Gestión de empresa en tiempos de crisis

Gestión de empresa en tiempos de crisis

Autor: Willi Noack

Publicado: El Nuevo Día, 28.12.1998

Nuestro entorno económico está amenazado por las consecuencias negativas de la crisis económica mundial y por la incertidumbre sobre el futuro. Hay opciones nefastas, como la de Rüdiger Dornbusch del MIT, quien pronostica “el hundimiento de Latinoamérica”, algunos incluyen el tigrecillo Chile, mientras otros tienen mucha fe en los instrumentos para combatir la crisis.

Mientras en Java/Indonesia 18 millones de su población de 120 millones sufren de hambre, disponiendo muchas familias de ingresos de US$ 50,- ¡por año!, un verdadero turril de pólvora, nosotros todavía no sentimos en el quehacer cotidiano que en el mundo está produciéndose la peor crisis de los últimos 50 años.

Esto no es una mera disputa entre intelectuales, sino que nos afecta a nosotros, pues de la medicina correcta depende el futuro del Real brasileño y otras monedas de Latinoamérica. De todas maneras, no conviene pensar que lo peor ya pasó, tampoco es una amenaza teórica que se produzca un colapso del Real.

Ante un panorama de tanta inseguridad, es un deber de preparar a la empresa para prevenir las consecuencias de la crisis que aún no azota a la economía boliviana con su fuerza brutal, si bien se sienten algunos golpes. El macromarco económico obliga a reorientar la microeconomía; la gestión de empresas debe prepararse a sobrevivir cuando, quizás, lleguen tormentas y oleajes que pueden hundir el barco. ¿Existe una gestión de empresas en tiempos de crisis, diferente a una administración en tiempos de prosperidad y auge? Hay pautas como las siguientes:

· Priorizar el equilibrio financiero, la liquidez, por encima de la rentabilidad, pues una empresa puede sobrevivir, si fuera ineludible, un buen tiempo sin ganar, pero muere rápido si le falta liquidez. La jerarquía de los objetivos de la empresa cambia, pues no es aconsejable expandir ante la crisis para aumentar rentabilidad, sino buscar rentabilidad.

· Al control de cash-flow y la planificación financiera tiene un rol primordial y es obligación de la Alta Gerencia.

· Se debe financiar con más cautela, se debe velar que activos sean financiados con una mayor cuota de capital propio y / o con créditos. Recientes bancarrotas en el Japón y en Corea del Sur tenían sobre todo como causa fundamental graves errores en el grandísimo volumen de inversiones con créditos provenientes del capital golondrina: Cuando la golondrina vio problemas, voló y chau.

· “Austeridad” es una palabra clave: Si en tiempos de opulencia las buenas ganancias perdonan el no-explotar de todas las reservas de ahorro de costos y gastos, y perdonan la existencia de una capacidad ociosa, en tiempos de crisis este hecho se convierte en peligro mortal. (Queda sobreentendido que el Estado debe presupuestar con austeridad).

· Las empresas no aguantan la descapitalización por parte de los empresarios; preocupa la tendencia de fuga de capitales, observada en el pasado cuando aparecieron amenazas de una crisis económica. Salieron US$ 30.000 millones en las semanas pasadas del Brasil…. Hay que fortalecer la salud de la empresa de tal forma que no haya necesidad de llevar los dólares a Miami o Suiza.

· La gestión de empresas debe basarse en tiempos de crisis en información a tiempo real, con estadísticas ágiles, mediante sistemas apoyados por la computadora que probablemente va a suceder: Lo que en tiempos de bonanza es una omisión que quita ganancia, se convierte en falencia letal en tiempos de crisis.

· El mantenimiento, incluyendo el mantenimiento preventivo, es vital para alarga la vida útil de la maquinaria, en vez de reponer con nuevas máquinas en momentos inoportunos.

· El cuidado de los mercados de las empresas es primordial ante la amenaza que las importaciones provenientes de países que se ven obligados a vender a precios de dumping, puede arrollar los mercados de las empresas nacionales.

· La solidaridad entre todos que componen la empresa, merece atención: tiempos de crisis son momentos de repartir la carga, y es prioritario garantizar la sobrevivencia antes de luchar por más beneficios.

Sería deseable que las instituciones y organizaciones gremiales ofrezcan cursos orientados a los empresarios para capacitar en el arte del “crisis-management”, donde se enseñan los métodos conocidos y comprobados para incrementar la resistencia de las empresas contra la crisis que no ha llegado aún a estas orillas con toda su fuerza y que, ojalá, no llegara nunca.

En este caso tampoco habría sido en vano capacitarse, pues nos permitirá lograr niveles más altos de competitividad que, por fin y ende, resultará en una mejor rentabilidad.

fecha: 2001-07-28 23:42:23
autor: Willi Noack

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