de ley y será función del Estado procurar su acatamiento.
Para que queda bien claro: No es el Estado que impone desde arriba hacia abajo la regla del juego, son los interesados mismos que la definen. Reiterándolo, será una prueba de fuego para ellos buscar el equilibrio entre sus intereses y necesidades mediante una disputa civilizada, o luchar por sus reinvidicaciones de manera democrática respetuosa. Será la prueba de la madurez democrática boliviana.
fecha: 2001-07-28 23:42:23
autor: Willi Noack
